Por Ignacio Pueyo
El ex entrenador de Ateneo Inmaculada y Atlético Pilar dialogó con Pasión Liga sobre su actualidad como entrenador de Cerro de Uruguay, sus diez años junto a Juanchi Pizzi, el proyecto deportivo en el país oriental y mucho más.
Por Ignacio Pueyo
Ingresando a la ciudad de Montevideo, uno de los primeros barrios que nos recibe es la Villa del Cerro. Desde hace cientos de años la zona se ha convertido en el hogar de descendientes de europeos de clase trabajadora, muy ligados a la actividad de los saladeros y posteriormente de los frigoríficos. Si bien el Cerro de Montevideo alberga varios barrios, una de las características más salientes es la Fortaleza General Artigas que se erige en la cima del mismo desde 1808. Y por supuesto, si vamos a hablar de fútbol no podemos dejar de nombrar al Club Atlético Cerro, institución que el próximo año cumplirá 100 años.
Allí recaló el santafesino Rolando Carlen. El pasado reciente del "Roli" es más que auspicioso: integrando el cuerpo técnico de Juan Antonio Pizzi estuvo presente en la Copa América Centenario que ganó la Selección Chilena, el Mundial de Rusia 2018 y la Copa Asia 2019 en el seleccionado de Arabia Saudita, entre muchos otros certámenes en la elite del fútbol. Sin embargo los inicios de Carlen como entrenador se remontan a más de 25 años atrás en las ligas amateur de nuestra región.
-Si bien llegás a Cerro con una mochila grande llena de experiencia junto a Juanchi Pizzi, contanos cuáles son aquellas cosas que te acompañan desde tus inicios en Liga Santafesina.
-Justamente parece mentira, pero hace dos o tres días me preguntaron lo mismo. Yo les contaba mis inicios en la Liga Santafesina, y que por ser un entrenador que amo lo que hago, pasional y de vocación que me encanta entrenar, para mí es lo mismo jugar un Mundial que entrenar en Liga. Yo disfruté mucho de entrenar en Liga Santafesina, ni hablar Liga Esperancina, y esto es un poco lo que necesitaba: volver a entrenar yo, más allá de haber estado muy feliz durante 9 años con Juan, una experiencia extraordinaria desde todo punto de vista, lo profesional y lo humano. Volver a entrenar, sentir la sensación del entrenador que es distinta.
Al respecto, Carlen explica lo importante de no olvidar las raíces: "Uno no nació en cuna de oro. Al contrario, uno la peleó en las ligas de origen, en la Liga Santafesina que le tengo un cariño tremendo. De hecho cada vez que voy a Santa Fe voy a ver a Ateneo, vi la final cuando salió campeón, hasta me sentí parte como hincha más que nada. Soy un apasionado de la Liga, la sigo permanentemente a través del Litoral, de los medios y de las redes. Siempre voy a ser un agradecido a la Liga Santafesina por lo que me brindó como jugador y como entrenador. Y Santa Fe es el lugar en el mundo de uno, y cada vez que vuelvo soy el tipo más feliz entre mis raíces."
Carlen tomó lo que podríamos llamar comúnmente en el mundo del fútbol como "un fierro caliente". Es que a inicios de 2021, Cerro se encontraba en el fondo de la tabla de los promedios, con posibilidades matemáticas casi nulas de evitar el descenso a la Segunda División Profesional. El santafesino tomó el rumbo del equipo en enero, por lo que dirigió varios partidos de final de temporada, antes de que se decretara el descenso.
"El desafío es que más que nada porque Cerro el año que viene cumple 100 años. Es un club grande, muy popular, que el año que viene quiere pelear cosas importantes. Matemáticamente el equipo estaba prácticamente descendido, entonces la idea es bajar para inmediatamente subir porque el campeonato se juega ahora desde mayo hasta fin de año. La idea es ascender y el año que viene para los 100 años hacer un equipo protagonista, que pelee el torneo, poder entrar a las copas" explicó el santafesino.
Cabe destacar que la temporada 2020 en Uruguay llegó a su fin en los últimos días, coronando a Nacional, y decretando el descenso de otros dos clubes históricos: Defensor Sporting y Danubio. Es por eso que el campeonato de Segunda será de alto vuelo futbolístico, con el clásico de la Villa incluido, porque Cerro se verá las caras con su rival histórico, Rampla Juniors, que también está en la categoría.
"A mí me vino bárbaro venir estas 8 o 9 fechas que estuve para medirnos con equipos grandes. La verdad que con un plantel que ya estaba casi descendido hemos hecho muy buenos partidos, hemos jugado de igual a igual, así que me sirvió mucho a mí para estudiar cómo es el mercado, el tema de los planteles. Es un desafío lindo e importante, por más que sea un equipo de Segunda" agregó, al tiempo que explicó que: "Al principio la gente me preguntaba por qué agarré un equipo que se iba a Segunda, pero la verdad que me gustó mucho el proyecto y me encantó también Montevideo, la ciudad, por lo que estoy muy contento."
Junto al preparador físico santafesino Pablo Virgilio, el cuerpo técnico trabaja día a día para lo que viene. Entre lo más importante está el armado del plantel de cara a la próxima temporada.
-¿Se mira para Argentina cuando arman el plantel?
-Si, la idea es traer tres o cuatro jugadores de Argentina. No es fácil porque todos los jugadores de Nacional B o Primera es difícil que vengan acá. Por más que el proyecto está bueno no deja de ser Segunda División, entonces antes de venir a Cerro vienen a un equipo de Primera: Mouche fue a Sudamérica, D'Alessandro fue a Nacional. Igual estamos intentando con jugadores que puedan venir, de tercera categoría, Federal A, estamos mirando algunos jugadores que es probable que vengan.
La suerte está echada, el camino de Rolando Carlen junto a Pablo Virgilio en el equipo Villero está en marcha. Y claro, el sueño de seguir adelante con un gran proyecto deportivo recién comienza.