Sucedió en un merendero del barrio Villa El Libertador, en la ciudad de Córdoba durante la mañana del miércoles, recibiendo la festividad de los Reyes Magos. La convocatoria tenía como fin que los niños que asisten al merendero recibieran regalos, pero el número de personas superó a los organizadores y no se respetó ningún tipo de protocolo sanitario.
Algo que comenzó como una iniciativa solidaria, se convirtió en un desastre sanitario que expuso a muchas familias en un contexto de marcado aumento de la curva de casos de COVID-19.
Aldo Ortega, presidente del centro vecinal, expresó que no esperaban la asistencia de tanta gente al evento. ''Se desbordó un poco, no esperábamos tanta gente. La plaza fue remodelada hace poco y se convoca sola, siempre hay mucha gente'', explicó.
La plaza no sólo ha sido sede de este evento, habitualmente se lleva a cabo una feria de artesanos. La misma fue autorizada por la municipalidad para garantizar el trabajo de los feriantes, sin embargo no se estarían cumpliendo a rajatabla los protocolos correspondientes y desde el propio merendero exigen un mayor control.
Finalmente, Ortega atribuyó cierta responsabilidad a los asistentes a la entrega de regalos. ''El distanciamiento es incontrolable. Cuando hay muchos chicos, es difícil pedirles que mantengan la distancia'', dijo y agregó que son los padres quienes deberían controlarlos. Respecto a la evidente ausencia de barbijos que se pudo observar aclaró, ''Eso no corresponde a nosotros, es cuidado personal''.