El "Lobo" retornó a La Plata con tres puntos gracias a los errores puntuales sabaleros. El primer gol merced a un regalo de Burián y el segundo por un regalo de Bianchi. Ahora deberá recuperar terreno visitando a San Lorenzo en una fase del torneo en la que otra derrota lo dejaría fuera de la pelea por el título.
Fue un partido "raro". Como el clima vivido durante el sábado santafesino. De a ratos cálido, de a ratos lluvia, de a ratos nublado, de a ratos soleado, de a ratos viento, de a ratos "fresco".
Colón recibió en el Brigadier López a este Gimnasia ahora bajo el mando de la dupla Messera-Martini (tras el fallecimiento de Diego Maradona y la renuncia del "Gallego" Méndez), en la continuidad del torneo que lleva el nombre del "10".
Claro que se podría decir que ahora empezó el "verdadero" campeonato. Porque son cinco partidos, sin desquites, y solamente jugarán la final los punteros de cada zona. Por eso la necesidad de "no perder".
Pero el conjunto rojinegro hizo todo lo posible para ello. Y por eso lo de "partido raro". El de ayer por la tarde debe haber sido uno de los encuentros en los que Colón tuvo más posesión de la pelota, pero no supo cómo resolver el cerrojo pergeñado por Messera-Martini.
Pero eso no fue lo más grave, porque muchas veces puede suceder eso y el partido termina 0-0, con un equipo que dominó y el otro que esperó y aguantó. Aunque no fue este el caso.
Gimnasia sólo esperó los primeros 10 minutos, para ver qué hacía su rival, como el local no arrimó peligro en ningún momento, comenzó a animarse y a complicar con alguna contra, como la sucedida a los 19 minutos, cuando luego de una falla de Lértora, Contín la tiró afuera.
La verdad es que no pasaba nada. Colón tenía la pelota pero no sabía qué hacer con ella, como le pasó a Burián a los 29 minutos. Tras un ataque del Lobo por izquierda, Aleman fue derribado cerca del vértice derecho del área mayor.
Ayala se hizo cargo del tiro libre con un fuerte derechazo directo al arco. Cuando parecía que el balón era controlado por las dos manos de "Cachorro" Burián, increíblemente se le cayó y el rebote tras picar en el piso fue aprovechado por Weigandt, que marcó así el tanto gimnasista.
En el cuarto de hora restante Colón pudo haber empatado, pero Aliendro remató desviado a los 36 minutos y Delgado cabeceó muy cerca del caño izquierdo de Broun un centro de Vigo 10 minutos después.
Teóricamente el complemento debía comenzar como culminó la etapa inicial, pero…
Sólo se había cumplido un minuto y "chirolas" cuando llegó el otro "regalito" de la defensa colonista. La pelota iba mansa al área local, Bianchi quiso "cubrirla" ante el asedio de Contín para que Burián se apodere de ella, pero lo hizo como un zaguero principiante, se dejó robar el balón y el delantero casi entra al arco con él.
Colón estaba 2-0 abajo y el único responsable era Colón. Y si "hilamos" más fino, en el primer gol fue Burián y en el segundo Bianchi. A eso me refiero con errores "puntuales".
Eduardo Domínguez quiso reparar desde afuera lo que dos jugadores de experiencia habían dañado adentro. El ingreso del "Pulga" Rodríguez fue un intento, pero duró muy poco. Rápidamente el delantero tucumano (que jugó casi como enganche) cayó en la telaraña del visitante.
Los minutos pasaban y Gimnasia seguía haciendo su negocio, el que comenzó cuando estaban 0-0 y el que acentuó con el 2-0. Y si bien Aliendro y Delgado tuvieron sus chances, las mismas fueron desaprovechadas sin hacer trabajar a Broun, dado que sus remates fueron desviados.
Fue un partido "raro". Pero de los que suelen verse. Que un equipo tenga la pelota más que su rival no quiere decir que domine el partido. Gimnasia jugó ordenado y en bloque, presionó cuando tenía que hacerlo y aprovechó las chances que le regalaron.
Colón en cambio se encontró con un adversario que le cerró todas las puertas y nunca pudo encontrar las llaves.
Para colmo, sin exagerar, hizo lo necesario para perder: "se hizo los goles solo". Por eso, más que nunca, lo perdió Colón...