El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió concluir la larga misión de mantenimiento de la paz que venía desarrollando junto a la Unión Africana en la devastada región de Darfur, en Sudán, cuando dicha labor expire, el próximo 31 de diciembre, para derivar la responsabilidad en las autoridades locales de transición.
"El gobierno de transición se compromete a proporcionar seguridad y estabilidad a todos los ciudadanos de los estados de Darfur, especialmente a los que se encuentran en los campos de desplazados internos, y a garantizar el retorno seguro y voluntario de los refugiados", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán.
La misión de paz, desplegada desde 2007, aún cuenta con casi 8.000 efectivos militares, policiales y civiles de los 16.000 que tuvo en su momento más dramático. Su finalización fue solicitada por Sudán, con el apoyo de Rusia, China y los miembros africanos del Consejo de Seguridad. La evacuación del personal comenzará el 1° de enero y se espera que termine el 30 de junio.
Sudán "seguirá esforzándose para abordar las raíces del problema y consolidar los cimientos de la reconciliación tribal, y sentar las bases de la justicia de transición", añadió la cancillería en un comunicado. Sin embargo, el fin de la misión fue considerada prematura por los miembros occidentales del Consejo, que pidieron una reducción gradual para asegurar la protección de civiles.
Numerosos habitantes protestaron a principios de este mes afuera de la sede de la misión en el extenso campamento de Kalma, en Nyala, capital del estado de Darfur del Sur. Darfur fue escenario de un conflicto que estalló en 2003 entre rebeldes de las minorías africanas que denunciaban marginación, y las fuerzas respaldadas por el gobierno del ahora derrocado presidente Omar al Bashir.
La ONU estima que en los combates murieron aproximadamente 300.000 personas y otras 2,5 millones resultaron desplazadas. El conflicto aminoró en gran medida, excepto por enfrentamientos ocasionales entre pastores y personas desplazadas asentadas en los campamentos. En octubre último, el gobierno de transición firmó un acuerdo de paz con una coalición de grupos rebeldes y políticos, incluidos los de Darfur, que solo dos de ellos se negaron a firmar.
También acordó que Bashir enfrente la Corte Penal Internacional por cargos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Darfur. Bashir, que fue destituido en abril de 2019, está encarcelado en una prisión de máxima seguridad de la capital sudanesa, Jartum.