Periodistas, miedo y "denuncieros". Todo en juego. El valor del cuero cuando se mencionan personas. El que tira la piedra y se esconde en el tuiteo. La siquiatría y las pastillitas como refugio de los problemas mentales. Todo suma en esta saga. El modo multimedial de comunicación esconde /sustrae / sustituye el núcleo duro del conocimiento y exhibe (como pornografía barata) pensamientos entrecortados y mensajes equívocos. La suma es lo que somos.
Un episodio porteño sirve para mostrar hasta qué punto la historia se forma de las cotidianeidades revisadas, escritas otra vez y, como corresponde, traicionadas. Traducir es traicionar, según se sabe. Reescribir, el modo fácil de traducir, igual. La Sarlo, conocida pensadora nacional, con mucha mayor identidad que inútiles referentes locales, muestra la desnudez de los medios como relatores. La confusión es igualitaria e injusta.
LA VACUNA COMO PROPAGANDA
Cuando se produjo el hecho, la señora Beatriz Sarlo y su actuación en un programa de "debatidores" televisivos, el asunto era de trámite sencillo. Aceptaba ser usada, sería usada. Era obvio.
Escribí, para que se publicase en Urgente 24, análisis del programa. El asunto vuelve porque el relato y sus "re escribidores" necesitan, capítulo tras capítulo, contarnos una historia lateral, embebernos de telenovela, tragicomedia, sainete y vaudeville.
Deberían atender, los aprendices de "pavo real" de estas comarcas, la lección. Desde el enanismo hipofisario falla la visión de conjunto. El mundo, cuando atacan desde un gobernador a un ministro, un Súper Star o un equipo de fútbol, no empieza, por esa razón, en su ombligo. Ni allí termina. Es al revés, se descuelgan del mundo.
Un tuit, una frase proferida contra otro, tiene vueltas y vuelto. No hay corporación que detenga las palabras, ni militancia que las justifique o condene. Es la Sarlo un buen y alto ejemplo. El que se mete en el barro es básico, se embarra. Escribí entonces:
"'Lo que es de barro… el barro se lo lleva…'. La titular de la Sociedad Argentina de Vacunología, Florencia Cahn, se refirió a la polémica que instaló la escritora intelectual Beatriz Sarlo en la noche del miércoles en declaraciones a TN, cuando afirmó que le ofrecieron, "bajo la mesa", la vacuna contra el Covid y ella se negó. Para Cahn, si Sarlo tiene pruebas, debería denunciar ese hecho ante la Justicia porque es ilegal. El texto transcripto, de una nota de Perfil, define la situación.
Varios actores políticos de capacidad propia, como Lombardi, y de capacidad heredada, como el hijo de aquel abogado de la CGT (Recalde), alguien de singular belleza, como una senadora K y un varón de voz grave y persuasiva, de locutor, como el anterior ministro, Finocchiaro, participaron de un debate televisivo en TN, uno de los canales del Grupo Clarín.
EL QUE NO QUIERE OIR NO OYE
Que el eje del pibe Recalde en dicho debate fuese que Rodríguez Larreta se ponga o no se ponga la vacuna contra la Peste ya es un marcador de profundidad.
Que el eje de la bella senadora sea el enojo y el grito destemplado, al punto de la respiración jadeante, ante cualquier manifestación anti K, es el límite más esclarecedor. En vivo y en televisión.
Piecita de atrás, otra mesa, solitaria pero en el mismo sitio, la señora Beatriz Sarlo fue consultada por el conductor (Bonelli) y dijo sus cosas. Las que se corresponden con la mesura: calma radicales, todos juntos ahora, lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie, vengo descarnado, este viejo adversario despide a un amigo, con la democracia se come y se educa, no es posible una pelea por estas cosas y algo más: en las manifestaciones le gritan "chorra" a Cristina.
También aclaró, ante una insinuación, que ella no se pondría, fuera de la ley, la vacuna anti Peste. "Me la ofertaron por debajo de la mesa".
EL PENSAMIENTO NO PUEDE TOMAR ASIENTO (Aute)
Hace tiempo que sabemos que el pensamiento, el verdadero pensamiento va por sus carriles, sus vertederos y sus meandros, que el lenguaje televisivo es el de "entretenedor", que nada profundo aparece allí y que es pobre el sedimento que sobrevive a la imagen. Poco y nada.
