Redacción de El Litoral
El artista presentó en YouTube el quinto videoclip de “Indominable dominó”, su segundo álbum. Grabado en Arroyo Leyes, cuenta con la participación de Nano Filosi, Nacho S y el juvenil Dylan Violinista.
Redacción de El Litoral
Este domingo 25 de octubre, “Sin miedo a la Hoja en Blanco” se transformó en el quinto single de “Indominable dominó”, el segundo álbum de Bochi Búsico (@bochibusico), cantautor de la ciudad de Santa Fe. Con diferentes aportes, participaron de esta nueva canción Nano Filosi, Dylan Violinista, Nacho S (Ignacio Sobrevilla), Pacho Geller, Justo Lassaga y Emi Rico. Una canción que, según cuenta el artista, nació inesperadamente durante el mes de abril, cuando se encontraba sumergido profundamente en el aislamiento al que nos arrastró esta cuarentena. Quizás, en medio de una búsqueda y un deseo inconsciente de intentar resetearnos y construir a partir e allí, sobre nuevas bases, tanto en lo individual, como a nivel social y universal.
La temática y el título de la canción surgen a partir de un texto que el artista escribió allá por el año 2018, durante un viaje realizado hacia el viejo continente europeo, en el que expresaba lo difícil que suele resultar situarse frente a una hoja en blanco para reescribir nuestra historia, al menos a partir de ese momento en que sea necesario. “No vivo del ayer, dejame una hoja en blanco sobre el banco para ver hoy cómo ando”, expresa el músico en su canción.
Considera que representaría un ejercicio único para realizar desde la niñez y hasta la vejez, para descubrirnos, para develar e interpretar lo que tenemos escondido en nuestro interior, qué es lo nuestro, nuestra pasión. Y luego, a partir de allí, animarnos a ser, simplemente a ser. A lograrlo, y no conformarnos tan sólo con intentarlo, lo cual ya es un montón de todas maneras. “Levanto vuelo, con vértigo, pero no miro el suelo.”
“Volver a cero, mirando alrededor, sentirme nuevo, vivir y morir de estreno”, continúa el artista en su nuevo estreno.
Encuentros
Bochi cuenta que una de las noches en las que estaba cerrando la composición, imaginó y escuchó una melodía instrumental para su interior, y desde ese momento supo que quería incorporar un violín a la canción, al mismo tiempo que deseaba generar un encuentro entre el pop y el rap. Días después, sin haberlo conocido antes, Bochi se topa con Dylan Villanueva en Instagram (@dylanviolinista), quién llamó su atención inmediatamente y le propuso formar parte de esta nueva canción. Con las dificultades que imponía la cuarentena, Bochi le envió vía mail la preproducción de la canción, y a partir de allí hubo un ida y vuelta para finalmente cerrar el aporte fundamental del violín en esta canción.
Posteriormente, y ya con ese instrumento incorporado, Bochi vuelve a convocar a Nano Filosi (@nano_fls) en cajón y coros, con quién ya había compartido dos de las cuatro canciones estrenadas durante este 2020 en el marco de “Indominable dominó”. Finalmente, y a fin de concretar ese encuentro entre el rap y el pop, Bochi se contacta con Nacho S (@tattoos.nachoese), a quién conocía del ambiente pero con quién no había tenido el placer de compartir escenarios ni canciones. Ambos aportaron lo que le faltaba a esta canción, al punto de no poder imaginarla sin ellos.
Por último, Bochi incorporó (por primera vez también en este caso) a Emiliano Rico (@emi.rico) en cámara y dirección, con quién tampoco había tenido la suerte de compartir creaciones artísticas hasta este momento, pero a quién venía observando y admirando su trabajo desde hace tiempo. Justo Lassaga (@justolass) estuvo a cargo de la fotografía de backstage y Pacho Geller (@pach.lemon), como viene ocurriendo en los lanzamientos anteriores, estuvo al mando de la grabación y mezcla de audio, y de la edición de video.
Bochi afirma: “La manada de personas hermosas que se conformó aquella jornada inolvidable de rodaje, y la empatía generada hacia la canción, es lo más importante que me llevo de todo esto, porque es lo que queda impregnado para siempre en toda canción.”
Respetando el concepto de este disco, tanto el audio como el video de esta canción fueron registrados en vivo en julio de 2020, en Arroyo Leyes, Santa Fe. Fue grabado al aire libre, con un set portátil de grabación, intentando captar el sonido ambiente, como es habitual en este segundo disco del artista. En la postproducción del video se utilizó una toma única, sin cortes ni combinaciones con otra tomas. Como se dice en estos casos, el video fue filmado bajo la modalidad “one shoot” (un disparo, o una toma), con pequeñas ediciones posteriores pero siempre sobre la misma toma. El audio fue masterizado por Eduardo Bergallo (Puro Mastering, Buenos Aires).