Está por demás de claro que Víctor Manuel Meretta es una persona absolutamente autorizada para hablar de gran parte de la historia del rugby en nuestra zona, y en especial, del Club Universitario de Santa Fe.
Con más de cincuenta años de trayectoria, posee argumentos suficientes como para repasar la historia de a su querido Club Universitario y del desarrollo de este deporte en Santa Fe y la región.
Está por demás de claro que Víctor Manuel Meretta es una persona absolutamente autorizada para hablar de gran parte de la historia del rugby en nuestra zona, y en especial, del Club Universitario de Santa Fe.
Por ende, siempre resulta grato rememorar las experiencias de quienes tanto tuvieron que ver con el desarrollo logrado por este deporte en la región. Como era dable esperar, el diálogo con El Litoral comienza aludiendo a su0s inicios con la pelota ovalada.
* "Todo comenzó allá por 1966, cuando por intermedio de Chiche Lauría, llego a El Quillá y comienzo a jugar en Cuarta, que sabes muy bien era la única división inferior que existía en esos tiempos en nuestro medio. A fines de 1968, antes de cumplir los 20 años, me fui a jugar al Club Universitario, ya que varios de mis mejores amigos formaban parte del mismo, como Julio Parma, Julio González y Miguel Oliva, entre otros…"
* "Por aquel entonces, el club realizaba sus actividades deportivas en el Campo de la Universidad Nacional del Litoral, en el barrio Don Bosco. En ese momento, los equipos principales de la zona eran El Quillà, Estudiantes de Paraná y Cha Roga. A partir de ese año 1968, con Julio, Coco Peralta y otros más, comenzamos a trabajar mucho más intensamente en Universitario; casi haciéndonos un poco cargo de todo, porque había muchos integrantes del club que se habían ido del país".
* "Siempre recordamos que nos juntábamos arriba de Las Delicias, en una sala que nos prestaron para hacer las reuniones y para llevar adelante la parte administrativa del club. Mientras tanto jugábamos; tratábamos de cumplir con la Unión e intentábamos que el club continuara existiendo…"
Quienes aunque más no sea de manera somera conozcan la historia del Club Universitario de Santa Fe, seguramente tendrán presente lo que costó construir una institución que logró posicionarse en un sitial de privilegio en nuestra capital y la región.
Como habitualmente ocurre, siempre hay nombres que por su trayectoria y merecimientos merecen ser ensalzados en historias tan sentidas. Y en el caso de la señera institución santafesina, el de Víctor Meretta es uno de ellos. Por ende, no extraña que con la emoción a flor de piel, continúe hablando de su querido club.
* "En 1969 se sumaron a nuestro grupo los hermanos Ferro: Carlos Rodolfo y Roberto; Alberto Pelossi y Luli Trejo, entre otros y comenzando a desarrollar un trabajo de hormiga, que hizo posible que el club no solo subsistiera, sino que comenzara a crecer dentro de sus posibilidades y a través de permanentes sacrificios. Nombres como los de Arsenio Millaá, los padres de Hugo Millaá, Don Taboada y su hijo Carlos, José María Sancho, César Royo y Rene Bay, también fueron muy importantes para comenzar a fortalecernos cada vez más".
* "Un factor clave del desarrollo fue la tarea que con tanto esfuerzo y dedicación realizaron en el incipiente Rugby Infantil, Guillermo Irigoyen, Ronald Huber, Angel Borlle, Juancho Rossi, el "Gordo" Pecce y tantos otros, que entregaron horas y horas de sus vidas para hacer que Universitario continuara creciendo y poco a poco se transformara en protagonista del rugby santafesino..."
* "Después de tantos años, llegaron los buenos tiempos, donde logramos establecernos en nuestras instalaciones actuales, a las que siempre se les suma algo más. Los logros deportivos, con la inolvidable década del noventa, donde se lograron tantos títulos y logros. En ese contexto, resulta imprescindible rescatar la presidencia de Carlos Ferro; la notable influencia de Juan Manuel Mateo (no solo como entrenador, sino también como hombre de referencia de nuestro deporte); como así también la proyección de jugadores del club a diferentes seleccionados nacionales".
La continuidad de la charla nos ubica en el presente del rugby en nuestra región y en la Argentina toda, sobre lo cual habló con su habitual sinceridad.
* "En el rugby actual se hace muy complicado mantener las estructuras, si no hay solvencia económica suficiente. Es muy común que los mejores jugadores se vayan… En Santa Fe, siempre hubo buenos jugadores, que muchas veces no han sido convenientemente aprovechados…"
* "Después, hay algunos temas complejos, como el hecho que el crecimiento provoca necesidad de mayor cantidad de gente y en algunos casos, los clubes deben recurrir a personas que tienen la mejor buena voluntad, pero que no están formados en el rugby. Eso es algo que se ha mejorado, pero aún existe".
* "En el caso de la Unión Santafesina de Rugby, también hubo épocas en las que no se enviaban a los mejores dirigentes de los clubes para integrarla; y eso es algo no demasiado recomendable, me parece. Creo que por ese motivo, la USR no logró la trascendencia dirigencial a nivel nacional que poseen otras Uniones, como Córdoba o Tucumán, para citar un par de ejemplos".
* "En lo que respecta al país, yo creo que pese a todas las dificultades que han surgido, por ejemplo en estos tiempos de pandemia, creo que igual habrá alegrías por venir. Los Pumas nos han dado enormes satisfacciones a través del tiempo; más allá de algunos cambios que podemos no compartir…", concluyó.
En la recta final de la entrevista, Víctor refiere entusiasmados a uno de sus rasgos distintivos: su gran capacidad para relacionarse con las personas, lo que le permitió multiplicar vínculos con el rugby de los más disímiles puntos del país.
* "Para mí es un honor tener contactos con Hugo Porta, Alejandro Petra, Arturo Rodrìguez Jurado y tantas otras personalidades del rugby argentino; como así también haberlos tenido con quienes ya no están entre nosotros, como el querido e inolvidable Angel Guastella, con quien viví momentos inolvidables de mi vida".
* "Esto quizás sea posible gracias a que creo me he portado bien en la vida: creo que la gente se da cuenta rápidamente cuando se tiene como prioridad al abrazo sincero con el amigo, por sobre todas las demás cosas… Cuando dejas de lado las apetencias personales, para priorizar las colectivas, que es la esencia de este deporte".
* "En el Club Universitario pasó algo de eso, por lo que ahora espero que lleguen las nuevas generaciones, para aferrarse de algún modo, como lo hacíamos nosotros en los comienzos… Con el paso del tiempo fui dándome cuenta de la certeza que tenían algunas personas, como Juan Manuel Mateo, cuando nos decía que el cristal también se raja…", reflexionó.