"Falta un poco menos", dijo una vecina parada en la puerta de su casa y mirando enfrente, sobre calle Raúl Tacca y Tarragona, al fondo de barrio Centenario y junto al zanjón paralelo a la circunvalación oeste -avenida Mar Argentino-, que hace las veces de anillo de defensa contra inundaciones del barrio. Esa vecina, al igual que el resto, padeció varias inundaciones en las que el agua ingresó al interior de su casa. Y las dos peores fueron las de 2003 y 2007. Por eso se ilusiona ahora con la inminente puesta en funcionamiento de la denominada Casabomba Cero, que será la más grande del sistema de defensas de la ciudad. La obra está destinada a drenar los excedentes pluviales de todo el cordón suroeste capitalino. Este viernes el gobierno provincial inició la obra de instalación de las 6 electrobombas. Luego pasará a la etapa de pruebas de funcionamiento. Si todo resulta bien deberá entregársela a la Municipalidad de Santa Fe. El gobierno local es quien se encarga del funcionamiento y mantenimiento de todo el sistema de defensa contra inundaciones de la ciudad.
Casabomba Cero: un paso más para que comience a funcionar
Instalan seis electrobombas para extraer los excedentes pluviales del suroeste de la ciudad. La postergada obra hídrica será la más grande de la ciudad y beneficiará a unos 90 mil vecinos. Desde la Vecinal Centenario piden al Municipio que limpie el zanjón Tacca, por donde llega el agua de lluvia.
Flavio Raina Bomba. Una de las seis electrobombas que expulsarán los excedentes pluviales hacia el Salado.Cuando comience a funcionar, la Casabomba Cero colectará los excedentes pluviales del suroeste de la ciudad que llegan por gravedad hasta ese punto a través del zanjón Tacca y luego los expulsará hacia el río Salado, en la zona de Varadero Sarsotti, al otro lado de la defensa costera. Así beneficiará de forma directa a los vecinos de los barrios Centenario, Chalet, San Lorenzo y San Jerónimo, en donde residen aproximadamente 60.000 personas, e indirectamente a los barrios 12 de Octubre, Roque Sáenz Peña, Santa Rosa de Lima y barrio Roma Sur, que corresponden a la cuenca de aporte al sistema, en donde habitan aproximadamente 30.000 personas.
"Hoy es un día para festejar", dijo el secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Roberto Gioria, quien estuvo este viernes en la obra para monitorear las tareas de instalación de las seis electrobombas. Cuatro son sumergibles, con una capacidad de bombeo de entre 500 y 600 lts/s de caudal, mientras que las otras dos son sumergibles de flujo axial, con hélice de 16°, con un bombeo de 3.000 lts/s de caudal. Por eso "es una obra muy requerida por los vecinos y considerada muy necesaria por el gobernador (Omar Perotti), y llegamos a fin de año instalando las bombas", agregó el funcionario, que estuvo acompañado por la concejala Jorgelina Mudallel (PJ).
"Hay que celebrar estas obras que vienen a cambiarle la vida a la gente", dijo a su turno Mudallel. "Santa Fe viene castigada por el exceso de lluvias y las consecuentes inundaciones, y esta casabomba le va a cambiar la vida a la gente del suroeste de la ciudad, a más de 90 mil vecinos, por eso es una obra importante, que viene a mejorar la vida".
Obra postergada
Se trata de una inversión ajustada por el dólar de "unos $ 55 millones" dijo Gioria, quien mencionó que la escalada que sufrió la moneda estadounidense en nuestro país el año pasado "complejizó la obra, ya que las bombas no fueron fabricadas en el país y hubo que comprarlas en el exterior". Cabe mencionar en tal sentido que el contrato con la empresa "KSB Cía. Sudamericana de Bombas S. A" había sido firmado en marzo del año pasado en $ 39.971.114,00, por lo que el ajuste osciló en unos $ 15 millones.
Hay que recordar que la obra de construcción de la casabomba había sido iniciada por la gestión provincial anterior y estuvo paralizada durante un largo período de tiempo. En diciembre de 2017 se licitó la segunda etapa y se la otorgó a la empresa "Milicic S.A.", en $ 114.434.159,77. Dicha etapa demandó un año, desde marzo de 2008.
"Esta obra disminuye de manera considerable el riesgo de inundaciones en los barrios del suroeste de la ciudad", apuntó Gioria y lo ejemplificó luego: "Ante una tormenta intensa puede haber alguna afectación pero ya no de la magnitud que tendría si no existiese esta estación de bombeo". En los próximos días las electrobombas quedarán instaladas y comenzará la etapa de pruebas, la de demandará varios meses. Finalmente, quedará en manos de la Municipalidad de Santa Fe.
"Que limipen el zanjón"
Para que todo el sistema de expulsión de los excedentes pluviales funcione como se espera, es necesario que el zanjón Tacca esté limpio de cualquier maleza o residuos que impidan la circulación del agua de lluvia hacia la casabomba. A simple vista hoy se puede comprobar que el zanjón demanda dicha limpieza. Por ello, Gioria mencionó sobre el final que "el sistema de drenaje desde barrio Chalet, por ejemplo, tiene que estar limpio y mantenido, para que el agua llegue y pueda ser expulsada. Porque si no llega, se queda en el barrio y lo afecta".
Desde la vecinal Centenario reclamaron este viernes a la Municipalidad que limpie el zanjón Tacca. "Le pedimos encarecidamente al intendente (Emilio Jatón) que limpie el zanjón, porque está muy sucio y cuando comience a funcionar la bomba va a complicar las cosas", advirtió José Cettour, presidente de la vecinal, quien se acercó a observar las tareas de instalación que se llevaron a cabo este viernes.
"Por acá debería haber salido el agua en 2003"
"Este es un lugar emblemático, porque es el punto más bajo de drenaje de todo el barrio Centenario y en (la inundación de) 2003 por acá debería haber salido el agua de aquel evento", dijo el secretario de Recursos Hídricos, Roberto Gioria. Luego el especialista en la materia agregó un dato: "Hace 100 años atrás acá (Tacca y Tarragona) había una salida del drenaje de la ciudad" y, "por supuesto, la zona estaba mucho menos urbanizada que hoy".
