La Fundación Rewilding Argentina, se encuentra a cargo de varios proyectos que tienen como objetivo recuperar ecosistemas argentinos, entre ellos de la vida libre de los yaguaretés.
La Fundación Rewilding Argentina, se encuentra a cargo de varios proyectos que tienen como objetivo recuperar ecosistemas argentinos, entre ellos de la vida libre de los yaguaretés.
En los últimos días, en una votación por medio de sus redes sociales, se pusieron a disposición de los seguidores dos opciones para cada uno de los nuevos integrantes del programa de reinserción de la especie.
Este domingo, Rewilding Argentina comunicó que los nombres ganadores para las crías de Juruna fueron Sãso y Sagua’a.
“Sãso, que en guaraní significa “ser libre o suelto” y Sagua’a, que en el mismo idioma quiere decir “ser salvaje o indómito” son los nombres elegidos por la votación de todos ustedes para los cachorros integrantes de la tercera camada de yaguaretés nacidos en el Parque Iberá”, detalló Rewilding Argentina.
El pasado 19 de enero, los cachorros Karai y Porã se convirtieron en los primeros ejemplares de la especie que obtuvieron la completa libertad tras 10 años de trabajo en el proyecto y 70 años de extinción. Pronto se encontrarán ambos pares de yaguaretés.
“Ellos representan la esperanza de la vuelta del yaguareté, la decisión del pueblo de Corrientes de recuperar su naturaleza y su cultura, y una nueva forma de hacer conservación en Argentina, recuperando los valores perdidos a través del rewilding”, agregaron desde la fundación. La nueva camada de cachorros de yaguaretés nacieron a principios de año en el Centro de Reintroducción, ubicado en el Parque Nacional Iberá, mismo lugar donde se lleva adelante todo el proyecto.
Se trata de los cachorros de Juruna, una de las hembras silvestres arribadas desde Brasil hace dos años. Con este nacimiento, ya son seis los yaguaretés que vieron la luz en Iberá. Los cachorros de yaguareté nacen después de tres meses de gestación, son en general dos y, como todos los felinos, nacen con los ojos cerrados y casi sin capacidad de desplazamiento. Las primeras semanas son muy dependientes de su madre, que pasa casi todo el tiempo con ellos. Poco después del mes de vida comenzarán a recorrer distancias muy cortas alrededor del sitio donde nacieron y recién a los dos meses comenzarán a acompañar a Juruna en algunas de sus recorridas.