Necesitamos ayuda
Necesitamos ayuda
SUSANA IBARRA DE B° SAN LORENZO
"Les pregunto al presidente, al gobernador, a los respectivos funcionarios, ¿por qué no pasa más el camión repartiendo mercadería? Yo no puedo trabajar porque soy una persona grande, hasta tengo bisnietos. Soy viuda, cobro la mínima y tengo nietos a mi cuidado. Es una situación muy difícil la mía. Estamos pasando muchas necesidades. Además, no hay trabajo y no se puede salir por la pandemia. Antes por lo menos pasaba el camión y nos prestaba una ayuda con lo que repartía. ¡¡Por favor, necesitamos ayuda!! Muchas gracias. Dios los bendiga".
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Recuerdo
JESÚS MARÍA CELLO
"Escribo estas líneas para recordar con nostalgia las coberturas realizadas en el Diario El Litoral por Marcelo Mendoza, con las alternativas del básquet santafesino, que mucha gloria le ha dado a la provincia y al país. Espero que el tan querido vespertino cubra nuevamente las instancias de la liga local y nos proteja de la amenaza de la mediocridad que trae consigo la comodidad. Los saludo atentamente".
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Privacidad
MARTA TONETTI
"Jamás en mi vida pensé que tendría que vivir esta terrible situación. Tengo una vecina que supuestamente trabaja para la dueña del departamento de abajo, cosa que no me tiene que interesar, pero resulta que esa vecina junto con la de abajo, pusieron una cámara que está directamente orientada sobre el ingreso a mi puerta, despojándome de toda privacidad. Estoy espiada permanentemente. Estoy cansada, cansada de realizar denuncias en la policía, cansada de enviar notas y denuncias a la fiscalía. Solo he recibido como respuesta: 'su nota fue recibida con el numero tal'... nada más. Por favor, si bien no tengo nada que ocultar no tienen porque filmarme. ¿Qué hacen después con esos videos? Que alguien me ayude por favor, soy una persona mayor maltratada por dos personas que para mi ni existen. Gracias".
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Llegan cartas
Fútbol, realidad y sabiduría
HUGO LUIS BONOMO
Parece ser que, en momentos muy tremendos para nuestro país, en los que solo deberían priorizarse las necesidades esenciales; lo más importante es mantener, e incrementar, las actividades que realiza el fútbol rentado. "¿Por qué creerle las bondades de un producto a alguien que tiene interés en venderlo?", Jorge L. Borges.
Paralelamente, están prohibidos todos los deportes y actividades físicas amateurs, y se restringen todos los movimientos de personas. "La tierra tiene límites, pero la estupidez de la gente es ilimitada", Flaubert.
La educación está restringida a pequeños sectores y prohibida para la mayoría. Que debe asistir a las escuelas y establecimientos de enseñanza. "Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres", Pitágoras.
Por supuesto que el fútbol, también corrompe a los medios de comunicación, sin distinción alguna, pueden ser comerciales, universitarios, informativos etc. "La gran paradoja de la era de la información es que ha concedido nueva respetabilidad a la opinión desinformada", Michael Crichton.
Evidentemente, tanto autoridades, como periodismo social, avalan que lo más importante, por lo menos en la realidad de nuestro país, es el fútbol; aunque hay gente sabia que dice que es el opio de los pueblos. "Cuando el dinero habla, la verdad calla", proverbio chino.
El regalo dominguero, para nuestra región, es que va a tener, prácticamente todo el día, para preocuparse solo por el resultado de un partido de fútbol; ya que no existirán noticias que hagan tomar conciencia de nuestra triste realidad y obliguen a tener sentido común, y asumir una conciencia solidaria. "Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad", Oscar Wilde.
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La pandemia se llevó el humanismo
DR. GUILLERMO R. MORETTI
Hoy, con más de 74 años y más de 52 de médico, con gran dolor, tomé la decisión de jubilarme, convencido que todo esto se rompió y no se podrá reconstruir. Los efectos de la maldita pandemia, a los que se suma el convencimiento de que el futuro será cada vez más catastrófico, me llevaron a decidir renunciar a lo que fue mi motivo de vida y que me dio grandes satisfacciones por la relación médico-paciente, que convertí en relación de amigos.
Durante todo el ejercicio de mi profesión, seguí la formación que recibí de un gran médico-humanista y gran cardiólogo, el Sr. Profesor Luiz Venere Decourt (San Pablo, Brasil), que me enseñó algo de cardiología y mucho de humanismo. Esta enseñanza me hizo bajarme de cientificismo y tratar a mis pacientes de igual a igual, lo que me permitió ser el amigo que se preocupaba e interesaba por ellos y les explicaba las cosas de acuerdo a su nivel y no al del científico.
En la relación con los pacientes, yo preciso y uso el contacto directo, escuchar qué y cómo lo dicen, sus expresiones, ver sus gestos y el de sus acompañantes si los hay, me ayudan a comprender mejor la situación. Estos últimos días de mi actuación profesional, mis ojos se llenaron de lágrimas por las demostraciones de afecto de recibí y el dolor de ya no poder seguir haciendo lo que tanto amé.
Solo me queda el convencimiento de haber tratado de ser lo más útil posible a mis pacientes y haber logrado la amistad con ellos. Agradezco a la gran cantidad de pacientes que confiaron en mí y me permitieron hacer lo que fue mi motivo de vida. Ahora tengo que lograr otro motivo; no será fácil pero por suerte tengo a mi lado a quienes me ayudarán a lograrlo: mi esposa, hijos, nietos, bisnietos, sobrinos, etc. y los amigos que tuve la suerte de ganar durante mi larga vida profesional.