Parece ser la nueva grieta futbolera: usar o ese número en la camiseta de la Selección. El "Pato" Fillol cree que sí porque "es el alma" de Maradona; mientras que el "Negro" Enrique pidió "retirarla" después del Mundial de Qatar.
Parece ser la nueva grieta futbolera: usar o ese número en la camiseta de la Selección. El "Pato" Fillol cree que sí porque "es el alma" de Maradona; mientras que el "Negro" Enrique pidió "retirarla" después del Mundial de Qatar.
No solamente dolor dejó la partida de Diego Armando Maradona. También, tal vez como un guiño de su personalidad, legó lo que parece ser una polémica futbolera: qué hacer con la camiseta número "10" de la Selección Nacional. Por lo pronto ya hay posiciones en ambos lados de la grieta: los que sostienen que debe seguir usándose y aquellos que consideran que debe "retirarse".
En el primer bando, uno de los que se expresó fue el ex arquero Ubaldo Matildo Fillol, quien aseguró que la camiseta con el 10 en la espalda "hay que usarla porque es el alma de Diego" y porque será "un arma de temer" para los rivales que vean ese número en el seleccionado argentino que portó Maradona.
"La 10 hay que usarla porque es el alma de Diego, él me decía desde pibe que la camiseta para él era su bandera. Me gustaría ver siempre la 10 porque estaría el alma de Diego. Sería un arma de temer para los rivales porque la usó él y estoy seguro de que siempre estará su aura dando vueltas cuando se use ese número", describió el mejor arquero de todos los tiempos en su programa Abrazo del Alma, que se transmite en su Instagram.
Además, el Pato, campeón del mundo en 1978 y compañero del seleccionado de Maradona, recordó que cuando compartieron equipo se quedaban con Mario Kempes y Daniel Passarella a "competir" en torneos de tiros libres.
"Después de los entrenamientos con la Selección nos quedábamos con Diego, Kempes y Passarella a seguir practicando con tiros libres. Hacían competencia entre ellos para ver quién me metía más goles y eso nos sirvió a todos muchísimo", detalló.
Y también, Fillol, a quien Maradona respetó y quiso tanto en la cancha como afuera de ella, relató que desde los 19 años cuando iban de gira a Europa, incluso con un plantel repleto de campeones del mundo, "la prensa y los fanáticos se volvían locos por él".
En el otro extremo se encuentra el también ex futbolista Héctor Enrique, compañero de Diego Maradona en la Selección. El "Negro" propuso que se retire la camiseta número 10 "después de Qatar 2022" en homenaje a la partida de su "amigo" fallecido el pasado miércoles.
"Se tiene que jugar este último Mundial con la camiseta número 10, que tanto la cuida y la defiende Lio Messi, y hay que retirarla después. Ojalá se dé la tercera Copa del Mundo de la mano de Messi y después de eso mandársela al Diego, que es el que más se la merece", apuntó Enrique, asistente de Maradona en el seleccionado y campeón del mundo con él en México 1986, en una nota con Télam Radio.
Enrique, que tiene en su casa toda una habitación dedicada a Diego, con cuadros, camisetas y distintos momentos de su carrera, siempre destacó que ellos vienen "de abajo" y que "nunca" se olvidaron de eso.
Y de hecho, el ex volante de River creyó que la muerte se debió a que del "otro lado" estuvieron Doña Tota y Don Diego, a quienes el crack extrañaba desde sus partidas.
"Lamentamos muchísimo la pérdida de Diego, todos dicen que Maradona esta vez no pudo gambetear a la muerte pero yo no tengo dudas de que Maradona gambeteó a la muerte, que le hizo un caño para un lado y para el otro, lo que pasa es que del otro lado de la gambeta estaban los viejos y prefirió quedarse ahí", apuntó.
"Nos dejó la pelota a nosotros, la pelota no se murió, eso es algo que no permitiría Diego Maradona, pero la pelota sí va a estar triste por siempre, no va a ser la misma", afirmó.
En otro momento de la charla con Télam Radio, más cargado de anécdotas alegres y sin tantas lágrimas de por medio, Enrique rememoró cuando se conocieron en una gira europea y el capitán del seleccionado "ya era un monstruo", por lo que no sabía cómo presentarse en el primer saludo.
"Pensaba, cómo lo saludo, le doy un beso, un abrazo, la mano. Y llegó Diego y me dio un abrazo como si nos conociéramos de toda la vida. Un maestro total", destacó.
"Cuando nosotros estábamos en el predio del América (en México 86), donde concentramos durante bastante tiempo, Diego estaba con nosotros, era uno más, nunca se creyó absolutamente nada, era el primero para ir a entrenar, era el último para salir de la cancha, no lo sacaba nadie, sobretodo cuando agarraba la pelota", explicó el ahora entrenador.