El máximo referente del cancionero argentino estuvo en Santa Fe, y en su pasó, allá por la década del sesenta, visitó la redacción de nuestro diario.
Pasó por la redacción del diario el 4 de enero de 1965.
El máximo referente del cancionero argentino estuvo en Santa Fe, y en su pasó, allá por la década del sesenta, visitó la redacción de nuestro diario.
Jorge Antonio Cafrune Herrera, cantaautor de las cosas nuestras. Compañero de fiestas familiares con su “Luna Cautiva”, protagonista de los actos escolares con su “Zamba de mi esperanza”, de nuestra historia nacional con “La Cautiva” y la protesta social con su “Orejano”.
El 4 de enero de 1965, pasaba por la redacción de El Litoral y decía: “Hablando y mirando a la gente se aprende mucho”. Se encontraba en nuestra ciudad al haber actuado en el Festival Folklórico del Litoral, organizado por la Obra Social del Sindicato de Prensa de Santa Fe.
Jujeño de nacimiento, en la localidad de Perico, fue además de músico, investigador y difusor de la cultura nacional. En sus inicios, con Las voces de Huaira, fue apadrinado por el compositor santafesino Ariel Ramírez, quien lo llevo de gira por la costa atlántica.
Los invitamos a leer la nota de archivo y a compartir el recuerdo de un artista aclamado por generaciones de argentinos.