La segunda ola de infectados de coronavirus en Europa, que obligó a ordenar nuevas medidas de confinamiento y paralización de las actividades, el avance de la pandemia en Estados Unidos que solo en la última semana registró más de un medio millón de casos nuevos y donde más de la mitad de los estados del país alcanzaron niveles récord de contagios, y los rebrotes en el sudeste asiático, son obstáculos para los cortos pasos en el camino de la recuperación que está dando la economía argentina, porque ratifican que hasta que no se apruebe una vacuna el mundo vivirá en inestabilidad e incertidumbre.
El Informe de actividad industrial mundial que elabora el Centro de Estudios para la Producción dependiente del ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, señala que en agosto, antes de los nuevos confinamientos ordenados en el hemisferio norte las últimas semanas, el indicador de actividad industrial mundial tuvo un crecimiento desestacionalizado de apenas 2,0% con respecto al mes anterior, convirtiéndose en el cuarto mes consecutivo de expansión, aunque aún sin alcanzar los niveles prepandemia.
La actividad industrial de China en agosto creció el 5,6% interanual, la quinta consecutiva desde que recuperó el crecimiento en abril, en tanto los primeros datos de setiembre indican una nueva aceleración de la expansión, superior al 6% interanual.
En América Latina, sin contar Brasil que retrocedió 2,6%, el resto cayó en promedio un 6,3% interanual en agosto. La región acrecentó su caída por segundo mes consecutivo, ya que en julio había retrocedido el 5,8%. El resultado de agosto se explica por una aceleración del retroceso en Uruguay (-9,9%), Chile (-4,8%) y Paraguay (-2,1%). Junto con Uruguay, los países más afectados por la crisis en este mes fueron Colombia (-10,3%) y México (-9,0%).
En tanto Europa cayó en agosto el 6,2% mientras que Estados Unidos, pese a la sustancial mejora en el tercer trimestre respecto al segundo de este año donde sufrió enormes pérdidas, tuvo una baja interanual de 7,2% en su producción industrial que se acercaría al 8% en setiembre según los primeros datos. El PBI del país que gobierna Trump aún sigue un 3,5% por debajo del nivel precrisis.
En el medio de una agresiva campaña electoral, los pedidos de seguro de desempleo en Estados Unidos mantuvieron un promedio superior a los 800.000 hasta mediados de octubre, y la tasa de desempleo nacional del 7,9% en septiembre aún era más del doble de su nivel prepandémico.
En el resto del mundo se observó una caída promedio de 4,9% interanual en agosto, lo que implica una mejora respecto a julio que responde en parte a la menor caída interanual de India (-8,0%) y Rusia (-7,2%). Por otro lado, Turquía mostró una variación interanual particularmente alta (+15,9%) producto de una muy baja base de comparación en agosto de 2019.
El freno del comercio mundial no es solo un problema de los otros. Esta semana se conocieron las estadísticas del comercio exterior en la provincia que revelan que en el período enero - agosto de 2020 las exportaciones con origen en la provincia de Santa Fe alcanzaron un valor de U$ S 7.364,0 millones, lo que significa una disminución superior al 22 % respecto del mismo período del año anterior.
La cuestión geopolítica más importante de nuestro tiempo que es la disputa comercial entre Estados Unidos y China y el rol de ambos países en la recuperación de la economía global ha vuelto a estar en la agenda pública, agitado sobre todo en la recta final de la campaña electoral norteamericana.
Stephen Roach, miembro de la facultad de la Universidad de Yale y ex presidente de Morgan Stanley Asia, escribió en el portal de opinión Projet Syndicate que si bien el crecimiento anualizado del 11,2% del PBI de China en el tercer trimestre de este año es una buena noticia, "algunos signos persistentes de debilidad evidentes".
De todas maneras consideró que por el gigante asiático pasará el eje de la recuperación mundial. "Así como China lideró la recuperación económica tras la crisis financiera mundial de 2008, hoy está desempeñando un papel similar. Su repunte posterior a COVID está cobrando impulso en medio de un mundo desarrollado que permanece en terreno inestable".