¿Qué ocurría en el cielo? ¿Qué era todo eso?, se preguntaban asombrados los vecinos de Sauce Viejo. Los teléfonos de la redacción de El Litoral empezaron a sonar de forma insistente, y los lectores que llamaban hacían la misma pregunta: ¿Qué pasaba en el Aeropuerto de Sauce Viejo? Allí, este miércoles llegaron dos aviones Hércules con unos 190 soldados paracaidistas que realizan un tipo de entrenamiento militar en el marco de la llamada Operación "Furia".
El objetivo de este tipo específico de adiestramiento -en el que trabajan el Ejército Argentino y la Fuerza Aérea- apunta a ejercitar al personal militar en tareas de búsqueda y rescate de personas, recuperaciones de personal herido, simulaciones de evacuación sanitaria y transporte de carga por medio aéreo en situaciones de emergencia.
Paracaidistas en Santa Fe. Operativo "Furia": vuelos a baja altura
El Ejército Argentino tienen distintos ciclos de adiestramiento relacionados con la rotación de sus recursos humanos. Estos ciclos tienen períodos en los cuales los adiestramientos se focalizan en las técnicas y procedimientos que cada integrante del Ejército tiene que dominar en forma individual. Luego de este proceso, las tareas se van haciendo de forma conjunta, y los soldados pasan a integrar las organizaciones más grandes.
"Y estas organizaciones más grandes se denominan brigadas, que son como un 'mecanismo de relojería': tienen un concepto y una estricta organización sistémica. Cada 'engranaje' es parte del todo: está la Infantería, Caballería, Artillería, el Arma de Ingenieros y de Comunicaciones, y el soporte del sostenimiento a través de servicios que dan apoyo a ese combate", explicó en diálogo exclusivo con El Litoral Jorge Fabián Berredo, General de Brigada, Comandante de la IVta. Brigada Aerotransportada.
Pero en el caso particular de la Brigada Aerotransportada que arribó al Aeropuerto, el desafío es mayor. Porque cuando se debe intervenir en una emergencia, se llega (a esa emergencia) por vía aérea, aerodesembarcando, en helicóptero o saltando en paracaídas. "Las bajadas por paracaídas son el único modo de llegar a una situación de crisis que hay que resolver: por eso su importancia", subrayó el General.
Los soldados no "saltan" sólo con su equipamiento: también se mandan por paracaídas equipamientos de cargas. "(El personal militar) desarrollará ejercicios de simulación ante situaciones de crisis, además sincronizando todas las tareas que hacen a la obtención de una acción táctica efectiva, y buscando un resultado en tierra", añadió Berredo.
Dentro de todo el grupo de paracaidistas que llegó hay oficiales, suboficiales y soldados: "Son hombres y mujeres que tras su lanzamiento, desempeñarán movimientos terrestres y acuáticos dentro de la ciudad de Santo Tomé", dijo a la prensa el Mayor Rafael Silvenses, De la 4ta. Brigada Aerotransportada (con asiento en Córdoba).
Claro: una vez que los paracaidistas están en tierra, deberán seguir ese "mecanismo de relojería" aplicando determinadas acciones, "que tienen como objetivo atravesar un curso de agua, que es uno de los ríos de la zona, y trabajando con el Arma de Ingenieros que pondrá los medios necesarios para franquear ese curso acuático", aclaró Berredo. Toda la actividad demanda de una coordinación exhaustiva.
Para un paracaidista, el problema comienza no al momento de subirse al avión, sino cuando llega a tierra. "Ahí, se conecta con otras tropas que ya vienen por vía terrestre. Esas 24 ó 48 horas (de preparativos, llegada, coordinación) son las más críticas: las tropas aerotransportadas deben mantener sus acciones sólo con aquellas instrucciones con las que salieron desde el aire. Pero una vez en tierra, comienzan a funcionar sistémicamente con tropas terrestres", añadió el Jefe de Brigada.
El paracaidista desciende con lo justo y necesario para sobrevivir: con su equipo de subsistencia (aquí se tienen en cuenta las distintas condiciones meteorológicas, que pueden ser adversas), su armamento y su equipo de comunicaciones. Un paracaidista pesa, al saltar del avión, unos 130 kilos en total, contando su equipamiento.
Los entrenamientos militares del Operativo "Furia" ya tuvieron lugar en ciudades como Rosario, Granadero Baigorria, Reconquista y, ahora, el área metropolitana de Santa Fe.