Peligro y oscuridad
Peligro y oscuridad
MARÍA ZAPATA
"¿Será posible que alguien se digne a responder?, ¡¡a dar una solución!! Van, miran ¡¡¡y nada de nada!!!, indiferencia absoluta. Se trata de un trabajo inconcluso de la Municipalidad y de Assa. Se hizo un socavón y hay plantas de tártagos en el medio de la calle. Esto es: Gobernador Freyre y Lavaisse. Y continúa el hundimiento sobre Freyre, con mucho tránsito, de doble mano, continuamente. Además, hace varios meses que una farola jirafa, sobre esa vereda que da al lugar, no alumbra. No se alcanza a ver. ¡¡Es muy peligroso y de alto riesgo!! Gracias por el espacio".
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Llegan cartas
El ciudadano hoy
MARIO PILO
"La ciudad crece en caos y desórdenes múltiples. Posiblemente la salida, en diciembre 2020, del riguroso -o no tanto- aislamiento social disparó energías, derechos, necesidades contenidas por largo tiempo. Y que lamentablemente volverán a tener que contenerse con rigurosidad, ante una segunda ola que empieza. En un país de las peores gestiones pandémicas, sin vacunados, salvo la casta política, y sin orden protocolar, en este contexto, ¿qué es ser ciudadano hoy?, ¿qué son los derechos humanos de quinta generación, con específico anclaje en los artículos 42 y 43 de la Constitución Nacional? Evidentemente, resulta cada vez más difícil asumir y asumirse en la condición sociológica y naturaleza político-jurídica de ser ciudadano, en el Estado-ciudad posmoderno, subido a su vez en su propia paradoja inercial, cada vez más débil, ineficiente y ausente frente a los grandes poderes económicos y políticos, y cada vez más autoritarios frente a los más débiles eslabones societarios, en el ejercicio, incluso, de sus legítimos recursos. Así observamos con desesperanza, en todos los órdenes, una ineficiencia de servicios, pero una fuerte presión tributaria. Una incomprensión de los problemas reales del ciudadano, con obvias soluciones demoradas, pero una rapidez mediática en las excusas, que a nadie convencen. Un ejemplo es mejor que mil palabras; un hecho simbólico vence a mil teorías inocuas. Argentinos, a las cosas, nos apostrofaba Ortega y Gasset. Y efectivamente, hoy el ciudadano no puede conformarse con un número de serie para votar. Debe protagonizar más que nunca su naturaleza, conocer sus derechos, reclamarlos y ejercerlos, sin violencia ni negando los derechos de otros ciudadanos como él, y tan lejos del Estado como él, y denunciar a éste. En palabras del maestro Gordillo: cada individuo que ante la arbitrariedad de un funcionario lo individualiza, lo personaliza, lo desmitifica y lo ataca concreta y personalmente, por todos los medios administrativos a su alcance, tiene aun en el supuesto extremo de no lograr solución al problema inicial que se le causara, la seguridad de haber dejado terreno fértil para que en él germine, sin dudas, la próxima personalización y ataque concreto que otro individuo venga a hacerle, que pueda ser nuevamente el mismo. De donde una vez más, las palabras de Séneca: no castiga por venganza de lo pasado, sino por remedio de lo venidero. No debemos mendigar nuestros derechos; debemos exigirlos, reclamarlos, ejercerlos, aun en tono cordial pero fuerte, ante cualquier funcionario, recordándole que él es un mandatario pagado por nosotros, no al revés".