El septeto fundado por los hermanos Andersen retorna a los shows presenciales para presentar su último álbum, “Estado de Enlace”: lo harán jueves y viernes en Santa Fe (con entradas agotadas) y Paraná. En diálogo con El Litoral, el cantante Sebastián Andersen repasó la actualidad de esta original propuesta artística.
Gentileza Inti Patrón Tras más de un año sin girar, dice Sebastián: Extrañábamos mucho la ruta, el viaje. Y si bien somos varios tampoco somos una estructura tan grande; viajamos en una combi todos juntos, nos movemos así: en familia, en manada .
En el marco de una gira nacional, El Plan de la Mariposa visita las ciudades de Santa Fe y Paraná. El jueves 15, el grupo se presentará en Tribus Club de Arte y el viernes 16 en el Teatro 3 de Febrero. El septeto fundado por los cinco hermanos Andersen retorna a sus originales shows presenciales para presentar su último álbum, “Estado de Enlace”. La fecha santafesina se encuentra agotada, mientras que la entrerriana todavía tiene entradas a la venta por sistema Ticketway.
Antes del desembarco, El Litoral visitó la actualidad del grupo de la mano del cantante Sebastián Andersen, referente de una formación que suma a sus hermanos Valentín (guitarra y voz), Santiago (violín y guitarra secundaria), Camila (voz) y Máximo (teclados y acordeón), junto a Andrés Nor (bajo) y Julián Ropero (batería).
En la ruta
-Están haciendo una larga gira por varias provincias, con un punto de llegada el 5 de junio en el Teatro Ópera de Buenos Aires. ¿Cómo viven el poder girar en estos tiempos complicados, y cómo se hace para mover una estructura tan grande?
-Es una bendición poder seguir trabajando; por ahora parece que están dadas las condiciones, porque en los teatros y espacios con protocolo, con la cantidad de gente reducida, se puede seguir haciendo. Eso para nosotros es bueno, porque tomamos todos los recaudos para cumplir con el protocolo, y hacer las fechas con el cuidado bien hechito, cosa que las personas que vayan también estén relajadas en ese sentido.
El público de El Plan es muy buena onda, acompaña siempre este tipo de propuestas, y entiende que el valor está en cuidar también a los demás y estar conectados con eso. Así que venimos teniendo fechas muy tranquilas, muy bien acompañados por el público, que se deja el barbijo puesto, que no se para ni hace pogo. Todo eso nos da un contexto de cierta armonía, cierto relax, en el sentido de estar acompañados por un público que entiende eso y lo respeta.
Copados con poder volver a salir de gira, porque estuvimos un año y pico sin salir. Alucinando con eso, porque extrañábamos mucho la ruta, el viaje. Y si bien somos varios tampoco somos una estructura tan grande; viajamos en una combi todos juntos, nos movemos así: en familia, en manada.
-El público de El Plan se porta bien, pero los shows de la banda siempre fueron muy movidos; hubo que cambiar la dinámica.
-Obvio que me encantaría volver a lo anterior, pero entiendo que es lo que hay que hacer ahora. Y de repente esconde una oportunidad para nosotros, en la cual estamos haciendo teatros o lugares diferentes a los que hacíamos antes. También es una presentación diferente: tiene temas con versiones nuevas, más acústicas, una puesta distinta. Eso nos motiva en términos de una oportunidad de algo distinto.
-El año pasado hicieron dos shows por streaming, uno más íntimo y otro con mayor puesta escenográfica. ¿Cómo fueron estas experiencias, siendo una banda para la cual la interacción con el público es tan importante?
-Fue raro, una experiencia interesante en términos de que tuvimos que aprender un montón de cosas, porque era una mezcla rara entre programa de tele y una tocada. Había muchas lógicas que respondían más a un programa de programa de televisión que a un recital; y eso hubo que aprender a transitarlo, a vivirlo.
En esos términos, aprender siempre es bueno. Nos llevamos de todo eso un montón de cosas que ahora sabemos hacer, o que tuvimos por lo menos un acercamiento. Y también quedó un material, del que algunas cosas subimos y otras las vamos a subir dentro de un tiempo, eso está buenísimo.
Búsquedas
-¿Cómo fue el proceso de gestación de “Estado de Enlace”, desde la composición a la grabación? Hay una perspectiva de búsqueda espiritual en este álbum, de ir más para adentro.
-El disco lo empezamos a cranear y trabajar ni bien terminamos “Devorando intensidad”: flashábamos que queríamos hacer un disco más orgánico, con una búsqueda que se relacione más con los primeros discos de El Plan, con momentos más experimentales, más psicodélicos.
Las canciones fueron saliendo durante ese tiempo: son composiciones de ese tiempo que fuimos llevando a la sala, las fuimos trabajando y generando. Eso estuvo interesante, fue un proceso largo, de mucho ensayo; canciones que iban armándose, otras quedando en el camino; íbamos decantando lo que terminó siendo el disco.
