Emiliano Sacripanti, cantautor oriundo de Bahía Blanca y radicado en Suecia desde 2019, lanzó en diciembre una pieza audiovisual titulada “Live at Blå Stället”, con reversiones en vivo de sus composiciones; ahora ese material se lanzó como EP en plataformas digitales. De la mano de El Litoral, el artista repasó su viaje personal y artístico.
Gentileza Zainab Arshad Emiliano durante el concierto, realizado a sala vacía, munido sólo con su guitarra y su pedalera de loops y efectos.
Emiliano Sacripanti es un músico de Bahía Blanca que se encuentra viviendo desde 2019 en Gotemburgo, Suecia. Con un disco de estudio bajo el brazo (“Huella”, editado en 2016) y múltiples conciertos realizados a lo largo de Argentina entre 2014 y 2018, el guitarrista hoy asentado en Suecia presentó en diciembre del año pasado (a través de YouTube) “Live at Blå Stället”, una pieza audiovisual que combina imágenes de un concierto grabado en el Centro Cultural Blå Stället (a sala vacía) con escenas filmadas en la naturaleza de Suecia y Argentina.
Días atrás Emiliano lanzó a través de todas las plataformas digitales el álbum de este concierto, que tiene como plus una canción extra, “Beda”, que no aparece en el video. El EP cuenta con un arte de tapa realizado por Jorge Morales y fue masterizado por Daniel Ovie.
Desde el otro lado del océano, Sacripanti respondió las curiosidades de El Litoral sobre este viaje artístico su influencia sobre las canciones.
En solitario
-Antes que nada, ¿cómo terminaste en Suecia?
-A fines de 2018 me fui de Argentina para hacer unos conciertos en España, Dinamarca y Suecia. Vivi algunos meses en Dinamarca en Copenhague y luego se dio la posibilidad de venir a tocar a Sofar Sounds y no pasó más de un mes que yo ya estaba acá de nuevo. Una cosa fue llevando a la otra y me fui quedando.
-¿Cómo surgió la idea de grabar en vivo estas cinco canciones como un EP y darle esa terminación para el formato audiovisual, sumando las filmaciones en exteriores?
-Hubo una necesidad de poder plasmar un poco mi mundo al día de hoy. Me interesaba vincular cada canción con un paisaje que también me represente. La situación pandémica que nos toca vivir también me llevó directamente a replantearme la manera de trabajar. Fue así que con la gente de Blå Stället comenzamos a pensar ideas para armar un concierto a sala cerrada.
-Si bien habías trabajado las capas y texturas sonoras en “Huella”, pero por un lado habías grabado con otros músicos, y por el otro las versiones de “Live at Blå Stället” suenan más mántricas, más densas. ¿Cuánto sentís que mutaron las canciones en todo este tiempo?
-Creo que sufrieron la mutación lógica de tocar solo. También vivir en una sociedad que habla en sueco como idioma principal hace que muchas veces haya sentido la carga de los sonidos y símbolos en mi cabeza. Creo que algo de eso se expresa en el vivo. Es la primera vez que decido grabar algo en vivo y subirlo como un EP. Es también una manera de materializar un trabajo que vengo haciendo hace mucho tiempo en Argentina y en Suecia. Me pareció que era una buena oportunidad para darle cierre a un disco anterior que me llenó de felicidad.
-¿Cuánto influye el tocar solo, pensando en los loops y las pistas, en esa introspección y ese espesor que ganaron los temas?
-Me parece que es una linda forma de poder seguir manejando la cosa en solitario. Hay muchos sonidos grabados con mi Zoom H1 y posteriormente procesados. Todo eso está loopeado generando capas sonoras que pasan a acompañar a las canciones generando un todo un poco mas amplio y dándole un sentido mas ambiental en cuanto a la textura que imprimen.
Amigos nuevos
-¿Cómo nació tu vínculo con la gente de la Casa Cultural Blå Stället?
-Una vez participé en un voluntariado y empezamos a generar una linda energía con la gente de ahí. Es un lugar hermoso. Ellos estaban con la idea de generar algunos conciertos a puertas cerradas y yo con las ganas de probar eso por primera vez. En una sola reunión que tuve con la mánager del lugar arreglamos como iba a ser todo. Se trabaja de una manera muy profesional, con gente muy talentosa y eso me dio lugar y confianza para poder grabar cómodo y disfrutarlo mucho.
-En el video esta música nacida como argentina se articula con imágenes de la aislada isla de Öckerö (donde estuviste residiendo), aunque también hay paisajes de Viedma. ¿Cómo se ideó la edición para cada canción, con Zainab Arshad y Ana Estrabou?
-Ana viene trabajando conmigo hace tiempo y somos como familia. Yo la quiero mucho. Tenemos una conexión muy especial. Antes de que yo le diga algo ella ya sabe lo que va a hacer. Tremenda profesional y persona. A Zainab la conocí cuando toqué en el Fringe Festival acá en Göteborg (Gotemburgo).
La idea fue que un poco hablen las canciones. Yo simplemente intenté bajar una línea de lo que me gustaría y ellas crearon los ambientes.
-La versión de audio del EP abre con un pequeño bonus track llamado “Beda”, un comienzo diferente a la audiovisual. ¿Es una forma de personalizar cada una?
-La idea fue ofrecer en el EP en vivo una canción adicional, mas orgánica, mas despojada y menos cargada de matices ambientales.
Activo
-¿Estás trabajando en nuevas canciones como para pensar en un próximo material?
-Ya estoy poniendo en maquetas lo que serán mis próximas canciones a publicar este año. Seguramente saque distintos EP que formarán al final de un recorrido, mi segundo disco de estudio. Me encuentro a la par trabajando en un proyecto paralelo a mi proyecto principal que espero poder darle luz muy pronto.
-¿Cómo venís transitando la situación de pandemia, con sus diferentes momentos, y con las particularidades del lugar en el que estás?
-Traté de mentalizarme y aprovechar esta situación tan difícil para todos para estudiar mucho y para seguir trabajando cosas.