La Municipalidad de Santa Fe decidió postergar la apertura oficial de playas y solarium de la ciudad al mes de diciembre, sin fecha definida hasta el momento. Lo hizo de manera conjunta con el gobierno provincial, tras una reunión entre el intendente Emilio Jatón y la ministra de Salud provincial, Sonia Martorano, entre otros funcionarios. El motivo: la pandemia. La explicación: ajustar los protocolos sanitarios a implementar en dichos espacios públicos para evitar contagios del virus sars-cov2, que genera la enfermedad covid-19. La consecuencia: este año y de manera excepcional las playas no serán habilitadas hoy, 15 de noviembre, como es habitual que ocurra cada año en el marco del aniversario de la fundación de Santa Fe. Este atípico 2020 se celebrará el 447º aniversario de la ciudad fundada en 1573 por Juan de Garay.
En Santo Tomé estaba previsto que desde este domingo haya guardavidas custodiando las playas y en San José del Rincón, quedó habilitada hoy la temporada sin la posibilidad de ingresar al río Ubajay, es decir, sólo como solarium. Mientras que en Rosario, por ejemplo, donde ya hay guardavidas custodiando las playas desde el 1 de octubre, la habilitación oficial será el domingo 22 de noviembre.
Luego de decidir la postergación del inicio de la temporada y tras una serie de publicaciones periodísticas en las que los guardavidas advirtieron acerca de los peligros que dicha medida conlleva, la Municipalidad de Santa Fe tenía previsto redefinir un operativo de guardias preventivas en las playas para evitar ahogamientos de bañistas y controlar así la situación. Algo similar a lo del resto de las ciudades antes mencionadas, con sentido común.
Este operativo de prevención se iba a implementar desde este domingo en la ciudad, con la presencia de unos 40 guardavidas en distintas playas. Es que el intenso calor hizo que mucha gente ya concurra a las playas y solarium para disfrutar del aire libre. Entonces, se hace necesario el control, no sólo para señalizar la prohibición de ingreso al agua, sino también para mantener el debido distanciamiento social por la pandemia. Mientras tanto, las autoridades continuaban definiendo los protocolos de prevención para el resto de la temporada que comenzará en diciembre.
Pero además de la pandemia hay otro factor determinante: la prolongada bajante del río Paraná. Al igual que ocurrió durante la temporada pasada, el fenómeno persistiría durante -al menos- los próximos meses. Por lo que se espera un verano con mucha arena (algo positivo para que haya más espacio para el distanciamiento) y, al parecer, sin posibilidad de ingresar al río o a la laguna Setúbal. Esto es debido a la contaminación (habrá que evaluar la calidad del agua) y a la presencia de pozos y barrancas profundas, sobre todo en la Costanera Este.
Será necesario, entonces, contar con la cantidad suficiente y el mantenimiento permanente de duchas y sistemas para hidratarse y refrescarse al aire libre en las playas. Los paradores fueron concesionados para brindar servicios y se prevé que los incorporen, aunque no se comunicó la cantidad, por lo que se desconoce si serán suficientes.
Mientras tanto, los guardavidas continúan su capacitación para custodiar las playas santafesinas. Esta temporada necesitarán reemplazar los tradicionales torpedos de rescate por tablas similares a las de surf, aunque con manijas, para llevar adelante los salvatajes por ahogamiento. Así podrán mantener el distanciamiento social y evitar contagios del virus.
Además, durante los rescates actuarán: un guardavidas en el agua y otro en la costa. Este último contará con todas las medidas de protección sanitaria (traje, guantes y mascarilla) para brindar los primeros auxilios. Estos nuevos protocolos es lo que están aprendiendo en los talleres que vienen realizando durante estos días para estar mejor preparados.
Por último, y como lo indica el sentido común, quedará en el compromiso de los ciudadanos la última palabra para que la temporada transcurra sin sobresaltos ni tragedias. Habrá que respetar el distanciamiento social, higienizarse, utilizar el tapabocas, no compartir el mate ni el vaso cuando se ingiere un refresco en la playa, no ingresar al río donde no está permitido y cumplir con todas las indicaciones que se dispongan. Nada más, nada menos. La diferencia entre pasarla bien y pasarla mal; y en extremos, entre la vida y la muerte.