El Hipódromo Argentino de Palermo fue inaugurado el 7 de mayo de 1876 y es un símbolo porteño que fue declarado patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buenos Aires.
Archivo El Litoral Palermo uno de los lugares más emblemáticos de Buenos Aires
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Este parque urbano fue uno en los que nació la pasión por el turf nacional, contiene una historia muy rica de acontecimientos deportivos y culturales, comparable a la de otros recintos como el de Longchamps en París o el de Ascot en Inglaterra, ambos nacidos en el Siglo XVIII.
Su etapa de auge se dio durante la primera presidencia de Julio Argentino Roca y la segunda del General Juan Domingo Perón.
Varios presidentes de la Argentina supieron visitar el hipódromo durante el Gran Premio Nacional, la segunda carrera más importante del país, detrás del Carlos Pellegrini, pero la más importante para los potrillos, ya que en ella (todos los segundos sábados de noviembre) culmina el calendario jerárquico, en pocas palabras es el "Derby" argentino. Además es la segunda más antigua del turf nuestro, detrás del gran premio Jockey Club.
Carlos Pellegrini (fundador del Jockey Club), Hipólito Yrigoyen, Ramón Castillo, Torcuato de Alvear, Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Antonio de la Rúa entre otros disfrutaron de este trascendental cotejo.
Con los años el hipódromo se reinventó con la organización de reuniones sociales, espectáculos de música clásica, rock y jazz y el establecimiento de patios de comida, salas de arte y muestras de arquitectura.
Archivo Años atrás, con un hipódromo repleto de gente.
Años atrás, con un hipódromo repleto de gente. Foto: Archivo
Ubicado en la Avenida Libertador, Dorrego, La Pampa y las vías del tren, el hipódromo tiene una actividad hípica de 120 reuniones al año.
Su símbolo máximo fue Don Carlos Gardel, quien junto a Irineo Leguisamo unificaron al tango con el turf. El tango Por una Cabeza, de Gardel es una muestra directa de esa sociedad surgida en los años 20 del siglo XX. También otros exitosos cantores como Edmundo Rivero y Jorge Vidal fueron asiduos habitúes del legendario escenario.
Asimismo Diego Armando Maradona disfrutó de la magia del turf y con varios de sus caballos supo visitar en más de una oportunidad la famosa "herradura de ganadores". Angel Labruna también fue otro de los que pasó muchas tardes en el hipódromo.
El actual gerente general del recinto, Fernando Facal, destacó: "A pesar del momento difícil que vivimos en el hipódromo trabajamos día a día para poder superar esta situación de la pandemia de la mejor manera posible".
"Adecuamos y mejoramos la experiencia para cuando puedan volver nuestros visitantes y desarrollamos canales digitales que son los pilares de la nueva realidad", agregó en declaraciones de prensa.
"Estamos en una fecha especial y distinta, sin poder celebrar como este lugar se merece, pero con la responsabilidad de cuidar las fuentes de trabajo y la salud de todos", concluyó.
Limitado en su festejo por la pandemia, pero con un hipódromo renovado en sus instalaciones y su vida sociocultural, Palermo es una realidad vigente de la Ciudad de Buenos Aires.
Su estilo neoclásico, combinado con la gran arboleda que se levanta sobre la avenida Libertador, configura una postal porteña inconfundible.