El cantautor santafesino Efraín Colombo presentará finalmente ante su público el álbum “Lo que soy”, producido por Jorge Rojas, que fue saliendo durante 2020 a manera de singles en fechas especiales. Será este viernes a las 21, en el nuevo espacio Paradiso Puerto. El Litoral pudo conversar con el artista sobre todo un recorrido que se concreta ahora, con la puerta abierta a nuevas búsquedas.
Gentileza Not Momma Ojalá ?Lo que soy? esté a la altura de lo que es una personalidad como Jorge Rojas , dice Efraín de quien devino su productor y padrino artístico.
Este viernes a las 21 Efraín Colombo brindará un concierto en el nuevo espacio Paradiso Puerto (Francisco Miguens 180, Santa Fe). El recital integra el ciclo de peñas Santa Fe Música y Letra, y será la presentación oficial del álbum “Lo que soy”, producido por Jorge Rojas y su productora Quilay. Si bien la situación global obligó a pausar la mezcla y masterización del disco, en el transcurso del 2020, el artista adelantó la mayoría de las canciones que integran el álbum como singles, y el mismo día del show será el turno de “Quizás me perdí”, que estará disponible en todas sus plataformas digitales y en su canal de YouTube. Las entradas se encuentran a la venta a través del sistema https://www.eventbrite.com.ar.
El Litoral dialogó con el cantautor para conocer más sobre esta propuesta que salta ahora de las redes al escenario.
Singles temáticos
-Finalmente vas a poder presentar “Lo que soy” frente a tu público. ¿Cómo se siente ese reencuentro tan demorado?
-Bueno, “Volver” ya lo decía Gardel; volver siempre es importante. Después de que pasamos un momento tan pero tan complicado como humanidad (y lo seguimos pasando), esta puertita de esperanza que se abrió los músicos (en el buen sentido de la palabra) la estamos aprovechando muchísimo. Y creo que este reencuentro con la gente es muy esperado por todos los artistas de cualquier rama del arte.
Creo que son emociones encontradas: en lo personal esta presentación del disco se demoró un tiempo debido a lo que vivimos, pero estoy feliz de todo lo que se realizó durante el 2020, porque se hizo algo que teníamos pensado allá a finales del 2019 cuando pensamos y planificamos el material de la mano de Jorge Rojas con su producción. Por eso creo que este reencuentro tiene un montón de condimentos y un montón de emociones difíciles de explicar con palabras.
-La pandemia demoró unos meses el full álbum, pero se fue mostrando por entregas, de a una canción por vez. ¿Qué respuesta tuviste del público con esta forma de llegada?
-La respuesta del público fue muy emocionante. Si me remonto a lo que planificamos y a lo que terminamos haciendo te tengo que decir que se cumplió con lo que teníamos pensado, y eso no es poco en estos tiempos. Cuando allá por el 2019 terminábamos de grabar nuestro objetivo del 2020 era hacer los lanzamientos planificados, adjudicándoles a cada uno de ellos una fecha determinada, con un argumento; que partía de la base compositiva que cada canción tenía.
Por eso para cada una de ellas se eligió una fecha especial, y esa fecha especial hizo que las canciones caminaran de un modo tan básicamente maravilloso: el resultado de “Lavandera” cuando lo presentamos para el Día de la Primavera; en el Mes del Niño, cuando presentamos “Eco”; como homenaje para Atahualpa Yupanqui, cuando sacamos “Me acusan a mí”; o cuando hicimos el lanzamiento de “Entrega de amor”, la canción junto a Jorge Rojas. La última que estrenamos en 2020 fue “Un adiós”, trayendo resultados increíbles.
Había empezado el año con muy pocas reproducciones en Spotify, en YouTube, en todas las plataformas, y terminamos el año con casi medio millón de reproducciones y el 100 % más de seguidores en todas las redes sociales y las plataformas. Eso me hace decir que la recepción fue fenomenal.
Viajes en canciones
-De esta manera cada canción de alguna forma tiene que “defenderse sola”. ¿Cuáles sentís que calaron más hondo en el público?
