Según confirmaron fuentes oficiales, el Gobierno extenderá en los próximos días el programa Precios Máximos, que surgió al inicio de la pandemia para contener subas en las góndolas, y que mantiene congelados los precios de distintos rubros de la canasta básica como alimentos y productos de limpieza. Los empresarios esperan ahora que la Secretaría de Comercio los habilite a remarcar los valores y a continuar deslistando bienes de ese listado.
Como se sabe, el próximo domingo vencerá el plazo original de vigencia de Precios Máximos, un programa que fue implementado a fines de marzo y que obligó a los supermercados a retrotraer los precios al 6 de marzo, tras una serie de incrementos en las góndolas que había detectado el Poder Ejecutivo con el inicio de las medidas de aislamiento social. De esta manera, los precios de unos 2.300 productos quedaron congelados durante varios meses.
El Gobierno habilitó un primer reajuste de precios en julio y un segundo en octubre, que fueron de hasta 6% en algunos productos.
El desarme paulatino de este programa fue uno de los reclamos de los empresarios del sector, que aceptaron incorporar más productos a Precios Cuidados a cambio de dejar de mantener fijos algunos precios.
La lógica del deslistamiento de productos de la lista de Precios Máximos es la ir eliminando paulatinamente bienes que sean considerados o bien "suntuarios" como whisky, licores y las variantes de vinos más caras o que no forman parte de los artículos de primera necesidad, como golosinas, café en cápsulas o barras de cereal.
El decreto del presidente Alberto Fernández prevé como plazo al menos hasta el 31 de marzo. La fecha de vencimiento original es el 31 de enero, pero la Secretaría de Comercio tiene decidido extender su funcionamiento.
Entre las empresas de consumo masivo consultadas aún no tuvieron ningún contacto con la Secretaría de Comercio Interior que conduce Paula Español para perfilar cómo continuará Precios Máximos desde febrero.
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), que agrupa a las principales cámaras del sector, se reunió este lunes para discutir este tema y esperan definiciones del Gobierno en los próximos días.
"En un principio entendíamos que Precios Máximos se terminaba y que se fortalecía Precios Cuidados. Después nos fuimos enterando que en realidad van a ser deslistamientos", recordó ante este medio el presidente de Copal Daniel Funes de Rioja.
"Queremos ver si va a haber alguna norma nueva o qué. No son conversaciones con Copal sino con cada empresa", apuntó el ejecutivo, también vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).
"Para algunos productos hay un desfasaje de precios de hasta un 80% para los que tienen componente importado, hay otros con retrasos de 50 o 30 por ciento. No estamos de acuerdo con que no termine Precios Máximos", reclamó Funes de Rioja.
Hace dos semanas, el Gobierno anunció la última quita de productos de ese listado que incluyó bienes como alimentos para mascotas; budines y magdalenas; cacao en polvo; cervezas; gaseosas; golosinas y chocolates; infusiones excepto tés y mates cocidos; mermeladas y dulces; panes industriales y congelados; pastas secas importadas, secas rellenas, secas al huevo; productos en base a carne y pollo procesado; quesos, excepto rallados y quesos crema; rebozadores y panes rallados; sal, especias y condimentos; salsas listas y snacks.
También fueron excluidos del programa los vegetales congelados; aceites aromatizantes y Desodorantes ambientales; bolsas y films; ceras, autobrillos y lustramuebles; cremas corporales y faciales, protectores labiales y afeitado; cuidado bucal; cuidado del cabello; desodorantes y antitranspirantes; escobas y escobillones; jabones y lavandinas en gel.
Por último, no estarán más dentro de este plan los artículos como lavavajillas; limpiadores cremosos; limpiadores piso; palilleros; pañales para bebés; papeles; productos para el baño del bebé; productos para el lavado de la ropa; protección femenina, excepto tampones; repelentes e insecticidas; ropa interior descartable, y talcos y apósitos.
El Gobierno instaló el programa de precios máximos en marzo del año pasado a raíz de la pandemia y los alimentos que dispararon la inflación en ese rubro fueron la carne, las frutas y las verduras, con subas del 56,9%, 64,4% y 58%, respectivamente. En 2020 esos rubros casi duplicaron la evolución del IPC.
La explicación que ofrecen los analistas del mercado frutihortícola y los propios productores es que después de varios años de atravesar una situación de precios deprimidos y desalientos a la actividad, el último año tuvo la particularidad de que el consumo de productos frescos creció -se calcula en torno al 20%- como consecuencia de que la sociedad estuvo más en sus hogares y modificó sus hábitos de alimentación, creció la conciencia respecto de los bienes más saludables frente al covid-19 y, por otra parte, muchos consumidores tuvieron más dinero en el bolsillo para destinar a comer, ya que debieron prescindir de comidas fuera del hogar y de gastos en esparcimiento, principalmente.