Este viernes por la mañana imputaron al hombre que, dos días antes, se atrincheró en una vivienda de barrio Yapeyú, reteniendo a su hermana adolescente mientras amenazaba con prender fuego el lugar. El día anterior -martes- había amenazado de muerte a su pareja: "Tus hijos te van a ver en un cajón".
La investigación está a cargo de la fiscal Bárbara Ilera, quien ordenó la detención de Esteban Gabriel Z. (29) y le atribuyó la autoría de los delitos de "amenazas, daños, violación de domicilio, lesiones leves dolosas calificadas por la relación de pareja y por mediar violencia de género, y privación ilegítima de la libertad agravada en grado de tentativa", todo en un contexto de violencia de género.
La audiencia fue presidida por el juez Sergio Carraro, mientras que la representación legal del imputado estuvo en manos de la defensora pública Virginia Balanda. Durante el acto, la fiscalía solicitó la prisión preventiva, que se tratará el domingo.
El día anterior a su detención, el imputado se presentó por la madrugada en la vivienda ubicada en calle Neuquén al 6300 donde reside su pareja. Cuando ella le negó la entrada, comenzó a patear la puerta mientras la amenazaba: "Te voy a matar, tus hijos te van a ver en un cajón. Vos no te vas a quedar con la casa".
Poco más de 24 horas después, el hombre volvió. Esa mañana decidió saltar el cerco de la vivienda e ingresar sin autorización. Una vez adentro, tomó el celular de su pareja y lo azotó contra una pared, destrozándolo, para luego arremeter contra la mujer. Le propinó varios golpes de puño, lesionándole el rostro.
La víctima tomó a sus hijos y huyó del lugar en busca de auxilio. En ese momento, él aprovechó la oportunidad para atrincherarse allí junto a su hermana, una adolescente de 16 años, y comenzó a rociar los colchones con nafta mientras amenazaba con prender fuego el lugar.
Momentos más tarde arribó el personal policial del Grupo de Operaciones Especiales, cuyo mediador se puso en contacto con el agresor. También se hicieron presentes allí los Bomberos Zapadores ante la posibilidad de que el hombre cumpliera con sus amenazas. Afortunadamente, el mediador del GOE logró convencer al imputado de que se entregara, y la situación no pasó a mayores.