Tras haber vivido durante varios años en Buenos Aires, la sanjustina Ángeles Alemandi se fue a vivir con su marido, ingeniero, y su pequeño hijo Vicente a General San Martín, en el sur de la provincia de la Pampa. Allí, en 2013, le diagnosticaron cáncer de mama y debió regresar a Capital Federal para afrontar el tratamiento. Allí también llegaron, desde su San Justo natal en el norte de la provincia de Santa Fe, su hermana y su mamá. Esta última aferrada ciegamente a su fe, cargada de imágenes religiosas, medallitas y bidones de agua bendita. Todo lo necesario, desde su punto de vista, para ayudar a su hija a superar el trance.
Esa imagen, cargada en el fondo de un mayúsculo amor maternal, puesta en tensión con su propio agnosticismo, es lo que le sirvió a Ángeles, comunicadora social y escritora, para forjar su primera novela, la semi autobiográfica “Rally de santos”, recientemente publicada por Ediciones La parte maldita. Cómo señala la también escritora Gabriela Cabezón Cámara al referirse al texto, Ángeles “cuenta con gracia, con ritmo, con dolor y con humor su periplo en el mundo de la enfermedad. Y el de su madre, que fue y volvió con medallitas, oraciones, estampitas, amuletos, inciensos y aguas benditas de todos los santuarios, todas las vírgenes y todos los curas sanadores”.
Llegó la novela a casa. Es real, huele a vainilla, de un amarilloso luminoso que encandila. Hace años me acompaña:... Publicado por Ángeles Alemandi en Martes, 20 de octubre de 2020
“Cuando recibí el diagnóstico (carcinoma de alto riesgo) hice algunos posteos respecto a eso y sobre cómo era la vivencia del tratamiento. Pero, en ese contexto, aparece la figura de mi mamá. Y la vi dibujarse como una figura literaria. Vi que al lado mío no tenía una madre, sino un personaje de ficción. Porque mi mamá, con su mirada suya tan aferrada a la fe, se convierte en una mujer que cree que lo único que puede hacer por su hija que está enferma con un diagnóstico grave es rezar. Y empieza lo que ella misma denominó en un mensaje de texto como un ‘rally de santos’. Empieza a visitar iglesias, pastores, curas sanadores, monjas videntes y lo que se te ocurra, para que su hija se cure”, contó Alemandi a El Litoral al repasar el proceso que dio origen al libro.
Repuesta del trance, que ahora quedó capturado en las letras de molde de la novela, Ángeles rememora momentos y sensaciones que le permitieron construir la historia. La manera en que, ante la firme búsqueda de respuestas en la fe, observaba a su madre desde un lugar totalmente descreído, que de alguna manera terminó definiendo el núcleo de “Rally de santos”. “Desde chica fui a la Iglesia, estuve en Acción Católica, hice todo ese recorrido. Pero cuando me fui a estudiar Comunicación Social a la Universidad de Entre Ríos, todas esas estructuras explotaron, me volví agnóstica. Y cuando fue el momento del tratamiento, para mí lo que me iba a salvar era la medicina, no otra cosa”, señala.
No obstante, Ángeles también era madre y eso le sirvió para ampliar su perspectiva. “Entendí que cuando a una le pasan cosas malas, piensa en cierto modo: ‘Bueno, por lo menos me pasó a mí y no a mi hijo’. Mi mamá no podía decir lo mismo. Entonces, cuando tuve conciencia de eso, comprendí de una vez y para siempre ese rally de santos que ella había hecho. De modo que hay una especie de juego en la novela. Cuando me senté como autora a escribirla, la idea fue trabajar los personajes: una madre muy aferrada a la fe y una hija que descree de todo, pero a quienes sigue sosteniendo el vínculo de amor infinito. El sentimiento universal que atraviesa la novela no es la enfermedad, o las estrategias para sobrevivir, sino el miedo que sentimos las mujeres cuando nos volvemos madres, un miedo que llega desde el momento en que te apoyan a tu hijo o a tu hija en el pecho a que le pase algo. Una tiene que aprender a convivir con eso. Eso es lo que cualquiera puede respirar en la novela”, explicó.
La realidad bajo otra luz
Aunque la materia prima que tomó para escribir “Rally de santos” fue su tránsito por la enfermedad y la relación con su madre, Ángeles destaca que la novela es solo a medias autorreferencial. “Desde el momento en que uno decide cómo va a contar algo, lo ficcionaliza, toma decisiones sobre qué cosas cuenta o no, donde arroja luz, que deja pasar, qué es lo más importante y lo menos importante. Así, va transformando un hecho real en una ficción. Por eso, si bien este libro está basado en hechos reales y hay muchas cinceladas de mi álbum familiar y mi infancia en San Justo, el intento fue que trascienda esa historia íntima. Es una pretensión enorme, pero la idea es que toque otras fibras en los lectores, que vaya más allá de mi historia en particular”, explicó.
La pretensión de Ángeles ante la escritura, fue siempre la de trabajar los textos para que sean valorados por su forma tanto como frente a su contenido. Algo que trató de preservar siempre en en sus crónicas e informes periodísticos y aún el el blog titulado “Esta que te parió”, que comenzó cuando nació su hijo, hoy de 8 años, centrado el ‘lado B’ de la maternidad. “Siempre hice un esfuerzo para que las cosas estén bien contadas. Es que para mí la escritura siempre es la oportunidad de reencontrarme conmigo misma”, cerró.
Ángeles Alemandi nació en San Justo en 1981). Estudió Comunicación Social en la Universidad Nacional de Entre Ríos. Tras recibirse se fue a vivir a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, siete años después se mudó a General San Martín, un pueblo al sur de La Pampa, donde ahora reside. Publicó notas en revista Orsai, Anfibia, Elle, Cosecha Roja, Hecho en Buenos Aires, diario El Litoral y Diario Textual. En 2008 ganó la Beca Avina a la Investigación Periodística. Fue finalista del concurso Crónicas Interiores en 2014, del Premio Leamos en 2018 y del Crónica Patagónica en 2019. “Rally de santos” es su primera novela.