Aunque la demanda de materiales para la construcción del sector privado (e incluso del público) está teniendo un repunte -pandemia a cuestas-, y que la otra demanda, la "chica" o "doméstica" también, hay faltante de materiales: casi que no se consigue arena -insumo fundamental- y éste es el punto crítico; pero también escasean el hierro, los ladrillos, las premezclas y otros materiales básicos.
Ésa es la conclusión coincidente desde varios corralones grandes de la ciudad consultados por El Litoral. Con este panorama desfavorable, advierten que toda la cadena de comercialización, distribución y producción se ve afectada, desde el empresariado de la construcción, el local que no se puede comprometer a confirmar una venta de un pedido por no saber si ese material llega, hasta los transportistas e, incluso, los propios obreros: sin material no hay trabajo.
"Que existe faltante de materiales, sí: es una realidad. Los fabricantes 'cupifican' los envíos, es decir, nos dan cupos de materiales, y éstos no alcanzan para la demanda que hay. La mayoría de las empresas constructoras, que tienen mayor demanda, toman los promedios (de compras) con los que trabajaron el año pasado, y esos promedios son los que se entregan este año. Pero como aumentó la demanda, no se alcanzan esos niveles (promediados) porque la oferta es muy restringida", le dice a El Litoral Paula Rodeles, de Aremat Puerto SRL.
El problema que más preocupa hoy es el desabastecimiento de arena. Un conflicto entre trabajadores y empresas transportistas por transporte náutico (barcos areneros) está dejando sin ese material básico (hasta para hacer una pequeña refacción en una vivienda) al sector de la construcción en al menos siete provincias, entre ellas Santa Fe.
"Este tema es un problema puntual. Hay un paro de embarcados y hace 20 días que no se produce arena: hoy no hay arena para trabajar. Esto podría agravar la situación de las grandes constructoras (hoy con 30 obreros habilitados) si sus obras retoman los niveles de construcción habituales, es decir, si empiezan a demandar mayor cantidad de materiales que hoy no está llegando", agrega Rodeles.
Pero el coletazo también abarca a otros insumos principales: hierro, ladrillo, cemento o cal (la llamada "obra gruesa"). "Estos otros materiales, por fuera de la arena, están también 'cupificados'. En general, ese cupo está relacionado al promedio de lo que se compró a ese fabricante el año pasado. En 2019 el mercado estaba en caída, porque no había una demanda de consumo. Entonces, si tomamos ese nivel de cupo, prácticamente no alcanza para nada", agrega la representante.
"Toda la arena llega por barcos, y se desabastecieron las areneras de aquí, en Rosario también y en parte de Buenos Aires", aporta Aldo Campi, de Germat SRL. Y hoy a un constructor que no tiene arena, por más que tenga todos los materiales, no puede avanzar.
La otra demanda de materiales de construcción en franco crecimiento -que acaso no se esperaba- es la "chica": son las familias que por la pandemia, deciden hacer refacciones o ampliaciones en sus viviendas, o comprar e instalar una pileta para pasar el verano, como una inversión duradera que reemplazará, al menos este verano, a las vacaciones. Claro: el coronavirus es una limitante al momento de decidir si viajar unos días de descanso o no.
"La construcción empezó a reactivarse en general. Y además, la gente evalúa la posibilidad de no irse de vacaciones; entonces invierte en una pileta y en mejoras o ampliaciones en sus casas. Hay mucha demanda de lo 'chico'", asegura Campi. La misma observación hacen desde el Emporio de la Construcción: la demanda es muchísima, sobre todo la pequeña o doméstica. "Y justo en este momento en que la construcción se está moviendo, no se puede entregar material porque a nosotros no nos entregan".
Esta situación del faltante de arena perjudica a los corralones, a las empresas que fabrican premezclas (pegamento para cerámicos), e incluso para las empresas que producen piletas. "Influye en toda la cadena. Con el hierro pasa lo mismo: una familia que quiera instalar una pileta (para lo cual se necesita hierro), no puede", cierra el representante de Germat.
El precio del dólar, ¿incide?
Otra de las dudas planteadas es si el precio del dólar incide en esta situación, ya que los valores de la mayoría de los insumos (hierro principalmente) están atados al valor de la moneda estadounidense. Para Campi, "puede haber algo de especulación. No lo sé a ciencia cierta, pero es una situación cuanto menos confusa", opina.