Líderes mundiales calificaron de "vergonzoso", "impactante" y "preocupante" la irrupción de ayer en Washington de partidarios de Donald Trump en el Capitolio, denunciando un "ataque contra la democracia" y llamando a respetar el resultado electoral.
Los términos más usados fueron "vergonzoso", "impactante" y "preocupante".
Líderes mundiales calificaron de "vergonzoso", "impactante" y "preocupante" la irrupción de ayer en Washington de partidarios de Donald Trump en el Capitolio, denunciando un "ataque contra la democracia" y llamando a respetar el resultado electoral.
El primer ministro británico, Boris Johnson, denunció "escenas vergonzosas" y exhortó a una "transición pacífica" del poder al demócrata Joe Biden.
Desde Argentina, el presidente Alberto Fernández repudió el "atropello" al Congreso estadounidense.
"Manifestamos nuestro repudio a los graves hechos de violencia y el atropello al Congreso ocurridos hoy en Washington DC. Confiamos en que habrá una transición pacífica que respete la voluntad popular y expresamos nuestro más firme respaldo al Presidente electo @JoeBiden", afirmó en Twitter el Presidente.
La jefa de Gobierno alemana, la canciller Angela Merkel, dijo que estaba "furiosa y triste" por el asalto y aseguró que Trump tenía parte de responsabilidad.
"Las dudas sobre el resultado de las elecciones se avivaron y crearon la atmósfera que hizo posible los eventos de anoche", añadió, y aseguró que su conmoción fue compartida por los "millones de personas que admiran la tradición democrática de Estados Unidos".
China afirmó que esperaba una "vuelta al orden" en Estados Unidos, y una portavoz de la Cancillería, Hua Chunying, aseguró que las escenas eran "similares" a las protestas prodemocráticas en Hong Kong apoyadas por el Gobierno de Trump.
Esta vez, sin embargo, "la reacción de algunas personas en Estados Unidos, incluidos algunos medios de comunicación, es completamente diferente", señaló Hua.
En un video, el presidente de Francia, Emmanuel Macron declaró: "No cederemos a la violencia de unos pocos que quieren poner en entredicho" la democracia.
"La violencia es incompatible con el ejercicio de los derechos y las libertades democráticas. Confío en la fuerza y solidez de las instituciones de Estados Unidos", tuiteó por su parte el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.
"Creo en la fuerza de las instituciones estadounidenses y la democracia. Una transición pacífica es fundamental", tuiteó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, insistiendo en que "Joe Biden ganó las elecciones".
En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que las escenas de violencia eran "un acto escandaloso" que debe ser "vigorosamente condenado" pero aseguró que no tenía "ninguna duda de que la democracia estadounidense triunfará, siempre lo ha hecho".
El presidente iraní, Hassan Rohani, aseguró por su parte que la democracia occidental es "frágil y vulnerable", refiriéndose al caos provocado en el Capitolio.
"Hemos constatado que [en los países occidentales] desgraciadamente el terreno está abonado para el populismo, pese a los progresos de la industria y de la ciencia", afirmó.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tuiteó que seguía "con preocupación" las noticias que llegan desde el Capitolio.
"Confío en la fortaleza de la democracia de EE.UU", señala. "La nueva presidencia de Joe Biden superará la etapa de crispación, uniendo al pueblo estadounidense".
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tuiteó que las escenas en el Capitolio fueron un "ataque a la democracia".
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, condenó "el atentado contra las instituciones [...] en Estados Unidos", instando a "recuperar la necesaria racionalidad y a cerrar el proceso electoral conforme a la Constitución".
En un comunicado, la Cancillería de Venezuela expresó "su preocupación" ante lo que califica como "hechos de violencia" en Washington.
"Estados Unidos padece lo mismo que han generado en otros países con sus políticas de agresión", agregó.
Bolsonaro ratifica apoyo a Trump y Lula alerta sobre parapoliciales bolsonaristas
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ratificó su alianza con su par estadounidense, Donald Trump y repitió que hubo "fraude" en las elecciones ganadas por Joe Biden, mientras que Luiz Inácio Lula da Silva advirtió que el actual Gobierno brasileño tiene mafias parapoliciales para repetir escenas como la invasión del Capitolio en Washington.
La violenta irrupción de partidarios de Trump en el Capitolio mientras el Congreso certificaba el triunfo de Biden repercutió en Brasil, con Bolsonaro encolumnado detrás de la agenda de Trump y poniendo dudas no tan solo en la transparencia de la elección de Estados Unidos, sino de cara a su reelección en 2022.
El expresidente Lula, del Partido de los Trabajadores, alertó que el ataque al Congreso estadounidense "para Brasil es un alerta sobre lo que puede ocurrir, incluso peor, aquí, si no es contenido el autoritarismo de Bolsonaro y sus parapoliciales, si siguen siendo toleradas las violaciones a la libertad y a los derechos".
"La invasión al Capitolio revela crudamente lo que ocurre cuando se intenta sustituir la política y el respeto al voto por la mentira y por el odio, incluso en un país que gusta presentarse como campeón de la democracia", advirtió.
Todo el arco político brasileño, incluido el expresidente Fernando Henrique Cardoso, condenaron el ataque, menos Bolsonaro, que habló con militantes de ultraderecha en la puerta del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.
"Yo seguí todo, saben que estoy vinculado a Trump y saben cuál es mi respuesta. Mucha denuncia de fraude. Yo creo que sí, hubo fraude descarado", dijo Bolsonaro.
Brasil fue el último país del Grupo de las 20 naciones más ricas (G20) en reconocer a Biden como presidente electo de Estados Unidos.
El ultraderechista brasileño dijo que en las elecciones de 2018 en las que fue electo hubo fraude en su contra, aunque no presentó pruebas.
Bolsonaro lleva adelante una campaña para incorporar un ticket impreso en las urnas electrónicas brasileñas, que funcionan sin denuncias de fraude desde 1996.
En Brasil, el Supremo Tribunal Federal (STF) neutralizó en julio a grupos ultraderechistas que por canales de YouTube y centrales de fake news pedían el cierre del Congreso y la corte suprema, abriendo una causa contra sus líderes por antidemocráticos.
Los principales referentes o se han ido fuera del país o están con arresto domiciliario, casi abandonados por Bolsonaro, quien al inicio de la pandemia apareció en actos que pedían el cierre del Congreso y una intervención militar para derrocar al STF.