Una galería de arte a cielo abierto cobra forma en la playa de Rincón
En el marco de un proyecto impulsado por la Municipalidad de esa ciudad, se realiza un mural colectivo. Participan los integrantes del Taller de Cerámica. La fauna y flora autóctonas sirven como hilo conductor para la intervención, a través de diseños creados por la gente.
Gentileza Subsecretaría de Desarrollo Social de Rincón Desde hace varias semanas, un grupo de artistas plasman en las paredes de la playa municipal el diseño que surgió de las ideas unidas de muchos participantes. La rica y diversa naturaleza de la región es la fuente de inspiración.
En el paredón que bordea la playa de la ciudad de San José del Rincón se gesta por estos días lo que será, una vez finalizada, una especie de galería de arte a cielo abierto. Se trata de un mural colectivo que se desarrolla dentro del proyecto “Paisajeando Rincones”, que promueve la Municipalidad de esa ciudad costera a través de las áreas de Cultura y Turismo. El trabajo está inspirado en la flora y la fauna de la zona y se vale de distintas herramientas estéticas, entre ellas la cerámica y la pintura.
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La iniciativa, que cuenta con participación del Taller de Cerámica que funciona en Rincón, se inscribe dentro de una serie de acciones que apuntan a devolverle a la ciudad su “paisaje interior de ciudad bella y tranquila, que está creciendo e innovando, sin perder su esencia”, según consta en sus fundamentos.
Para lograr ese objetivo, se apunta a la gestación de proyectos culturales guiados por la participación ciudadana para crear un “circuito cultural” señalizado con murales cerámicos que sirvan para identificar edificaciones históricas y lugares relacionados con la identidad local. En síntesis, que sirvan para “pensar a Rincón como un lugar para el turismo cultural”, explicó María José Gutiérrez, coordinadora de Cultura y Educación de la Subsecretaría de Desarrollo Social de esa ciudad.
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Participativo
La creación del mural que hoy toma forma en la playa municipal rinconera, se trabajó en distintas etapas. En agosto pasado, tuvo su inicio el proceso creativo. Fue una instancia que consistió en compartir material en las redes sociales y videos con tutoriales de los profesores del Taller Municipal. Esto sirvió para que todos aquellos que quisieran participar tuvieran la posibilidad de explorar una serie de técnicas artísticas y de investigar al mismo tiempo la morfología de la naturaleza de la región, para poder aplicar esos conocimientos. Luego, con todo el material reunido, se realizó en conjunto con los profesores municipales del Taller de Cerámica y Taller de Cuero, un diseño colectivo, germen de lo que hoy es el mural.
Los impulsores de la propuesta quedaron satisfechos con los resultados obtenidos en este primer paso. “Fue una forma de estímulo para soltar las manos de los que participaron, para que empiecen a dibujar y a generar un ida y vuelta. En esta primera parte del proyecto sucedió algo muy lindo: se sumó gente de todas las edades, con experiencia y sin experiencia”, apuntó Gutiérrez en diálogo con este medio.
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Producción y realización
En los meses de septiembre y octubre se desarrolló la segunda etapa, que consistió en la producción artística. En este tramo del proyecto, los coordinadores determinaron qué partes del mural iban finalmente a cobrar forma en cerámica y cuales en pintura. Definido ese punto, se pasó al trabajo de modelado y horneado de las piezas cerámicas confeccionadas. Aquí, desde el área de Cultura, promovieron un acompañamiento virtual destinado a que los participantes pudieran hacer un seguimiento del proceso desde sus casas, principalmente debido al contexto de la pandemia que impedía las acciones presenciales con mucha gente.
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Finalmente, en noviembre, comenzó la realización del mural colectivo en la playa, trabajo que se extiende hasta estos días. La producción artística la llevan adelante docentes municipales, empleados y empleadas de las áreas de Cultura y Turismo, como también participantes que pudieron asistir por formar parte de los grupos de riesgo más expuestos a los posibles efectos de la pandemia. Aquellos participantes que no pudieron asistir, continuaron con los talleres virtuales de cerámica y la producción desde sus hogares.
Intercambio
María José Gutiérrez remarcó que todo lo que hizo hasta el momento resultó beneficioso. “Fue un ida y vuelta con toda la gente que participó del proyecto, que fue haciendo sus propias sugerencias”, remarcó. Y puso especial énfasis en el componente innovador que tuvo todo el proces. “Lo que propusimos es que cada uno haga su diseño y a partir de ahí se armaron piezas en cerámica y en pintura. Lo que tiene que ver con la fauna se trabajó en cerámica y lo que tiene que ver con flora, a través de la pintura. Todo eso sirvió para tener una galería de arte a cielo abierto, porque hubo mucha gente se acercó y se interesó por los productos que se pueden ver allí”.