El príncipe Azim, hijo del multimillonario sultán de Brunéi y cuarto en la línea de sucesión al trono, falleció este sábado a causa de un cáncer contra el que, según informaban este fin de semana medios británicos como The Sun, llevaba tiempo luchando. Tenía 38 años y ya ha sido enterrado en el mausoleo real de Bandar Seri Begawan, capital del sultanato y ciudad natal del príncipe, el mayor de los hijos que tuvo el sultán de Brunei con su segunda esposa, una exazafata de la aerolínea Royal Brunei Airlines.
Educado en el colegio británico Leighton Park Scholl y graduado por la Oxford Brookes University, en 2008 el príncipe Azim de Brunei comenzó a entrenarse como militar en la Real Academia Militar de Sandhurst, aunque al contrario que su padre, el príncipe Harry, el rey Abdalá II de Jordania y el resto de miembros de la realeza internacional que han pasado por esta prestigiosa institución británica, él no llegó a completar su instrucción. Tras apenas una semana de entrenamiento, el príncipe Azim abandonó la academia para dedicarse primero a la industria de la moda, como diseñador de una línea de bolsos unisex de la firma de lujo MCM, y después a la del cine, como productor de las películas You’re not You, estrenada en 2014 con Hilary Swank como protagonista, Lugares oscuros, una cinta de intriga con Charlize Theron.
La fortuna de su padre, estimada por la revista Forbes en 17.000 millones de euros, permitía esas aventuras empresariales y los caprichos de un príncipe que, si bien no llegó a desfilar nunca junto a sus compañeros de la academia militar de Sandhurst, si lo hizo junto a Naomi Campbell en la pasarela de Londres de 2007.
Azim de Brunei prefería el brillo de las estrellas de Hollywood al de los galones castrenses. Sus cumpleaños los celebraba rodeado de Sofía Loren, Faye Dunaway, Rachel Welz, Ursula Andress o Joan Collins, un harén de mitos en el que la favorita era Mariah Carey. Según recuerda el diario The Times en el obituario que le dedicaba ayer, en 2006 el príncipe le mandó a la cantante un collar valorado en 5,7 millones de dólares en un avión privado, horas antes de un concierto que dio en el Madison Square. En otra ocasión, el príncipe la contrató por más de un millón de euros para que interpretara tres canciones en la fiesta de Nochevieja que, en 2014, dio en el hotel Dorchester de Londres, propiedad de su padre.
Ese mismo año sus lazos con Hollywood y la industria de la moda comenzaron sin embargo a debilitarse. Tras anunciar un endurecimiento de las penas contra los homosexuales, el sultán de Brunei se convirtió en el objeto de una campaña en la que famosos como George Clooney o Elton John pedían boicotear hoteles como el Dorchester, escenario de las famosas fiestas de su hijo, o el Plaza Athénée de París, donde muchos asistentes a la Semana de la Moda de la capital francesa decidieron dejar de alojarse.
El boicot se reavivó cuando el año pasado Brunei empezó a castigar con lapidación a los homosexuales. Azim se convirtió entonces en un arma contra el sultán por su supuesta homosexualidad. “Es tan hipócrita. El hijo de este tipo es una loca y ahora promulga una ley para lapidar a los gays”, protestaba el bloguero Perez Hilton en un video en el que aseguraba haber pasado tiempo con el príncipe. La revista Newsweek, por su parte, publicó un artículo recordando la amistad del hijo del sultán con famosos comprometidos con la defendsa de los derechos de la comunidad LGTB como Mariah Carey o el esquiador Gus Kenworthy, asistente junto su novio, el actor Matthew Wilkas, al cumpleaños del príncipe Azim de 2016.