La cantautora y multiinstrumentista Silvina Moreno, de gran crecimiento en el continente, llega este jueves a Tribus Club de Arte, donde compartirá escenario con Zero Kill, la banda de Benito Cerati. El Litoral habló con ella sobre “Herminia”, su último álbum, sobre el momento pandémico y el proceso creativo.
Gentileza Niko Sedano El proceso creativo es un gran maestro para la vida, es todo para mí. No solo me ayuda a ser mejor música; me ayuda a mejorar como persona , dice Silvina.
El jueves desde las 21, Silvina Moreno y Zero Kill (la banda de Benito Cerati) unen sensibilidades y sonidos en el escenario de Tribus Club de Arte. En el caso de la cantautora y multiinstrumentista, llega para presentar su última placa, “Herminia” (2019), nominada a los Premios Gardel 2020 en la categoría Mejor Álbum Canción de Autor. Las entradas están a la venta en boletería del citado club de música (República de Siria 3572) de miércoles a domingo entre las 18 y las 0, y a través de Ticketway.
En la previa del concierto, El Litoral se contactó con Moreno para conocer más sobre el presente artístico de esta voz personal que crece en el continente.
Conectada
-“Herminia” salió a fines del 2019, la pandemia te agarró cuando empezabas a presentarlo. ¿Cómo viviste ese momento, y los meses que siguieron?
-“Herminia” salió el Día de la Música, el 22 de noviembre de 2019, entonces por la pandemia no pude presentarlo en vivo más allá del 8 de marzo que fue el último show en vivo que tuvimos en el 2020. Pero bueno, eso no quita que durante el aislamiento pude hacer muchos vivos, pude compartir mucho del disco igualmente, pude hacer live sessions. Y ahora que se volvieron a abrir con protocolo los conciertos en vivo estoy tocándolo finalmente para más personas. Además se compartieron varios videos de “Herminia”: en total van a ser seis videos del disco. Eso me tiene contenta: fue una manera extraña pero todos tuvimos que atravesar la pandemia como pudimos. En el medio, en meses de pandemia estuve componiendo bastante nueva música.
-Después de la salida de “Sofá” decías que querías componer con otros artistas, pero este álbum es esencialmente personal. ¿Qué cambió en el medio?
-Entre “Sofá” y “Herminia” estuve componiendo con varias personas, que era uno de los objetivos, y algunas de esas canciones quedaron en el disco; otras no, pero eso no quita que puedan estar en próximos discos: compuse con los Monsieur Periné, con Raquel Sofía, con Cecy Leos, con Juan Pablo Vega, con Dolores Cobach, con Daniel Schnock. Fue una experiencia muy buena. También compuse con Noel Schajris de Sin Bandera; es muy gratificante poder compartir composición con otros artistas y enriquecer un poco la pluma.
En desarrollo
-¿Cuánto pesaban las expectativas después de un álbum como “Sofá”?
-La verdad es que pesaban bastante, porque fue un álbum que marcó un momento muy importante para mí. Y las expectativas se ponen cada vez más desafiantes, porque la vara sube. Entonces por un lado es poder manejar la ansiedad de que la vara se ponga más alta, pero por otro lado es bueno eso, porque quiere decir que uno va progresando y va evolucionando como artista. El gusto va cambiando, se va afilando. Y es bueno para poder seguir creando música diferente, que año a año uno vaya evolucionando.
-En el disco hay canciones de desamor, pero también otras como la propia “Herminia” (dedicada a tu abuela), o “En el 87”, que remiten al tiempo de la infancia. ¿Hubo una búsqueda hacia ese lado o fueron saliendo espontáneamente?
-Fueron saliendo espontáneamente. Cuando compongo canciones para un disco hago muchísimas, no solo las que se escuchan en ese disco. Dentro de esa búsqueda siempre compongo de temáticas más personales mías, hablo de mi infancia, de amores y desamores, de miembros de mi familia, me hago preguntas existenciales.