Fue un lindo proceso de hacer, muy intenso porque hicimos la producción artística también nosotros; estuvimos encima de cada parte, y en los arreglos y todo. Lo hicimos en conjunto, está bueno porque están los distintos puntos de vista: ponernos de acuerdo es parte del proceso. Fue alucinante, muy hermoso poder sacarlo: es un disco que sentimos que logramos lo que nos imaginábamos previamente.
Eso es algo gratificante en la música, por lo menos en lo que respecta a nosotros: arrancamos en este viaje de hacer canciones hace un montón, y no teníamos un papá que se dedicara a la música, o una tía, alguien que nos explique. El proceso fue bastante “en el hacer”, fuimos aprendiendo haciendo; y esa distancia que hay entre lo que te imaginás y lo que te sale se ha ido achicando cada vez más, y así es más lindo.
-Santiago hizo el arte del disco, también aporta elementos visuales en los shows. ¿Conversan con él por dónde tiene que ir la estética o él va generando a la par de lo que trabajan musicalmente?
-Conversamos todo, siempre buscando el concepto que sostiene a la estética. Es una parte importante conversar, pensar, diseñar y darle un sustento, un acompañamiento a eso que se va a desarrollar. Y para él también, para desarrollarlo, es importante hablar y poder encontrar lo que la banda entera quiere.
Después por supuesto lo hace con toda libertad, y nosotros confiamos a pleno en él, porque dibuja muy bien, pinta muy bien, y nos gusta mucho lo que hace. En ese viaje él también pinta muchas cosas y las vamos viendo, modificando, charlando “esto estaría bueno así o asá”; él es muy permeable a todas las charlas que tenemos.
Activos
-Durante 2020 sacaron seis videoclips de las diez canciones que tiene el disco (“Oro de abeja”, “Gas pimienta y a brindar”, “Esquina impar”, “Túnel de la vida”, “Un mal delito entre confiar o morir” y “Revoluciones caseras”), donde recurrieron desde a filmaciones con drones a la animación. ¿Cómo lograron tanto despliegue de producción en pleno aislamiento?
-Es como viene el gen de El Plan de la Mariposa: somos una banda independiente, emprendedora, que nos gusta trabajar y ponernos las pilas, disfrutamos en el hacer. Y ahí encontramos un punto de conexión con la obra, con lo de afuera y con lo de adentro, con el espíritu también: en el hacer encontramos algunas respuestas a para qué estamos acá.
En eso la pandemia nos pegó duro, porque no teníamos tanto para hacer en principio. Pero después nos dimos cuenta de que podíamos incursionar también en hacer los videos más profundamente. Siempre lo hemos hecho, porque siempre nos interesó estar encima de eso, pero ahora estuvimos más metidos, incluso en la producción: desde soldar una estructura para que gire a pintar cosas, a pensar las estéticas, los conceptos, y darle para adelante. También tuvimos la suerte de tener un primo que tiene un estudio, y él nos ayudó un montón también.
-¿Cómo fue la experiencia de los “Demos en aislamiento”, y cómo fue la participación de los seguidores en el proceso?
-Estuvo muy bueno porque nos ayudó en el principio de la pandemia a estar activos, y generó una ida y vuelta con el público muy copada, donde nos escribían un montón; nos sentimos muy acompañados y siento que a mucho acompañamos. Es un proceso que no terminó, porque de esos temas ahora en la gira tocamos un par en vivo, con formato de toda la banda.
Son canciones que las compusimos con la compu, en un formato de demo: la batería era una programación. Algunas decidimos pasarlas al vivo, entonces las ensayamos en la sala y las estamos tocando con toda la banda, arregladas. El camino de esas canciones sigue.
-¿Alguna puede llegar a terminar en un próximo disco?
-No sé si en un próximo disco. Sí vamos a sacar unas sesiones en vivo que filmamos, y adentro de esas sesiones están grabadas dos canciones del experimento “Demos en aislamiento”.
Hacia adelante
-La pandemia alteró la etapa de presentación de “Estado de Enlace”. ¿El plan para 2021 es darle fuerte a eso, o ya están pensando en cosas nuevas?
-Por un lado presentar el disco es algo que lo tenemos re pensado, con muchas ganas de hacerlo. Pero los discos no dejan de ser un trabajo que la banda viene haciendo, y que llega como a un final (si se quiere) cuando el disco sale. Después queda toda la otra vuelta que es tocarlo en vivo, que es hermoso, y es donde termina el ciclo de las canciones; no termina porque finaliza, sino porque se completa.
Mientras tanto siempre estamos haciendo canciones nuevas y pensando en discos nuevos. Esos son los planes que tenemos para el futuro: tocar un montón “Estado de Enlace”, y mientras tanto ir craneando canciones, desarrollando texturas y sonidos para poder grabar un disco nuevo. Eso es lo que tenemos pensado para el futuro.
Después tenemos algunos materiales, algunas canciones que quedaron afuera de “Estado de Enlace” que vamos a sacar pronto también, y las sesiones en vivo que contaba. Así que vamos a estar compartiendo material.