El senador nacional por Santa Fe Roberto Mirabella informó que presentará un proyecto para que se incorpore a seis departamentos del norte santafesino, a un eventual "esquema de tarifas eléctricas diferenciadas" para las provincias del Noroeste Argentino (NOA) y del Noreste Argentino (NEA).
El legislador nacional espera que, por las características climáticas y de desarrollo de esa región de la provincia de Santa Fe se extiendan los posibles beneficios tarifarios que busca el llamado Norte Grande, formado por las provincias del NOA y el NEA.
La iniciativa –según informó la agencia oficial Telam- será presentada por el senador Mirabella, en el marco de las conversaciones que llevan adelante gobernadores de las diez provincias norteñas y el Poder Ejecutivo Nacional, para establecer una tarifa eléctrica diferencial en esos distritos.
La idea se basa en otra tarifa diferencial. El gobierno nacional restituyó a la Patagonia sus tarifas diferenciales, que cuentan con un importante descuento en el valor mayorista de la energía eléctrica (cuyo costo cubre el resto del país).
En las últimas semanas Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero avanzaron en conversaciones con el Gobierno Nacional y equipos técnicos del Ministerio de Economía para establecer una tarifa eléctrica diferenciada, dice la agencia informativa del Estado nacional.
Esa tarifa, "está basada en estudios climáticos y expresa una situación de igualdad con otros esquemas similares como el que tiene la Patagonia en época invernal", señaló el senador Mirabella.
En este marco, a través de una iniciativa que presentará en la cámara alta, el senador peronista, solicitará que se incluya a los departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, San Justo y San Javier, de Santa Fe en este esquema.
Al respecto, Mirabella indicó que "el norte de nuestra provincia tiene mayores similitudes socioeconómicas, ambientales, climáticas, geográficas y estructurales con el norte argentino que con el sur de Santa Fe" , y que por ese motivo "es pertinente y necesario" incluir a los departamentos mencionados en su iniciativa, porque según dijo Mirabella "son una unidad geográfica del territorio y las localidades mencionadas son electrodependientes".
"Esta es una realidad que debe contemplarse si se quiere cumplir con el criterio de equidad en la determinación del precio de energía", destacó por último el legislador.
Tenés que leerFernández anticipó a gobernadores del NOA y el NEA un plan de obra pública regional para reducir "asimetrías"Un viejo pedido del noreste
No son nuevas las aspiraciones del norte argentino para contar con tarifas eléctricas nacionales más bajas, como las que existen (otra vez) para las provincias del extremo sur.
La situación de las provincias del extremo noreste de la Argentina es doblemente gravosa. Hoy pagan por el kilovatio en el nivel mayorista lo mismo que la zona central más desarrollada y, a diferencia del NOA, carecen de gas natural.
Sobre esa desventaja para la industrialización existen históricas demandas de las provincias mesopotámicas de Corrientes y Misiones, así como del Chaco y Formosa que siguen sin el preciado combustible.
Recién el gasoducto Gnea (que por graves errores en la políticas energéticas argentinas debió ser alimentado al revés de cómo se lo diseñó) permitió la llegada del gas a una parte de la provincia del Chaco y el norte santafesino, con su extremo de carga en el sur y no en Bolivia como había sido diseñado. La falta de acuerdos con ese país y la demora en las obras, ambos durante el kirchnerismo, explican lo ocurrido. El Gnea se anunció en tiempos de Néstor Kirchner, se inició en la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y se construyó en su mayor parte en el gobierno de Mauricio Macri y a costos sensiblemente menores que los que se habían acordado. Pero para entonces, el gas boliviano ya no estaba disponible.
Por otra parte, en el marco del también malogrado Plan Belgrano del gobierno nacional anterior se había previsto una línea de desarrollo para promover la generación de energías renovables a gran escala en el Noroeste argentino, en especial fotovoltaica. Además de un objetivo ambiental se procuraba que la región contara con más energía y abarate costos de transporte. Hubo en efecto nuevas inversiones en ese campo pero no las suficientes como para que cambiaran las tarifas eléctricas. Así, para 2019 se volvieron a renovar proyectos de ley en el Congreso que pedían –aún del oficialismo en Cambiemos- acceso a un kilovatio subsidiado por el Estado Nacional.
Ahora, con la actual gestión de Alberto Fernández, se produjo un cambio de fondo en el concepto del subsidio del Estado nacional a la tarifas eléctricas patagónicas.
Ya no se trata de compensar su desvinculación del sistema eléctrico nacional, que no pocas veces la dejaba sin energía y tenía costos más altos, sino las condiciones geográficas desfavorables de esa región. Es que el sistema interconectado en alta tensión se completó con inversiones de los gobiernos kirchneristas y hoy tiene la misma calidad en el transporte de la energía que el resto del país. Por eso la gestión anterior pudo bajar ese subsidio.
Si ahora el concepto de la Casa Rosada es subsidiar porque la geografía lo aconseja, lo mismo plantean las provincias norteñas. Y el proyecto del senador Roberto Mirabella busca con acierto que el norte santafesino no se quede afuera de ese proyecto del Norte Grande.
Ya no se habla del Plan Belgrano al que había que incorporar los 5 departamentos santafesinos que tienen menos infraestructura.