"Santa": la película argentina que expone el drama de la trata
Dirigida por Víctor Postiglione y estrenada en Cine.Ar TV expone la búsqueda de un adolescente de su hermana, que ha sido captada por una red de explotación de mujeres en un pueblo chico. “Es un problema que todavía no tenemos resuelto”, aseguró el director. Y aseguró que en el film trató de ser lo más respetuoso posible con el tema, “sin dejar de mostrar la realidad”.
Elefante Films A través de la película, se intenta mostrar a través de una historia ficcional, la desprotección de las familias más postergadas ante situaciones como la explotación de personas y la violencia.
La película “Santa”, que se estrenó recientemente a través de Cine.ar TV se enfrenta con un tema doloroso: la explotación de las mujeres y la compleja maraña de complicidades e impunidad que se teje a su alrededor. Pero lo hace, desde la ficción, de una manera diferente en la medida en que la narración la hace un adolescente que, en un pueblo pequeño del interior del país, intenta, junto a un primo y una amiga, rescatar a su hermana (la “Santa” del título) que ha sido secuestrada por una red de trata. En cierto modo, ante la falta de reacción de la Justicia y los organismos correspondientes, el joven intenta una especie de camino de “justicia por mano propia”. El film no sólo enfatiza sobre las consecuencias del delito, sino que también pone de relieve la desprotección de los humildes ante el poder de los secuestradores.
Está protagonizada por actores jóvenes (entre los cuales se cuentan el rapero Manuel “Replik” Vainstein y la youtuber Daiana Hernández) que interactúan con otros de la trayectoria de Roly Serrano y Germán de Silva. El guión y la dirección estuvieron a cargo de Víctor Postiglione, quien contó detalles del proyecto.
-Planteaste que “todo lo que vemos en la película no tiene que pasar más”. ¿Considerás que el tema de la trata no está lo suficientemente visibilizado o faltan acciones por parte de los organismos correspondientes?
-Hace mucho tiempo que la trata es un problema social que tenemos. No sólo en nuestro país, sino en el mundo. Lo que veo es que, si bien se trata de combatir y se intenta visibilizar, no parece que fuera suficiente. Es cierto que las redes de trata cambiaron un poco en las formas de captación y hoy en día el problema no pasa tanto por el secuestro, que de todas maneras ocurre, pero la explotación sexual sigue existiendo. Con captaciones a través de convencimiento, manipulación o promesas a las mujeres de una vida mejor. Siento que es un problema que todavía no tenemos resuelto. Lo que quería decir a través de mi película es que no tiene que pasar que siempre el peso recaiga en los familiares, que son los que tienen que ponerse la mochila y salir a buscar. Tendrían que tener un apoyo mucho más grande de las entidades y del Estado. Para que se pueda mostrar más y no sea siempre una lucha eterna desde las familias.
Búsquedas
-¿Cómo llegaste a la historia la historia de este adolescente que trata de rescatar a su hermana secuestrada? ¿Te basaste en algún hecho puntual real? Porque el tema está presente en cortometrajes tuyos que tienen algunos años.
-Hace diez años que estoy en lo audiovisual y comprometido con estos temas. Hice varios cortometrajes en los cuales no sólo reflejé la trata de personas, sino también la violencia de género desde distintos puntos de vista. Di charlas en escuelas, estuve en festivales, siempre bajo esta temática. Conocí personas, hablé con ellas. Cuando quiero abordar algo así, trato de buscar la mayor cantidad de información posible. La captación de mujeres en pueblos humildes es algo que escuché y que investigué, en Argentina y en otras partes de Latinoamérica. Cómo se meten a manipular a las familias o directamente entran a secuestrar. Lo hacen en los pueblos más humildes porque allí tienen menos recursos y llegada para encontrar soluciones. Me basé en ese universo y pensé en un adolescente que no acepta que secuestren a su hermana. Y ante el miedo de su familia, decide tomar cartas en el asunto.
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Foto: Elefante Films
Punto de vista
-Es interesante lo que proponés de contar la historia desde el punto de vista de un adolescente. ¿Por qué tomaste esta decisión?
-Siempre trato, en mis películas, de abarcar muchas miradas desde distintas edades. Me interesó abordarlo desde la mirada de un adolescente, porque es una mirada más inocente, más impulsiva, que no piensa en dónde se va a meter. Empecé a pensar la historia y a empatizar con el personaje. No viví una experiencia así, pero tengo hermanos y pensé que si esto hubiera pasado en mi propia familia, tampoco teníamos recursos para enfrentarlo. Me pareció que era lo más genuino, meterme con un personaje de esa edad, a quien no le importe nada y busque hasta donde pueda. Los adolescentes son más impulsivos en lo sentimental. Más efusivos.
Sufrir pero concientizar
-¿Cómo es afrontar una temática tan dolorosa y que está tan a flor de piel por los distintos casos que se suceden?
-Es muy fuerte. Si bien es ficción, el film está basado en una problemática que existe y que todavía cuesta muchísimo erradicar. Traté de trabajar con el mayor respeto posible, viendo que hay mucha gente que sufre. De ser lo más respetuoso posible con el tema, pero sin dejar de mostrar la realidad, las aberraciones que suceden. En ese punto intenté comprometerme para ser lo más fiel posible. Se sufre, pero soy comunicador y es importante que estos temas se visibilicen, para aportar un granito de arena y que la gente esté más concientizada. Cuando elegí a adolescentes para los roles protagónicos, me dí cuenta que es una mirada interesante y un mensaje que va mucho para los pibes. El protagonista es un freestyler un poco conocido y eso hizo que les genere interés.
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Foto: Elefante Films
Principiantes y experimentados
-¿Cómo fue el trabajo con los actores? Además de algunos reconocidos intérpretes como Roly Serrano y Germán de Silva, incorporaste al rapero Manuel “Replik” Vainstein y la youtuber Daiana Hernández.
-Quería que los chicos fueran actores con poca experiencia, por eso busqué un freestyler como protagonista. Lo de Daiana surgió porque ella hizo el casting, hicimos la prueba de cámara y en el interín me fui enterando de su trabajo. Nos pareció que su condición de influencer podía servir para concientizar sobre este tema a la gente de su edad. Me interesaba que los actores jóvenes tuvieran poca experiencia para que trabajen a sus personajes desde lo impulsivo. Pero para que eso funcione y el universo fuera verosímil, tenía que reforzar con actores de experiencia. Por eso los llamé a Germán Da Silva y a Roly Serrano, que tienen muchísima experiencia. Eso le dio mucho aire a la película.