“Era una madraza, una excelente persona, humilde. Nunca le hizo mal a nadie”. Así recuerda Jonatan a su madre, Ariadna Cristina Sandoval. “Yo en ningún momento me callé. Siempre fui por el lado de la Justicia”, señala. Después de tres años de reclamos, él declarará en el juicio a la ex pareja de su madre, un ex policía acusado de arrojarla de un auto en movimiento y provocarle heridas que terminaron con su muerte.
“Al último año que ella estuvo con vida lo sufrí. No aceptaba que se hubiera ido” a convivir con José Luis Catuzzi (52), contó el joven.
“Parecía -agregó- que entre ellos estaba todo bien, pero yo me iba de la casa y él le pegaba”.
La relación duró un año y estuvo marcada por la violencia, cuyo mayor exponente fue el episodio del 20 de octubre de 2017, cuando Ariadna sufrió múltiples fracturas de cráneo al caer del Fiat 147 del policía, mientras transitaban por la Ruta Nacional 11.
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Así lo solicitaron los fiscales Gonzalo Iglesias y Ana Laura Gioria durante la primera jornada del juicio -que tuvo lugar el miércoles 25- al tribunal compuesto por los jueces José Luis García Troiano, Rosana Carrara y Octavio Silva. El pedido fue acompañado por la abogada querellante, Celeste Roa Hertelendi, que representa a Jonatan y a su hermano mayor.
De los 5 hijos de Ariadna, Jonatan es el único que va a declarar durante el debate. Recuerda ese trágico 20 de octubre vívidamente. La última conexión de ella fue ese día, pasadas las 12.30, y unos minutos antes le avisó a su hijo: “Me pasa a buscar José por el trabajo. Después quiero hablar con vos. Hay cosas que te quiero contar que están pasando y yo ya no me la aguanto”.
No supo nada de su madre hasta el día siguiente. “Llegué a La Tatenguita a jugar al fútbol y a las 14.30 me llaman del Cullen”, narró. Describieron a su mamá y le preguntaron si la conocía. “Dijeron que no sabían su identidad porque su pareja, que estaba al lado, no quería decir cómo se llamaba”, señaló Jonatan.
“Le digo ‘sí, es mi mamá’, y ahí me avisaron que la tenían que intervenir de urgencia porque presentaba un golpe en la cabeza. En el hospital me dijeron que no iba a sobrevivir, que me despida”, se lamentó.
Pero contra todo pronóstico, Ariadna se mantuvo dos meses con vida. Durante ese corto período de tiempo, Jonatan cuidó de ella. “Yo quería estar con mi mamá. Le hablaba y la acariciaba”, dijo. Hasta que el 28 de diciembre de 2017 Ariadna falleció.
Desde entonces, Jonatan se abocó al reclamo de Justicia. “Yo en ningún momento me callé”, comenta, y “hoy te puedo decir que si no fuera por las chicas de Ni Una Menos este camino no habría sido lo mismo”.
“Ellas arman marchas, te llaman, te empujan a seguir, al igual que mi abogada, Celeste Roa Hertelendi, que estuvo presente desde el principio”. También destacó la labor de las fiscales, Mariela Jiménez y Alejandra Del Río Ayala, quienes se hicieron cargo de la investigación en 2018 y “revivieron la causa”.
“Ahora me toca ir a testificar (al juicio, después de tres años) y puedo decir que hoy estoy tranquilo y preparado”. “A mi me queda sólo esto, esperar que lo condenen, y seguir para adelante”, asegura, “teniendo a mi mamá siempre presente”.