"En el teatro no hemos tenido nunca una situación tan límite como esta". En abril de 2020, el dramaturgo, actor y director Jorge Ricci pronunciaba estas palabras en una entrevista concedida a El Litoral para reflexionar sobre la cuarentena por el Covid-19 y sus efectos en las actividades culturales, en particular en el teatro. Ricci es un hombre experimentado en las artes escénicas: a lo largo de casi 60 años de labor, le tocó atravesar situaciones turbulentas, desde dictaduras militares hasta profundas crisis económicas. Sin embargo, su conclusión ya en abril era tajante: el teatro (al menos el que Ricci vivió en primera persona) nunca había estado un abismo de tal magnitud, prácticamente imposibilitado para moldear el convivio, el encuentro presencial, su base misma.
Es que el Covid-19 obligó a suspender la actividad teatral en su totalidad. Y aunque con el correr de los meses se fueron incorporando (gestión oficial mediante) los protocolos correspondientes para retornar a los ensayos primero y a las clases después, siempre bajo las premisas de la higiene y el distanciamiento, la posibilidad de volver a realizar funciones con público (muy reducido, por otra parte) recién se hizo efectiva el primer día del mes de diciembre. De modo que en los ocho meses previos, prácticamente la única posibilidad fue la realización de presentaciones virtuales, algunas gratuitas y otras con entradas por lo general muy accesibles para adaptarse a los magros bolsillos del público. Muchos grupos y artistas se volcaron hacia esta opción, pero muchos otros no lo hicieron, conscientes de que en su ontología el teatro se define por la presencialidad. En los párrafos siguientes, van algunas consideraciones que referentes del teatro de Santa Fe y de Buenos Aires vertieron a El Litoral en una serie de entrevistas concretadas entre fines de marzo y principios de octubre.
"El teatro se define por la presencia de los cuerpos, por el compartir. Siempre que haya un espectador puede haber un hecho teatral, pero no es el teatro que añoramos volver a hacer. El que queremos es un teatro que espera poder volver a darse en un mismo espacio, en un aquí y ahora, con los cuerpos presentes", señaló Julieta Vigo, actriz y directora.
"El teatro, fundamentalmente, es presencia. Es presencialidad, cuerpo vivo en escena. Es un matrimonio indisoluble entre el actor y el espectador. No hay teatro si no están reunidos en un lugar el actor y el espectador. El teatro es reunión. Cómo dice Jorge Dubatti, convivio. Si no existe eso, no existe ese arte. Existe otra cosa", señaló el actor Rubén Von Der Thüsen.
"Lo primero es aceptar que el teatro es una actividad que solo se constituye en la presencia. Si uno acepta eso, todo lo demás es una especie de paliativo. La pandemia puso en evidencia de manera crucial esa cuestión del encuentro físico que tiene el teatro y la gran diferencia con cualquier otro tipo de arte diferido", apuntó el director Rubén Szuchmacher.
"El teatro no sigue. No puede seguir. Es hora de asumir que estos otros sustitutos de los que hablamos todo el tiempo no son teatro. Hay que señalar la necesidad de acabar con el término teatro virtual, que es una contradicción en términos y que no existe. En todo caso, llamémoslo teatro filmado. 'Teatro' y 'virtual' juntos no se puede", puntualizó Rafael Spregelburd, actor, director y dramaturgo de reconocida trayectoria.
A pesar del consenso generalizado respecto a que el teatro existe tan solo en la presencialidad, muchos actores y actrices hallaron en el universo virtual (tanto a través del streaming como de la recuperación y puesta en común de obras filmadas durante funciones realizadas antes de la pandemia) la posibilidad de dar una mínima continuidad a sus trabajos, a los fines muchas veces de sostener algún flujo de ingresos. Es que, aunque tanto a nivel nacional como provincial hubo algunas ayudas económicas, estas en modo alguno pudieron paliar la maltrecha situación de los que viven de las artes escénicas. Así, diversos grupos utilizaron las redes sociales y otras plataformas digitales para proponer instancias de encuentro con los espectadores.
Fueron significativas las acciones desarrolladas en este sentido por el gobierno provincial, a través de la incorporación del ciclo denominado La seguimos en vivo y de la Municipalidad de Santa Fe, que creó la plataforma digital Capital Cultural, donde además de recitales, espectáculos, charlas y producciones especiales para niños, se pudieron observar monólogos teatrales, magia y títeres. De hecho, fue Rosario donde se dio la primera obra de teatro en vivo por streaming, a principios de junio. Fue en la Plataforma Lavarden, sin público y para todo el país. La pieza elegida, de stand up, fue "Tres mujeres hablan poco". La propuesta se llevó a cabo en el marco del ciclo #LaSeguimosEnVivo, del Ministerio de Cultura de Santa Fe.
La certeza de que el 2020 fue un año dificilísimo para el teatro no impidió que muchos artistas vinculados con la disciplina puedan reflexionar respecto a las nuevas miradas que esta situación excepcional habilita. "El aislamiento hizo que tomemos conciencia y nos empecemos a dar cuenta de la importancia de estar físicamente con el otro, de estar cerca, de poder tocarnos, mirarnos a los ojos, sentir el perfume, el olor del otro, la temperatura del otro. El teatro es un lugar para estar juntos", había señalado la actriz y dramaturga María Rosa Pfeiffer, durante una entrevista concedida a El Litoral el último invierno.
Sergio Cangiano, actor de extensa trayectoria en Santa Fe, apuntó oportunamente que "el teatro se hizo en trincheras, en sótanos, en garajes. El teatro sobrevive como la música, sigue existiendo". Y el dramaturgo bonaerense Mariano Tenconi Blanco recordó en diálogo con El Litoral la necesidad de mirar hacia el pasado para encontrar las claves de un futuro más benigno: "a mí siempre me hace bien pensar en Shakespeare, que durante la peste de 1606 escribió "Rey Lear", "Antonio y Cleopatra" y "Macbeth". Mientras que el crítico Roberto Schneider remarcó que "el acto teatral, aún en condiciones muy precarias y reducidas, se va a seguir reproduciendo. Es irreemplazable".
El decreto firmado por el gobernador Omar Perotti a fines de noviembre habilitó, a partir del martes 1º de diciembre, "la realización de eventos culturales y recreativos relacionados con la actividad teatral y música en vivo", tanto al aire libre como en teatros, centros culturales y otros lugares cerrados.
Obviamente, con estrictos protocolos relacionados con la cantidad de participantes y de público, el distanciamiento social, el control de temperatura de todos los asistentes, los horarios para el trabajo en preproducción, producción y ensayos, la ventilación suficiente de los ambientes además de la limpieza y la desinfección de superficies y objetos. Esto, sumado a la inminente llegada de las vacunas contra el Covid19 abren un panorama más alentador para 2021.