Cuando todavía no pasó la primera gran invasión de mosquitos en la ciudad volvió a llover y el escenario se tornó propicio para que aparezca una segunda oleada de este insecto tan santafesino que no para de picar, al punto de tornarse insoportable. Lo bueno es que hasta el momento no hay una proliferación de casos de dengue, la enfermedad que transmite la variedad de mosquitos aedes aegypti. Sin embargo hay que seguir utilizando repelente y tomando las medidas sanitarias necesarias -como el descacharrado y la utilización de mosqueras- para evitar el dengue y para tratar de sobrellevar la temporada que se vino con toda la furia.
Los santafesinos habían pasado un enero tranquilo en materia de mosquitos. Esto se debe a la prolongación en el tiempo de un período seco, sin lluvias. Pero los primeros temporales del año abonaron el escenario para la aparición masiva de los mosquitos. Así, febrero se tornó insoportable y pese a que las autoridades sanitarias recomiendan que los encuentros interpersonales se hagan en lugares abiertos -por la pandemia- es casi imposible salir al patio o ir a un parque, porque los mosquitos están al acecho.
Según los registros del Centro de Informaciones Meteorológicas (FICH CIM UNL), durante los primeros dos meses del año cayeron 256 mm de lluvia. Mientras que el chaparrón de este martes y el temporal de este jueves precipitó un promedio de 70 mm (en algunas zonas de la ciudad fue más intenso que en otras), por lo que todo indica que en los próximos días aparecería otra invasión de mosquitos.
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La pregunta que se hacen muchos en la calle es si la Municipalidad está fumigando los espacios públicos para evitar la proliferación de mosquitos. La respuesta que dio el secretario de Ambiente, Edgardo Seguro, es que "sí". Y dijo luego: "Estamos fumigando con un cronograma semanal, que se repite todas las semanas". Por último, recalcó el funcionario que la fumigación se realiza "en los espacios públicos: parques, plazas y paseos".
"Hay algo que debe quedar en claro: la fumigación no tiene nada que ver con el control de aedes aegypti (mosquito vector de la enfermedad del dengue). Porque justamente para este mosquito está desaconsejado fumigar, a excepción de que se presenten casos positivos en un determinado lugar. Nada puede reemplazar el descacharrado y sacar los recipientes con agua. Aclaro esto para que no se cree una falsa idea de tranquilidad que como estamos fumigando, también vamos a matar el aedes, porque éste no vive en el espacio abierto", había dicho Seguro en otra entrevista realizada a principios de febrero.
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Pese a las fumigaciones, mientras siga lloviendo continuará la insoportable presencia de mosquitos. Estos son los que "completaron su ciclo biológico en los últimos 8 días y para ello necesitaron el agua que llegó con la lluvia y que ahora permanece en zanjas, bajíos, cunetas y charcas", explicó Mariana Maglianese, directora del Programa de Control de Vectores del Ministerio de Salud. "Estas condiciones favorecen su reproducción", dijo la especialista. Se trata del mosquito común (Culex pipiens), que puede poner entre 80 a 100 huevos pegados unos sobre otros. Estos mosquitos colman la paciencia de todo el mundo pero al menos no producen enfermedades.
Sin embargo las autoridades sanitarias deben permanecer atentas, ya que también puede darse el crecimiento de la población de aedes aegypti, dato que complica porque ésta es la época del año en que se inician los brotes de dengue.
"Cuantos más mosquitos, mayor riesgo de enfermedad; por eso tenemos que hacer un trabajo en el entorno inmediato que es el patio (terraza, balcón, techo). El mosquito que está viviendo en zanjas es más difícil de controlar; en ese caso es necesario usar repelente para que no molesten", dijo Maglianese.
Cronograma de fumigaciones
El siguiente cronograma se repite todas las semanas, de acuerdo a lo informado por la Municipalidad de Santa Fe:
Los lunes por la mañana, los trabajadores municipales fumigan la Ciclovia III completa, desde Alem hasta Cassanello por Vélez Sarsfield. También la estación Belgrano con sus andenes, la zona del Liceo Municipal y espacios verdes sobre Vélez Sarsfield. En tanto, los lunes por la tarde se fumiga en: Las Flores I y II, calle Europa entre Estanislao Zeballos y Regimiento 12 de Infantería, Europa al 7900 hasta Gorriti, Callejón Funes, Callejón El Sable, Peñaloza y los parques y paseos de calle Blas Parera.
Los martes por la mañana: Parque del Sur, Estación Mitre y los espacios verdes circundantes; La Baulera y la zona del Convento de San Francisco. En tanto, por la tarde, se fumiga en los barrios La Esmeralda y Las Delicias.
Los miércoles a la mañana: Parque Garay, Cantero central de bulevar Pellegrini y Naciones Unidas, hasta el zanjón Suipacha inclusive. En tanto, por la tarde: Distrito Noroeste, Altos del Valle, Nueva Santa Fe y Favaloro.
Los jueves a la mañana: ciclovías, Parque Federal, La Redonda y el ex-Jardín Botánico. En tanto, por la tarde, se fumiga en el Predio Ferial, Estación Terminal de Ómnibus, Molino Marconetti y las plazas y los espacios verdes aledaños.
Los viernes por la mañana: Costanera Oeste, desde el monumento al Brigadier hasta la rotonda de Artigas, plaza de la Basílica de Guadalupe, Paseo Mutis, Escuela Avellaneda y Parque de la Locomotora. Por la tarde: ambos carriles de la Costanera Este, el Paseo Néstor Kirchner, la zona de boliches y los espacios verdes linderos, y barrio El Pozo.
Los sábados por la mañana: las plazas y paseos del distrito de la Costa, Alto Verde y Colastiné.
¿Conviene recurrir a la fumigación?
La pregunta se la realizó El Litoral a Mariana Maglianese, directora del Programa de Control de Vectores del Ministerio de Salud, en febrero pasado, cuando apareció la primera oleada de mosquitos sobre la ciudad. Y la funcionaria respondió lo siguiente:
"Es necesario tener en cuenta todas las contras y el poco impacto positivo de esta práctica. Primero, la fumigación se debe hacer con productos autorizados que son los piretroides y que se inactivan con la luz solar. Pero "la fábrica de huevos" sigue estando en la zanja y, en general, en el recurso agua. Un mosquito que sobrevive a la fumigación y genera una segunda cría va a ser resistente, y la tercera camada será resistente-resistente. Es decir que la fumigación en esa concentración no va a servir, pero tampoco será útil aplicar insecticidas más dañinos.
Por otra parte, los insecticidas no son inocuos porque, si no, no matarían mosquitos. Hay que tener en cuenta que con un mal uso de estos productos estamos poniendo en riesgo nuestra salud y la del entorno. Además, no es selectivo: ese mal uso mata mosquitos pero también mariposas, abejas, aguaciles, por lo que el impacto ambiental es muy grande. Como recomendación podemos decir que si salimos al aire libre usemos repelente y eliminemos los depósitos de agua de nuestro entorno para evitar que se multipliquen los criaderos.
Pero hay que tener en cuenta que éste es un fenómeno habitual que ocurre luego de las lluvias tan abundantes. Las sequías trajeron algún alivio, también en enero con menor registro de precipitaciones. Pero, desde siempre, durante las siguientes semanas después de las lluvias hay una cantidad importante de mosquitos.