Opinar de nuestra economía es ingresar al laberinto de los saraza. Hablamos, hablamos, pronosticamos y toda propuesta termina en solicitar préstamos en dólares, para jugar en la timba financiera; tal es el rol del BCRA que actúa de quiosco, sin necesidad. No es su función y mal usamos a dicha entidad.
Nosotros -el común denominador que somos los ciudadanos "de a pie" con varios años encima- ya hemos vivido todas las crisis que recordemos para enumerar, y nunca logramos que los eruditos que nos han gobernado y nos gobiernan, le peguen más o menos cerca con las propuestas. El problema a mi real entender y saber es que ninguno va al hueso de la cuestión.
Somos los Campeones del Mundo, pero vamos en contra de todos los países que crecen, que producen... cómo sería de otra forma, si ellos son ordenados y los gobernantes tienen valores.
Voy a opinar y por ende me ganaré el título de "Gil".
Medidas de Shock: austeridad en la Administración del Estado; control exhaustivo y desaparición de los subsidios; el BCRA solamente debe administrar los dólares para la exportación e importación; los dólares y todas las monedas extranjeras se comercializan libremente en bancos y casas de cambios; los Impuestos del Estado nacional se deben reducir al mínimo, al igual que los de las provincias; los Estados nacional y provinciales controlarán la venta tanto de los individuos, comercios y empresas como también controlarán el trabajo en negro; eliminar al máximo el uso del efectivo y manejarnos con tarjeta débito; rebajar los intereses que los bancos cobran por préstamos para la producción y para viviendas; por ende disminuir los intereses para depósitos de cualquier naturaleza; generar reforma de los Convenios Colectivos de Trabajo flexibilizando las normativas de deberes y derechos y reformar la estructura de costos de las asociaciones gremiales.
A través de estas medidas, rebaja y eliminación de impuestos, rebaja de intereses, reforma laboral, se impacta en la inversión, la producción y el empleo.
Cuando se habla de intereses tocamos la parte más sensible, para que los ciudadanos inviertan.
Todo esto es solamente factible si los Estados, se declaran en Emergencia de Austeridad.
Si continuamos con la política de vivir con préstamos de cuanto organismo extranjero conocemos, no tenemos futuro, cada día más pobreza por los intereses que debemos pagar, lo que significa a la larga el esfuerzo de todo el pueblo argentino.
Debemos concientizarnos: si nos prestan es porque tenemos riqueza en nuestras tierras, en nuestras montañas, en nuestros ríos, ya lo hicimos allá por el año 1860, cambiamos Títulos depositados en Londres, por tierras en la Patagonia. Por ello no nos debemos sorprender cuando internamente se comienza a usurpar la propiedad privada, los extranjeros tomarán nuestras tierras en reciprocidad por no pagar.
¿Alguien cree que nos siguen dando préstamos porque tenemos un plan de producción? No, saben que tenemos tierras para producir. A corto plazo nos van a dar préstamos, que son nuestros intereses que les vamos a deber. ¿Algún argentino tiene noción de lo que pagamos de intereses? Seguro que no, es una información bien reservada.
Los intereses significan el sudor de cada argentino y además significa pobreza y menos posibilidades de educación.
Me pregunto, ¿no nos damos cuenta? ¿Qué dicen los especialistas en Economía? No se escucha de ellos la fórmula vital para un desarrollo, mínimos impuestos pero que todos paguemos, no como ahora que solamente cumplimos con nuestras obligaciones tributarias un cuarenta por ciento. O sea, tenemos que ampliar la base de los que debemos aportar, ello determina la inversión, que será a través de los créditos bancarios o los ahorros, con ello se produce y con ello se genera trabajo.
Tenemos una infección interna.
Hace sesenta años, que no tenemos una política económica de continuidad. Cada nuevo presidente llega con su librito, sin planes a diez años. En el transcurso de estos años eliminamos trece ceros y vamos camino seguro a nuevas eliminaciones. Lo que sí hemos logrado son deudas impagables, solamente pagamos los intereses, que es el sudor del trabajo del pueblo, nos hemos empobrecido vergonzosamente, los niños desnutridos y mal alimentados pululan, cada vez son más los centros que atienden con la copa de leche, con comidas, pulula la droga enfermando a la población -de esto no hay pruebas, pero se sabe-, hemos perdido nuestra calidad en la educación, tenemos las cárceles llenas, la inseguridad es nuestra principal pandemia, mata, mutila, golpean a los adultos mayores sin piedad y sin Estado que nos proteja, eso sí, el Estado le paga a los delincuentes en la cárcel, a las víctimas ni les pedimos perdón.
A los que trabajan, a los que producen, a los que dan trabajo, no les garantizan la libertad. Estamos aislados por la pandemia y por los delincuentes, y el Estado ¿a dónde está?
Me duele lo que escribo. Siempre me pregunto, ¿qué nos pasa?
A través de estas medidas -rebaja y eliminación de impuestos, rebaja de intereses, reforma laboral-, se impacta en la inversión, la producción y el empleo.
Hace sesenta años, que no tenemos una política económica de continuidad. Cada nuevo presidente llega con su librito, sin planes a diez años.