La funcionaria judicial santafesina, Liliana Patricia Marcial, prestó declaración indagatoria este lunes en los tribunales de Villa Cura Brochero, Córdoba, por su presunta participación en hechos delictivos atribuidos a la Fundación Académica Sëshen, liderada por el uruguayo Álvaro Juan Aparicio Díaz, cuyo nombre de fantasía es "Sahú Ari Merek".
"Ayer ha sido la indagatoria. Mi clienta ha prestado declaración y ha contestado preguntas de la fiscalía", informó la abogada Vilma Cech, quien representa a Marcial, que permanece detenida desde el 20 de abril y está alojada en la cárcel de mujeres de Bouwer en la vecina provincia.
Para la defensa, la mujer de 51 años y oriunda de la provincia de Entre Ríos, "ha sido víctima de esta organización" y en ese rol "ha sido engañada y firmado la garantía del local donde funcionaba esa escuela y de uno de los departamentos que alquilaba uno de los integrantes".
"Era una alumna más, una víctima más" de los 105 inscriptos que tenía la escuela al momento de la intervención judicial en marzo pasado. Consultada acerca de las supuestas cartas documento e intimaciones redactadas por su clienta, la Dra. Cech aseguró que "esas son mentiras" porque "las cartas las hacían el 'manochanta' (Aparicio Díaz) y su esposa (Carolina Canes)" -ambos detenidos-, no obstante, "hay que esperar las pruebas", cerró.
Este miércoles a las dos de la tarde está prevista una ampliación de declaración indagatoria de otra de las investigadas y se espera que luego se levante el secreto de sumario que rige la investigación, que tiene a once personas privadas de la libertad, a disposición de la Fiscalía de Instrucción de Villa Cura Brochero, a cargo de la Dra. Analía Gallaratto.
Según informó este lunes la Oficina de Prensa del Poder Judicial, Liliana Marcial se desempeña como secretaria de la Oficina de Atención de Víctimas de Violencia de Género y Doméstica de los Tribunales de Santa Fe, tareas en las que se encuentra "preventivamente suspendida" luego del acta de acuerdo de la Corte Suprema provincial dictada la semana pasada.
La investigación saltó a la luz pública a fines de marzo, cuando la fiscal Gallaratto dispuso las primeras detenciones de la banda dedicada a cometer hechos de estafas, basados en una supuesta terapia egipcia llamada Sëshen.
Según publicó el Ministerio Público Fiscal de Córdoba, "los imputados se hacían pasar por falsos psicólogos y afectaron el patrimonio de damnificados en diferentes puntos de la provincia de Córdoba y del país".
Por tal motivo la Fiscalía ordenó sucesivos allanamientos en los cuales fueron detenidos los jefes de la banda (Álvaro Juan Aparicio Díaz y Carolina Cannes) y nueve integrantes (siete mujeres y dos varones), bajo las sospechas de haber cometido los delitos de "asociación ilícita, estafas reiteradas y ejercicio ilegal de la profesión de psicología".