-Me es difícil responder, porque creo que eso hoy se mide por la cantidad de reproducciones. “Lavandera”, “Un adiós”, “Entrega de amor”, “Eco”, son las que más trascendencia han tomado, cada una por su condimento especial. Haber integrado más de 150 playlists oficiales de Spotify durante 2020 era algo que no lo tenía; y si bien detrás de esto hay una productora como Quilay Producciones de los hermanos Rojas, se puede tomar como una producción independiente, porque no es una multinacional. Y a veces eso cuesta mucho más.
Por eso creo que es importantísimo decir que desde ese lugar hemos logrado ocupar lugares importantes que hicieron que las canciones tuvieran muchísima repercusión. La canción que por ahí la gente me hace saber que les gusta mucho, o mensaje que me han llegado a mis redes sociales, es “Lo que soy” y “Mi cantar”.
“Entrega de amor”, “Hijos del río”, “Eco” y “Lo que soy” están postuladas a los Premios Gardel, y lograron un objetivo que ahora estamos esperando: la tan ansiada nominación. Así que quizás esas son las que más satisfacciones han dado, por eso han logrado esa repercusión, y al menos ese primer atisbo de un gran sueño como es el de estar nominado a los Gardel. Por ahora estamos postulados y faltan unos pasos, pero ya hay una alegría en puerta.
-Este mismo viernes sale “Quizás me perdí”, el anteúltimo single. ¿Por dónde va esta canción?
-Me quedaron dos canciones del álbum “Lo que soy” a presentar y bueno, vamos a presentarlas ahora en este 2021. “Quizás me perdí” es una canción que compuse con Chaco Andrada de La Callejera: es una historia de amor, de las tantas que a veces se dan en enero en los carnavales, en los festivales; de esas historias de amor a veces truncas. La letra es de Chaco, la música es mía y de Osvaldo Lucero, el guitarrista de la banda.
Creo que es una canción muy pícara, que tiene una historia particular para que la gente escuche, disfrute, y se retrotraiga en el tiempo; porque si hay algo que creo que tienen las canciones que interpreto es el generar emociones, con los ojos cerrados o con la vista puesta en un punto fijo, generar imágenes. Creo que en este álbum hay imágenes, que recorren el cancionero de lo que soy.
El padrino
-¿Cómo fue trabajar con Jorge Rojas y su productora Quilay en el desarrollo de este material? ¿Qué te aportó él como productor, además de participar en dos canciones?
-Al principio fue una experiencia que no sabía para qué lado me iba a llevar. Si bien ya habíamos compuesto “Mi cantar”, la canción que le dio título a su último álbum, no habíamos tenido la experiencia de componer juntos mano a mano; y la canción “Lo que soy”, que llegó después de estar elegidas las 18 canciones del disco. Cuando empezamos a grabar allá por octubre de 2019, “Lo que soy” empezaba a nacer, y una de esas tardes le muestro eso a Jorge y fue estupendo, porque nos quedamos cinco horas componiendo.
Esa es una de las tantas experiencias que me deja este disco: el hecho de saber que un disco no se termina, se abandona, con respecto a la mezcla y la masterización. Trabajar con él es un desafío y una tremenda responsabilidad: cuando lo nombre siento esa responsabilidad. Ojalá “Lo que soy” esté a la altura de lo que es una personalidad como Jorge Rojas, que supo dejarle al cancionero folclórico argentino nuevas canciones, una nueva forma de trabajar.
Hoy Jorge para mí es un pilar fundamental de mi carrera, y persona a la que quiero consultarle cada cosa que hago. Tengo la suerte de poder tenerlo al lado, y de poder compartir con él momentos que son únicos, como el de componer, o subirse a cantar arriba de un escenario. Creo que él como productor me aportó cosas que generaron en mí mucha tranquilidad. Y creo que encontró el estilo que me hacía falta encontrar: el Efraín Colombo que por ahí todavía no sabía para qué lado ir, y en este disco resuena esa personalidad. Y yo la siento, porque encontró cauce, rumbo, un lugar por donde ir, el torrente que llevamos en el alma.
