A las dificultades que ya tiene el proceso de adopción, en las últimas horas se le sumó en Mendoza la noticia de que una familia "cuidadora" que había asumido la guarda temporal de una menor ahora, cuando ya hay una familia adoptante que cumplió todos los requisitos legales, no quiere entregarla.
La historia de la niña, que tiene dos años, no ha sido sencilla. Ha pasado por varios hogares y finalmente se afincó en casa de los Valot. La familia asumió el cuidado hasta que la pequeña fuera adoptada. Sin embargo, ahora que salió la adopción, se han encariñado y piden que se los escuche en Tribunales.
Es más: fuentes judiciales confirmaron que hasta se contactaron con la mamá biológica de la bebé. Según afirman, ella estaría de acuerdo con que la nena siga con los Valot -Mabel, Marcelo y dos hijas de once y nueve años-, con quienes estuvo tras haber pasado por tres familias anteriores, aparte de la biológica.
El problema es que la Justicia ya determinó que la niña sea dada a otra familia que se había anotado como adoptante definitiva.
Los Valot han presentado diversos recursos legales que han sido rechazados. Es que, desde los papeles, parte del compromiso que se firma al inscribirse como familia temporal es que la relación será justamente temporal, y que al surgir una posible adopción el menor deberá pasar a manos de los padres que se hayan anotado en el RPA (Registro Provincial de Adopción) y hayan cumplido los pasos legales.
Tenés que leerEscándalo en Misiones: una familia acusó a una jueza de "robarles" a su hija adoptivaAnte esos argumentos, Marcelo Valot aduce que cuando les llevaron a la nena les aseguraron que sería sólo por 3 o 4 meses; y que la estadía se extendió por más de un año, lo que -según él- hizo inevitable que surgiera un fuerte vínculo.
Hoy la beba vive una incómoda situación: para la Ley, debería estar generando un nuevo vínculo con la familia adoptante. Para los Valot, debería quedarse con ellos.