Del "levántese maestro" a aquél "¿me vas a marcar como ese día en Santa Fe?"
Hugo Villarruel atesora una camiseta de Maradona que lo honró con el regalo. Oscar Sabino Regenhardt lo borró de la cancha el día de la victoria de Unión ante el Boca campeón de 1981.
Archivo El Choclo Regenhardt bien cerquita de Diego, siguiéndole todos sus pasos. Fue una tarde inolvidable para el defensor de Unión. Maradona no lo pudo pasar y Unión ganó con dos goles del Turco.
Las anécdotas son impactantes, científicamente comprobables, verídicas ciento por ciento. Los protagonistas son nuestros. Uno fue un volante muy querido en Colón, lleno de talento, calidad y frescura. Su nombre es Hugo Villarruel. "Villita", para aquéllos hinchas sabaleros que lo ovacionaban y que cantaban el famoso "ya van a ver, ya van a ver, como la pisa Villarruel". El otro era un Gringo férreo, duro, difícil de superar. Había que pasarlo dos veces al "Choclo" Oscar Sabino Regenhardt porque con una no alcanzaba. Su marca sobre Diego fue excelsa.
Vamos a la primera de las anécdotas. Cancha de Argentinos Juniors, "Villita" recibe la pelota por el andarivel del "8" y comienza a "quebrar cintura" y a eludir rivales, hasta que llega al área. Sin saberlo, sin reconocerlo todavía, Villarruel estaba haciendo una jugada que luego se tildaría de "maradoniana". Después de haber dejado a tres o cuatro rivales en el camino, "Villita" entró al área y cuando se preparaba para definir, la pelota le picó en una mata de pasto, se levantó, le erró la patada y cayó al piso envuelto en el tierral que se levantó producto de esa acción. Eran tiempos en que los campos de juego estaban lisa y llanamente pelados.
"Villita" cayó abatido, resignado. La jugada había sido espectacular, pero el gol no se concretó. De pronto, alguien se acerca, lo toma de la cintura y lo ayuda a incorporarse. "Levántese, maestro", se escucha. Era Diego Maradona. Al término de ese mismo partido en La Paternal, o quizás de alguno siguiente en Santa Fe, Diego le pidió a "Villita" que le intercambie la camiseta. Hugo Villarruel aún conserva esa camiseta roja de piqué con la franja blanca de Argentinos Juniors. Una reliquia que tiene más de 40 años. Un tesoro que "Villita" lo guardará hasta el último de sus días.
Archivo Una foto de Villita de aquellos tiempos. Un 8 de calidad, que un día contra Argentinos Juniors armó una jugada espectacular y Diego corrió a levantarlo del piso porque se había caido.
Una foto de "Villita" de aquellos tiempos. Un "8" de calidad, que un día contra Argentinos Juniors armó una jugada espectacular y Diego corrió a levantarlo del piso porque se había caido.Foto: Archivo
La otra anécdota se dio algún tiempito después. Ya Diego no jugaba en Argentinos, estaba en Boca. Fue en 1981, el año que Boca salió campeón. El "Choclo" ejerció una marca implacable sobre Diego. Casi lo borró de la cancha. Unión ganó ese partido sin ningún tipo de cuestionamientos. Fue 2 a 0 con dos goles del Turco Alí, pero es el partido que se recuerda como el de la marca del "Choclo" sobre Diego. Hace poco, en un mano a mano exclusivo con El Litoral, el Choclo lo recordaba de esta manera: "Antes de empezar el partido o apenas empezado, le dije a Diego que me habían mandado a marcarlo... Me dijo que hiciera lo que tenía que hacer y durante el partido no se quejó nunca, aunque tampoco lo traté mal. Al tiempo, cuando yo fui a jugar a España, enfrentamos al Barcelona y estaba él. Entramos a la cancha y antes de empezar el partido, me encara: '¿Colorado, me vas a marcar de vuelta como aquélla vez en la cancha de Unión?', me dijo. Y estalló en una carcajada.
Dos personajes nuestros, dos anécdotas. El recuerdo que se mantiene inalterable en el tiempo. Uno, Villarruel, puede decir que tiene la camiseta de Maradona. El otro, Regenhardt, que lo marcó a Diego y lo borró de la cancha, algo que pocos pudieron hacer con eficacia y sin emplear malas artes, como ocurrió con Reyna en aquél Perú-Argentina de las Eliminatorias a México '86.