Después cuando se eligen las canciones para el disco a veces se hace por el concepto que tienen las canciones, pero más se eligen por si la canción es sólida: se terminan eligiendo las canciones más consistentes en cada disco. Pero todas estas temáticas las suelo manejar en las composiciones de todos los discos.
Compañeros de ruta
-Los feats son una muestra de esta expansión tuya por el universo de los cantautores latinos que cada vez dialogan entre sí: en este caso les tocó a la mexicana Cecy Leos y el colombiano Juan Pablo Vega. ¿Cómo se dieron esos encuentros?
-Sí, han sido una muestra de expansión mía definitivamente, y así se siente. Lo lindo es que hay un poco de Colombia, un poco México, un poco de Uruguay. También estuve en 2019 girando por Chile, Perú, Ecuador, Estados Unidos; muchos lugares. ¡Extraño mucho viajar! Extraño mucho estar de gira por estos lugares y seguir conociendo Latinoamérica, y que eso se plasme en mi música. El encuentro con Cecy Leos, con Juan Pablo y con la Catalina han sido gracias a amigos en común; en el caso de Cecy se ha vuelto una gran amistad. Son encuentros que creo que se dan por algo, y que por suerte están a disposición para enriquecer el trabajo: es lindo poder siempre colaborar con otros artistas.
-También compartiste “Esperanza” con la murga Agarrate Catalina, y le abriste la puerta a una figura emergente como Dolores Cobach en “Entre la multitud”.
-Dolores es una amiga de toda la vida: es “la Loli”, la conozco desde que somos chiquitas. Así que es un placer: para mí es muy natural cantar y componer con ella.
-Decías que querías girar más por Latinoamérica, algo que en el último tiempo estuvo vedado. ¿Llegó en este tiempo de virtualidades horizontales un vínculo con esos públicos?
-Nunca la virtualidad es lo mismo que ver a las personas en vivo: para mí el vivo es mágico: cada noche, cada público, cada situación de vivo es única, irrepetible, y eso para mí no lo cambia nada la virtualidad. Es una gran herramienta, pero no reemplaza el encuentro de personas. Por eso no veo la hora de volver a girar y volver a encontrarme con las personas después de que pase toda esta etapa pandémica.
Aprendizajes
-De a poco se puede volver a tomar contacto con el público. ¿Qué se viene para este año, hasta donde se pueda esbozar más allá de las incertezas?
-En realidad muchas ganas de salir a tocar, como estoy haciendo ahora en el Litoral, y salir a compartir “Herminia” y canciones nuevas de las que se vienen. Ese es el deseo: que de a poco se vaya abriendo la cosa, y seguir componiendo música nueva. Es un proceso como preguntabas “de vara alta”, y que las expectativas son cada vez más altas. Pero es un lindo proceso: el proceso creativo es un gran maestro para la vida, es todo para mí. No solo me ayuda a ser mejor música; me ayuda a mejorar como persona, en tener la paciencia de buscar para que las canciones aparezcan y tener la paciencia apreciar las puertas que se abren hoy; y las que no se abren hoy entender que no es el momento y que se abrirán mañana, algún día.
-¿Cómo viviste el show por streaming del Luna Park? Es uno de los escenarios emblemáticos de la Argentina, pero te tocó ocuparlo sin público presencial.
-Lo viví con mucha felicidad. Por más que fuese un público no presencial es un show que disfruté muchísimo. Es un lugar histórico el Luna Park, tiene una energía muy particular: se nota que pasaron tantos artistas por ahí, se siente en el aire. Y poder ser parte de eso para mí ya fue un regalo enorme en sí mismo. Soñé en ese momento de pararme en ese escenario, y sueño con hacerlo el día de mañana con un público. Si sigo trabajando, si sigo componiendo y si sigo dándole para adelante, ojalá eso se dé si Dios quiere en un futuro no muy lejano.