Por Carlos Retamal
Esa es la información preliminar que aportó la empresa a la Fiscalía. Se están analizando cámaras de seguridad de la zona no solamente del día del atraco sino de jornadas anteriores, y se avanza en la toma de testimonios.
Por Carlos Retamal
La banda de entre 6 y 7 personas que en la noche del lunes tomó de rehenes a integrantes de una familia para luego ingresar por un boquete a la sucursal que la empresa de transporte de caudales Brinks posee en la ciudad de Rosario se alzó con un monto millonario.
Según la información preliminar que responsables de la empresa a nivel local dieron a la Fiscalía, el monto estimado que fue sustraído “sería de entre 40 a 45 millones de pesos”. La causa, que en un primer momento recayó en la unidad fiscal de Flagrancia, pasó a la fiscal Juliana González, de la Unidad de Investigación y Juicio del Ministerio Público de la Acusación.
También se supo que los autores del atraco se llevaron entre 20 y 30 sacas que contenían billetes de distinta denominación, divisas y cheques, que estaban en el interior de 3 camiones blindados que estaban estacionados en el depósito ubicado en Presidente Roca al 2700 y que al momento del robo no había personal de seguridad en el lugar.
Si bien el edificio cuenta con una caja blindada de seguridad, el grupo de ladrones fue directamente hacia lo seguro: los camiones que estaban estacionados en el depósito. Sus cerraduras no fueron violentadas ya que en el lugar se hallaron las llaves de cada una de las puertas traseras (por las que se accede al lugar donde se depositan las sacas). Un vocero señaló a El Litoral que cada unidad blindada cuenta con sistemas de control que deberían disparar una alarma en caso de la apertura de la puerta, algo que en principio no ocurrió en la noche del lunes.
Entre las primeras medidas ordenadas por la fiscal estuvieron el relevamiento de imágenes de cámaras de seguridad de la empresa y los alrededores de la firma, no solamente de la noche del atraco sino también de jornadas anteriores, para ver si se pueden visualizar rostros o vehículos haciendo tareas de vigilancia. También ordenó la toma de testimonios y otras medidas que se mantienen en reserva.
El atraco ocurrió el pasado lunes, se estima que entre las 21 y las 24, tras reducir a uno de los dueños de una vivienda de pasillo, lindera con la empresa, y a otros integrantes de la familia que llegaron de visita y causaron sorpresa entre el grupo de ladrones ya que no estaba en sus planes que hubiera tanta gente, lo que refuerza la hipótesis del trabajo de inteligencia previo.
Los autores del millonario robo utilizaron herramientas destinadas a tareas de demolición que introdujeron en la vivienda por un garaje que da a las vías del ferrocarril, y un martillo neumático, propiedad de uno de los habitantes de la casa, quien realiza diversas tareas en el rubro de la construcción.
Con esos elementos hicieron un boquete de unos 80 centímetros de diámetros por 45 de profundidad (tuvieron que romper las paredes de la casa y del depósito) e ingresaron en el lugar exacto, a metros de donde estaba estacionado uno de los camiones de caudales.
Las sacas fueron extraídas y llevadas hacia uno o dos vehículos que se investiga si fueron estacionados sobre las vías o a muy pocos metros de ellas y movidos al momento de la carga del botín.