En un año "normal", generalmente en esta época las familias empiezan a organizar sus vacaciones. Costa argentina, Brasil, Uruguay o algún otro destino del exterior, son los lugares más elegidos por los santafesinos. Pero no caben dudas de que este particular 2020 marcado por el Covid-19 será una excepción a esa "normalidad" habitual. Es por eso que las consultas para alquilar quintas en algunas localidades del corredor costero de la Ruta N° 1 aumentaron de forma considerable, con la perspectiva de que el turismo de proximidad sea una alternativa viable.
Lo que nadie esperaba son los precios desmedidos que hoy se pueden observar. Gonzalo Mones Ruiz es asesor inmobiliario, está en el rubro desde hace unos 30 años y -desde hace casi 20- se dedica puntualmente a las transacciones por casas quintas de la Costa santafesina. Mones Ruiz es una voz autorizada sobre la base de su experiencia y habla con los "pies sobre la tierra", dentro de un sector que también padece la pandemia.
-En este año tan particular por la pandemia, todavía la gente no sabe si se va de vacaciones o no, o si alquila una quinta. Pero esto último, ¿es una "odisea"?
-Efectivamente. Es una odisea, que además es muy costosa. Durante septiembre y hasta principios de octubre, estalló como nunca la cantidad de pedidos. Y los propietarios empezaron a subir los precios. Hablé con varios de ellos, y también con inquilinos. Justamente muchos de los inquilinos no se pueden ir por lo que fue este año tan atípico, porque no les funcionó el negocio como pretendían, no tuvieron los ingresos habituales y además porque no se podía viajar.
Cuando empezaron los rumores de que se podía viajar bajo ciertos requisitos para cumplir, empezaron a descender las consultas (por alquileres de quintas), y recién ahora los propietarios están empezando a mandar mensajes para confirmar, ver lo que hay y si hay que bajar algo, porque teníamos unos precios muy locos.
-¿De cuánto estamos hablando?
-He llegado a tener quintas sobre las cuales sus dueños pedían hasta 100 dólares por día. Lógicamente este es un ejemplo de un lugar con muchos detalles que son caros: por ejemplo, si una quinta da al río, si tiene bajada de lancha propia, un aire acondicionado de 15 mil frigorías en el quincho... Así y todo, no sé si vale 100 dólares por día. En este caso, pude arreglar con el propietario en 14 mil pesos por día, que igual es una suma importante.
Y hay casas quintas "comunes", sin nada del otro mundo: aquí te vas a encontrar con unos 7.000 u 8.000 pesos por día. Eso antes era el precio final, ahora se deben agregar consumos que no tenía; en algunos casos el mantenimiento del jardín, en otros casos la pileta, porque hoy los productos son muy caros (un ejemplo: el cloro al 65% cuesta entre 1.000 y 1.200 pesos el bidón de 20 litros).
Se estima que alquilar una buena quinta hoy sale casi 200 mil pesos por diez días. A eso hay que sumarle la comida y todos los demás gastos necesarios para vivir ahí por ese tiempo.
-De haber sido una año normal, ¿cuánto hubiera costado hoy un alquiler?
-Lógicamente serían costos mucho más bajos. Como para que tengamos en cuenta: en diciembre 2019/enero 2020, una casa linda con tres dormitorios, aire acondicionado, parque y pileta se alquilaba en alrededor de los 3.000 pesos por día, acá en la zona de Colastiné y Villa California (Rincón), que es cerca al centro de Santa Fe. Obvio que cuanto más te alejás, se abaratan los costos. A principios de este año, en Arroyo Leyes, por 2.000 ó 2.500 pesos se conseguía una muy linda casa, pero había que hacer un recorrido de unos 12 ó 14 kilómetros.
Hoy, respecto de lo que está en Colastiné y Villa California, tenemos que hablar de alquileres que oscilan entre los 9.000 y 10.000 pesos por día. Y aún así estás en Santa Fe; entonces el propietario que está queriendo "salvarse" a raíz del coronavirus con el alquiler de la temporada, no sé si lo va a lograr.
-Con este panorama, ¿hay quintas ya alquiladas para la temporada?
-No, por el momento no alquilamos ninguna. Hablé con un propietario que tiene dos inmuebles en el km. 12 de Arroyo Leyes, y me dijo que tiene cerrada las fiestas (de fin de año) para las dos quintas, pero que para enero no se anima a tomar seña porque no sabe lo que va a pasar. Y también me dijo que si llega enero y tiene que bajar un poco sus pretensiones, lo hará pero para alquilar por poco tiempo. O sea, no están tomando señas largas. Las dos o tres quintas que se alquilaron, que lo hicieron de manera particular por una cuestión de costo inicial, son los primeros días de diciembre y las fiestas.
-Estos precios elevados que ponen los propietarios, ¿termina siendo algo que le juega en contra a ustedes como inmobiliarios?
-Sin duda. Nos "rebota" a nosotros porque tenemos un depósito en garantía, que le solicitamos al inquilino. Y el propietario, cuando alquila particular, no lo hace. Nosotros pedimos un depósito en garantía pero no puede ser de 50 mil pesos. Podemos pedir 15 ó 20 mil pesos de garantía, como mucho. Es una cifra que no cubre si se rompe un televisor Led o si se quema un freezer. Y además está la comisión nuestra (el 10%), que tampoco es mucho, pero todo suma. Eso es algo que no se devuelve porque es nuestro trabajo. En definitiva, alquilar una muy buena quinta hoy sale casi 200 mil pesos, diez días. A eso hay que sumarle la comida, y todos los demás gastos necesarios para vivir ahí por ese tiempo.
-¿Cómo imagina lo que puede pasar?
-Es muy difícil saber lo que va a pasar. Te doy un ejemplo "tonto", por llamarlo de alguna manera, que nos marcan esa incertidumbre. Necesitábamos comprar dos rollos de manguera para una quinta, y el ferretero me dijo que no tenía porque es importado de China; a su vez, el vendedor le dijo a él que no cuenta con ese insumo porque no tiene precio de referencia. Ahora se frenó la suba del dólar, pero hasta hace unos días estábamos con un incremento de 7 u 8 pesos por día (de la moneda extranjera).
Con todo, hoy no estoy en condiciones de tomar una seña. Porque puede venir un propietario y decirme: "Tomaste mi seña de una quinta por 90 mil pesos los quince días. Pero ahora sale 140 mil pesos". Tengo que devolver la seña y automáticamente "le mato" las vacaciones a una familia. Como empresa quedamos en el medio, y no puedo poner la cara por ninguno de los dos porque no se lo que puede pasar. Ni nosotros ni los dueños tenemos parámetros para poder alquilar algo en enero, ni hablar en febrero.