Sostener una mentira en televisión es parte del juego presuroso. Ampliarla una cuestión natural. La propia regla de supervivencia del show, que debe continuar, la remplazará por otra con más efecto instantáneo. Eso mañana.
Aquella ensayista, que creciera junto a Altamirano y lograse su propio vuelo, en la televisión cae abatida por un corte y una quebrada y en tres minutitos volvemos.
Los libros de tesis de la Sarlo pierden ante el griterío que lleva a la sordera (…" aquel que canta a los gritos no escucha su propio canto…", Atahualpa Yupanqui).
Esa es la cuestión en televisión. El grisáceo que multiplican las redes. El río revuelto que muchos pensadores televisivos y analistas "al toque", al "toco y me voy", no terminan de entender… o sí… y tal es su nuevo destino.
En la misma semana que la Sarlo dijo que no, María Casanova (Moria Casan) estaba enredada en "me invitaron y no me invitaron" a que me vacunase públicamente.
Cosas veredes, Sancho, diría el compañero Marshall McLuhan, el primero que entendió de masajes en el mensaje. El lo avisó". Eso escribí en U24.- Sigamos.
ESTO QUE ME ESTA PASANDO…
"…estoy de alguna manera poniendo en mi análisis político una dimensión ética. Porque el macrismo lo hizo necesario y las circunstancias que atraviesa la vicepresidenta de la República lo hacen muy necesario también…".
En una brillante entrevista de Hinde Pomeraniec, en Infobae, la Sarlo contesta lo transcripto y, requerida sobre los intelectuales como actores en algo tan barato intelectualmente como un programa de televisión de actualidad, agrega: …"Bueno, hubo varios ejemplos de intelectuales que yo respeto que intervinieron, en su momento, de manera muy fuerte en la esfera pública. Uno puede decir Martínez Estrada juzgando al peronismo, por ejemplo. Yo sé que eso suena a muy del pasado, pero para mí el juicio de Martínez Estrada al peronismo es muy preclaro. Ve muy bien cosas que se van a ir desarrollando como ideas después. Y, sin dudas, alguien que fue, en un sentido, mi maestro, como David Viñas, intervenía permanentemente en la esfera pública, o sea que estoy siguiendo una tradición de gente que yo admiro mucho todavía hoy. Ambos siguen siendo hoy, para mí, intelectuales admirados…".
TELEFONO PARA TUITEROS NORTEÑOS Y SUREÑOS
En este 2021 se ha producido, en la provincia, un juego pernicioso. El tuit como herramienta política para la condena y la denigración. El traslado viral – vía Whatsapp– de audios de imposible transcripción sin rubor y espanto.
Adjetivar sobre estos sucesos es tentador. Quedémonos en la advertencia. La sede judicial es válida, para un ministro como para un tuitero. Es la convalidación judicial la que pone seriedad a las denuncias. Es el sujeto de la denuncia lo importante, no los epítetos. La polvareda tapa el horizonte siempre. Siempre.
El síndrome de Tourette, claramente desarrollado en algunos funcionarios y sus audios (ninguno privado, el funcionario es eso, funcionario… público) como la real malicia de algunos tuits de comunicadores, que no soportan con su cuero sus palabras, nos llevan a la Sarlo otra vez. La "dimensión ética". La "dimensión moral". Ese es el eje. Guapos de pacotilla y víctimas de papel maché no son otra cosa que un sainete del siglo XX. Estamos en el siglo XXI. El "blá blá" trae dolores de cabeza… irremediables. Por arriba… o por debajo de la mesa.
Sostener una mentira en televisión es parte del juego presuroso. Ampliarla una cuestión natural. La propia regla de supervivencia del show, que debe continuar, la remplazará por otra con más efecto instantáneo. Eso mañana.
El síndrome de Tourette, claramente desarrollado en algunos funcionarios y sus audios, como la real malicia de algunos tuits de comunicadores, que no soportan con su cuero sus palabras, nos llevan a la Sarlo. La "dimensión ética". La "dimensión moral".