Alumnos de distintas escuelas reflexionaron sobre su fin de ciclo "infectado": aunque lamentan que no pudieron "lucir sus chombas", tener su viaje de quinto o su recepción, consideran que tal vez no todo está perdido.
El Litoral.
16:33
Los alumnos de quinto año de secundaria de gran parte del país recordarán 2020 como el año en que no pudieron vivir las tradicionales experiencias de las que todos los egresados se jactan: el viaje, la fiesta, vestir el uniforme, "chapar" o hacerse un machete en el reverso de la corbata...conversar con los amigos sobre el futuro. Pero, ¡realmente lo consideran como un año "tachado"? Veamos...
Tamara: "Se te empiezan a caer todas las ideas que tenías para quinto año y también te da un poco de miedo porque no sabés qué va a pasar, es una incertidumbre, no sabés si vas a estar preparado para la facultad, si en lo académico vas a tener las herramientas, son un montón de sentimientos. Además, nosotros pensábamos que nuestro quinto año iba a ser más festivo, más alegre, que íbamos a pasar las clases más divertidas...no pensábamos que iba a ser de esta manera, pensábamos que iba a ser presencial. Cuando volvamos, que no sé cuando vamos a volver, que disfrutemos al máximo el poco tiempo que nos queda y hagamos las actividades que teníamos planeadas. Tenemos clases virtuales para hablar sobre cómo nos sentimos pero es muy triste, es frustrante saber que no vamos a tener lo que tanto esperábamos para este año, para mí es un año perdido porque no lo disfrutamos y no se pudo hacer nada para avanzar con respecto al año que viene, la carrera en la universidad, porque algunos chicos cuando eligen su carrera se tienen que preparar y uno no sabe si prepararse o no, porque no sabemos lo que va a pasar, si anotarse o no anotarse...en mi opinión, es un año perdido".
Catalina: "Tal vez tenía muchas expectativas de acuerdo con nuestros compañeros. Siempre es esperado porque, por lo que los demás te cuentan, quinto año es el mejor, es cuando podés poner música en los recreos y pequeñas cosas que vos esperas, como lucir las chombas, las camperas, el desfile del 9 de Julio, la recepción...íbamos a hacer un viaje a Buenos Aires...y es el algo que quedó en la nada, cuando el año pasado decíamos "va a ser el mejor el año" y no se pudo. Al principio, fue muy triste y angustiante; si volvemos, dicen que va a ser lleno de protocolos y obviamente todos los alumnos no van a poder estar pero, bueno, también meterle la mejor energía para poder disfrutar aunque sea algunos días. Además, muchos chicos también están tristes porque no saben qué van a hacer con algunas materias que tal vez el año que viene se las pidan; yo creo que las facultades van a entender, porque todos pasaron por la pandemia pero no sabemos si nos van a enseñar, si vamos a tener clases el año que viene y eso también es una incertidumbre: al principio fue todo de golpe, pudimos tener solo tres días de clases y teníamos esperanza de que tal vez pudiéramos volver pero después "en junio", después "en julio", después "en agosto", y así... entonces llega un punto que te cansas y no querés saber más nada con hacer las cosas de la escuela. Con respecto a lo escolar, creo que cada profesor hace lo que puede y sé que algunos profesores se esmeran, porque para ellos tampoco es fácil, pero como hay algunos que sí y otros que no, creo que cada uno hace lo que puede y a ellos también les angustia no poder darnos las clases que nos debían dar, pero siento que es uno tachado porque no pude vivir la experiencia de estar día a día con mis compañeros en quinto año. No es que todos los días nos dan materias pero todas las semanas tengo trabajo para hacer, día y noche, yo siento que a mí me dan clases normales y siento que el nivel es bueno, porque mi escuela es buena, estoy orgullosa de ir a una escuela pública".
José: "Es medio raro, porque no es el quinto año habitual, tenemos que adaptarnos a la situación, tuvimos que buscar distintas maneras de aprender, de relacionarnos con nuestros compañeros y buscar la forma de sobrellevar este año tan atípico. La recepción es una de las actividades que queríamos hacer todos pero hay que ver si se puede hacer, pero más que nada lo que se extraña es el día a día con los compañeros. Y va a ser difícil el tema de la elección de carreras, en lo personal todavía no tomé una decisión porque el hecho de que en este año el estudio y la carga del material no fue igual que en un año convencional, la transición para la elección de la carrera y la universidad se me hizo el doble de difícil, si bien con internet tenés todo a tu alcance y si querés saber cómo se desarrolla una determinada carrera en una universidad determinada, podés saberlo. Yo siento de que por más que el contenido que aprendimos fue menor, tuvimos que hacer algo interno también como grupo para adaptarnos a la situación, tuvimos que reinventarnos, organizar los horarios porque fue muy distinto a la presencialidad y hubo que buscar otras formas. No creo que haya sido un año perdido, ni cerca".
Lucía: "Desde mi curso, desde mis amigos y los quintos que conozco, el día que nos enteramos que teníamos que encerrarnos y no íbamos a poder hacer la fiesta, el Último Primer Día, el Último Día, fue angustiante...No tener el espacio para charlar con tus compañeros de qué vas hacer el año que viene, dónde vas a ir, qué vas a estudiar, entonces empezás por tus propios medios a ir buscando, pero es solitario, la compañía es totalmente virtual, no hay contacto, lo que nosotros teníamos, el abrazo, el beso, el acompañamiento físico no está entonces es mucho más complicada la elección de tu futuro, que es lo que vas a hacer el resto de tu vida. Para mí hay mucha diferencia en lo público y lo privado en el sentido de que en general, la mayoría de los estudiantes no tuvieron acceso, entonces me parece que va a haber mucha diferencia después de todo esto. Es un año para reflexionar, donde nos dimos cuenta de que hay que vivir y disfrutar el día a día porque no sabés qué va a pasar mañana, como nos pasó a nosotras, que se nos canceló todo quinto año".
Cassandra: "Es muy desalentador porque vemos que todos nuestros planes no se van a poder hacer, también por cómo nos manejamos dentro de las clases, tener poco tiempo o no ver a tus compañeros no te incita a poder seguir o completar las tareas porque ni siquiera te califican, entonces vos decís para qué lo voy a hacer si, más o menos, con lo que me ayuda la tutora o con mis propias búsquedas sé lo que voy a estudiar y es pasar esto y ya está, porque tampoco vamos a hacer el año de nuevo así que la situación es bastante rara para todos. Te sentís muy solo, no podés ni siquiera preguntarle a otras personas que hayan estudiado la carrera o ir a las ferias de las carreras, entonces los que ya están listos se están preparando para el año que viene pero los que todavía no saben qué hacer están muy perdidos y entran un poco en pánico. Uno se espera a tener un quinto año lleno de fiestas, estar con tus compañeros...en lo personal también, muchos proyectos personales que tenía no se pueden hacer, por protocolo y demás. Pero hay que seguir adelante, más allá de lo que pasó este año, porque si nos ponemos a pensar es solo un año de nuestra vida, tenemos solo 17 o 18 años, y siempre hay alguien que la está pasando peor, que no puede acceder ni siquiera a una computadora con internet".