Y una cosa más: que él haya sido el encargado de la masterización del disco es fundamental. De la mano de Carlos Carrizo, que fue el arreglador musical; junto a Santiago Lucero, al Osva Lucero, a Matías Aguiar, que son los músicos de Santa Fe; Franco Giovos, que es el baterista de Córdoba; Pablito Díaz, que es un pianista de acá de Santa Fe; y otros tantos más que participaron en el disco, él supo encontrarle el color a la banda, que es lo que vamos a hacer este próximo viernes. Vamos a mostrarle a la gente eso que creo que hemos hallado: el rumbo de quizás un nuevo sonido de la canción del Litoral, un nuevo sonido del cancionero folclórico argentino; que tiene matices de muchos otros estilos, pero que al fin y al cabo es algo nuevo.
Manos abiertas
-¿Cuán importante es un apoyo así para un artista autogestionado como vos?
-Es sumamente importante el apoyo de un artista como él. No muchos artistas que están en ese lugar dejan planear sus alas para observar cual ave que le gusta ver lo que sucede y no seguir creciendo y buscando altura. Creo que el cancionero folclórico argentino necesita de más personas como Jorge Rojas, y yo tuve la suerte de tener muchas así al lado: Julián Ratti, Orlando Vera Cruz, Javier Valenzuela, representante de Guitarreros; y hoy Jorge.
Sin olvidarme de mi familia: mi señora, mi hija, mi viejo, mi vieja, mis hermanos. Todos ellos fueron tendiendo la mano para que yo pueda caminar. Pero Jorge lo que hizo fue darle forma a algo que quizás a mí me hubiese llevado mucho tiempo hallar y encontrar. Porque la calma no se obtiene así nomás, entre cuatro paredes de tu habitación (al menos es lo que creo). Siempre se necesita ese otro, y al haberlo encontrado a él, el llamado telefónico, el mensaje de texto, la palmada en la espalda... de esas que valen, porque hay palmadas que sólo son eso; hay mucha gente en este camino que me palmeó la espalda, me dio un abrazo, se fue, cerró la puerta y no la abrió más. Y en este camino a veces es duro el hecho de darse cuenta de que hay palmadas que son ingratas; y es muy importante. Creo que el folclore se ha perdido muchos artistas por esas falsas palmadas. Y a mí Jorge, el Indio, Alfredo (los Rojas Quilay), me dieron lo que necesita mi canto a esta altura de la vida. Y no sé qué deparará el destino, pero hoy siento que estoy mejor parado que hace años atrás. Y eso se lo debo a todas las manos tendidas, verdaderas, del camino.
El hecho de haber seleccionado canciones de mi autoría hoy parece que es natural, pero él me generó la confianza para poder estar haciendo esto. Y eso es sumamente importante. Son las palmadas verdaderas las que nos dejan caminar con frescura. No hay grandes poetas en este disco, ni quizás grandes letristas, pero hay muchos. Porque no estoy solo: estoy con Mariano González, con Carlos Grande, que es un doctor del barrio; estoy con Fernando Pais, con Chaco Andrada de La Callejera, con Jorge Rojas, con Topo Palacios. Estoy componiendo canciones con otros que me ayudaron también a madurar el mensaje de mi canto.
Y eso también es algo importante que me ha acontecido durante la planificación, realización y ejecución de este disco tan esperado para mi vida, que tan emocionado estoy de presentar por primera vez ante el público este próximo viernes.
En transformación
-Dijiste: “‘Lo que soy’ es el reflejo de años de búsqueda y de miradas internas proyectando los valores de la vida y del lugar que habito”. ¿Sentís que encontraste tu voz propia, o es una búsqueda constante?
-Siento que lo que soy (lo que una persona es) no se termina de edificar nunca: todos los días, si uno tiene abiertos los sentidos, va modificando lo que piensa. Y lo modifica, lo moldea, le vuelve a dar una vuelta de rosca; y en ese sentido creo que es sumamente importante el sentir que uno está en la búsqueda constante, y no detenida.
Sonoramente, o tímbricamente, siento que mi color de voz sí ha tomado un lugar diría yo muy cómodo, óptimo y relajante: en el sentido de que cuando canto no hay una fuerza etérea que me acompaña; sino que hay algo natural que sale de adentro mío. Y eso es también gracias a un trabajo técnico que vengo haciendo; en ese sentido sí siento que he logrado una plenitud.
En el sentido de la madurez siento que he logrado una de las tantas que la vida quizás me tiene esperando a la vuelta de la esquina, de aquí en adelante.