La tradicional visita que la familia real de Bélgica realiza a la cripta real cada mes de febrero marcó ayer un hito en la historia de la realeza belga. Por primera vez, el solemne acto contó con la presencia de la princesa Delphine, quien hasta ahora no había acompañado a la que ya es oficialmente su familia en ninguno de sus citas institucionales.
La hija del rey Alberto II, como fue reconocida legalmente hace unos meses, se presentó en la Iglesia de Nuestra Señora de Laeken acompañada de su marido, James O’Hare, y pudo rendir tributo a los antepasados que están enterrados en la cripta de la familia real belga: sus abuelos paternos, los reyes Leopoldo III y Astrid, sus tíos Balduino y Fabiola de Bélgica…
Tenés que leerEl rey Alberto de Bélgica admite que es el padre de Delphine BöelAl acto también acudieron el rey Felipe I y su consorte, la reina Matilde, el rey Alberto II y la reina Paola, y la princesa Astrid, hasta hace poco la única hija legítima del antiguo monarca belga. “La princesa Delphine fue invitada al igual que sus hermanos y aceptó la invitación”, explicó ayer el portavoz de la casa real de Bélgica al diario flamenco Het Nieuwsblad.
Nacida de una relación extramatrimonial de Alberto II con la baronesa Sybille de Selys Longchamps, Delphine es legalmente hija del antiguo rey desde el pasado mes de octubre, cuando la justicia belga la reconoció como tal y le concedió el título de princesa de Bélgica. Finalizaba así una batalla en los tribunales que duraba desde 2013, aunque Delphine, apellidada hoy “de Sajonia-Coburgo”, no tenía esperanzas de que la familia real belga fuera a acogerla en su seno ni a invitarla a participar en los actos oficiales.
Solo unos días después, sin embargo, la princesa fue recibida por su hermano Felipe I en el Castillo de Laeke. Según el comunicado conjunto que emitieron después, el actual monarca y la princesa tuvieron la oportunidad de conocerse y comenzar un vínculo que esperaban que “se desarrollará aún más en el contexto familiar”.
Tenés que leerBélgica: la hija reconocida por Alberto II pide que se rezconozcan sus derechos realesAl cabo de unos días, la princesa Delphine se reunía también con su padre, Alberto II, y su madrastra, la reina Paola, momento en el que la casa real anunció que era la hora “del perdón y la reconciliación”.
Que este proceso marcha bien lo demostró ayer la presencia en la cripta real de Delphine, quien además ya ha comenzado a realizar algunos actos públicos como princesa de Bélgica. A finales del año pasado, por ejemplo, Delphine de Sajonia-Coburgo asumió la presidencia de honor del fondo de un hospital belga destinado a recaudar fondos para integrar las iniciativas artísticas en los cuidados sanitarios.