Fue de los últimos en confirmar su próximo destino. Tras el gran “Tres Naciones”, analizó la mejor opción para él, y por eso se decidió por el Bristol de Inglaterra. Hacia allí está partiendo Nahuel Tetaz Chaparro este lunes (4 de enero) junto a su mujer y sus hijas de 2 y 4 años, a quienes está disfrutando mucho después de la larga convivencia con Los Pumas.
El pilar platense, dialogó con el programa radial “La Guinda”, que se emite por FM Láser 92.5, los sábados de 19 a 20.
“Viajo con muchas ganas de jugar y vivir en un lugar nuevo. Tenía como objetivo jugar lo que más que pueda el 3 Naciones, y una vez terminado ver para dónde ir. Lo que quería era seguir jugando al rugby en el mejor nivel posible. Así surgió lo de Bristol, que me sirve mucho. Su nivel de rugby es muy bueno y están jugando de gran manera”.
El primera línea de 31 años aseguró que “me siento bien físicamente y también con el scrum. Una formación que vas conociendo con el tiempo. Cada presión que metes es para jugar uno distinto, todo tiene sentido. Una vez que te vas dando cuenta de esas cosas, lo disfrutas mucho más, y de esa manera uno puede ayudar a chicos que piensan que es empujar y nada más”.
“Bristol tiene un scrum muy explosivo: cuando empiezan a empujar, la pelota ya está atrás. Y en defensa, tienen un segundo empuje que cuando te querés acordar, te pasan por arriba. Se nota que está todo muy coordinado”.
“Hoy en día, al ser partidos tan cerrados, con diferencias de puntos mínimas, creo que desde cada formación fija (scrum o line), se buscan penales para sumar. Un scrum en 22 metros, sometiendo, es un penal casi asegurado. Entonces se les da mucha bola a estas formaciones, porque terminan definiendo partidos”.
“Fue todo muy raro. No sabíamos si íbamos a volver a jugar, estábamos cada uno en sus casas, inventando formas de entrenamiento o acomodándonos como podíamos, con lo que cada uno tenía. Juntando fierros y armando el gimnasio propio, casero. Pasamos por muchas etapas: al principio solo, en mi caso corriendo en el jardín de casa, haciendo pesas que armé con soldadores, hasta que llegó el permiso del gobierno para poder volver a entrenar”.
“Después llegaron las primeras burbujas, donde saltaron casos positivos, entonces había que volver a nuestras casas. En definitiva, un proceso largo pero que terminó de una linda manera”.
Tres Naciones: El debut soñado
“Con Nueva Zelanda teníamos todas las de perder: veníamos sin competencia, encerrados 15 días, no teníamos nada a favor. Pero la verdad es que nos cerramos mucho y confiábamos en lo que habíamos entrenado, todo lo que hicimos puertas adentro y teníamos mucha fe”.
“Fue un comienzo soñado. Son los partidos que el día anterior pensás en todo lo que tiene que salir bien como por ejemplo formaciones fijas efectivas, tener el control del partido, no errar a los palos. Y así salieron. El manejo del partido por parte de la pareja de medios (Cubelli-Sánchez), fue la clave”.
“La idea era jugar a nuestro ritmo, porque al de ellos no estábamos acostumbrados después de semejante parate”.
“Tras ese partido, la vara estaba muy alta y el torneo en sí tenía un nivel increíble. Por suerte pudimos hacer buenos partidos ante Australia, más allá de los empates. Al principio se nos vinieron, después los salimos a buscar y el equipo respondió”.
“Antes del último partido, y con una semana complicada, recién el jueves pudimos concentrarnos teniendo en cuenta todo lo que había pasado. Sabíamos que la fortaleza del equipo era estar muy unidos, y así fue. Y la mejor manera de demostrar lo que sentíamos por Argentina era adentro de la cancha. Así que nos planteamos dejar todo ahí y cerrar como nos merecíamos un año muy duro para todos”.
Si bien puede ser pilar derecho también, Tetaz Chaparro se consolidó como izquierdo bajo las órdenes de Mario Ledesma. Puesto en el cual compite con el rafaelino Mayco Vivas.
“Somos amigos, pero no dejamos de competir el puesto, tenemos muy buena onda. Me sirve mucho para no relajarme y seguir subiendo la vara, algo que seguramente le pasará a él también. Es impresionante lo que se entrena, y día a día te hace mejorar el ‘Gordo’. Lo aprecio mucho, es un ‘cabeza de chancho’ increíble. En pocos años será un pilar inamovible”.