Se hizo larga la espera para todos: para los hinchas, para el plantel y hasta para el cuerpo técnico de Domínguez, que apenas sumó dos piezas y se quedó sin varios "soldados" que fueron abandonando la institución, ya sea por razones económicas y también deportivas. Esto fue lo que pasó con Fritzler, Doffo (al que el hincha ni siquiera vio un partido en acción porque llegó a principios de año pero no jugó), Rafael García (que llegó con la chapa de caudillo y también duró poco), Zuqui, Estigarribia y ahora se suma, también con conflicto, Lucas Viatri.
De aquéllos once que Domínguez puso ante Central el 16 de marzo pasado en el Gigante, hay algunos que ya no están: Zuqui, Estigarribia y Fritzler. El técnico movió el "avispero" de las inferiores y allí apareció el pibe Facundo Farías, al que muchos indicaban como un candidato a ganarse un lugar en la consideración de Domínguez y de hecho lo logró. Apenas dos incorporaciones (Piovi, que está lesionado y el colombiano Góez, que mostró cosas interesantes e irá al banco), más una línea de juego cuyas características son conocidas por el hincha.
Desde que empezó a trabajar, aquél ya lejano 10 de agosto y luego de casi cinco meses sin actividad por la pandemia, Domínguez fue armando una estructura con tres hombres en el fondo, cinco volantes en el medio y dos puntas. En realidad, es un esquema inicial, porque los dos "volantes" de los costados son, en esencia, marcadores de punta. Tanto Vigo como Escobar tienen la misión de tirarse atrás y de armar línea de cinco si las circunstancias lo ameritan. Pasó en el amistoso con Rosario Central, de 90 minutos, cuando Colón se puso rápidamente en ventaja (ganaba 2 a 0 antes de los 15 minutos) y se acomodó a "gusto y placer" de Domínguez, achicando espacios en su campo y saliendo rápidamente de contragolpe.
Que Vigo y Escobar retrocedan no significa que estén atados a la función de contención. Los dos tuvieron libertades y, de hecho, las aprovecharon. Así fue que Escobar -cuyo contrato vence el 30 de junio del año que viene y no es seguro que se quede- llegó a la cuarta conquista aquella mañana calurosa en el Centenario.
La recuperación de Lértora (había arrancado su ciclo en Colón con poca pretemporada) y de Aliendro (se lesionó el día previo a la final y le costó estar bien) permiten suponer que Domínguez se encontrará con dos jugadores que todavía no han mostrado todo lo que pueden dar. A ellos se sumará Farías, un juvenil de gran futuro, con "buen pie", que tendrá la misión de acompañar al tándem más ofensivo que estará formado por Chancalay y Morelo, justamente los dos delanteros que puso Domínguez en el partido con Central, el del 3 a 1 oficial por la ya desaparecida Copa de la Superliga, que marcó el debut del "Barba" en la conducción técnica del equipo después del alejamiento de Osella.
Tenés que leerColón, en modo pandemia, viajó en dos micros a Capital FederalColón tira toda la carne en el asador, como se dice, en esta Copa de la Liga Profesional que, aparte, tiene un aliciente: al no haber promedios ni descensos -al menos lo que se estableció en asamblea fue que nadie bajará de categoría hasta el 2022-, estará desligado de esa presión que había preocupado bastante luego de la final perdida en Paraguay (se cumplirá un año en pocos días), cuando el equipo cayó progresivamente en la tabla de promedios.
Este detalle, el de la ausencia de descensos, le quitará atractivos al campeonato pero liberará a Colón de esas presiones. Esto seguramente le dará tranquilidad e intentará aprovechar la situación en un torneo muy particular, casi armado de relleno y en el que menos de 15 partidos le pueden significar lo que nunca se pudo conseguir, que es la primera estrella.
Hay jugadores que tranquilamente podrían estar en el equipo titular y no lo están. Los casos más sonados son los del Pulga Rodríguez, que viajó e integrará el banco de suplentes pero perdiendo posiciones que antes tenía totalmente ganadas y Brian Fernández, que tiene una molestia en el aductor y sigue con la negatividad que lo acompaña, lamentablemente para él y para el club, desde su llegada.
Frente a Colón estará un equipo que pondrá un mix, que viene de perder su lugar en la Libertadores con un gol que le marcaron en tiempo de descuento en Brasil (ante el Santos) y que luego se recuperó porque fue a Paraguay y le ganó a Sportivo Luqueño, ya por la Sudamericana. El objetivo de Crespo es el de no perder terreno en ninguna de las dos competencias, quizás el triunfo en Paraguay le da cierto alivio pero igualmente preservará algunos jugadores para el miércoles.
De todos modos, Defensa y Justicia, uno de los clubes que más creció en los últimos tiempos en el fútbol argentino, no cambiará su estilo de juego: 3-4-3 en el esquema y una estrategia ambiciosa y de ataque. Es lo que pregona Crespo y no modificará nada.
Burián, Chicco, Delgado, Olivera, Bianchi, Nardelli, Garcés, Vigo, Escobar, Meza, Lértora, Góez, Moreyra, Aliendro, Bernardi,Farioli, Pierotti, Farías, Luis Rodríguez, Chancalay, Morelo y Sandoval son los que llegaron este viernes a la tardecita a Buenos Aires.