Ale Sergi y Juliana Gattas lanzaron el octavo álbum de estudio de Miranda!, el proyecto musical que está por cumplir 20 años. El Litoral fue parte de la conferencia de prensa regional que, junto con el streaming de cuatro temas del 6 de mayo, abrieron la puerta oficialmente a “la tercera vida” del grupo.
Gentileza Sony Music Autóctonos: Gattas y Sergi con el vestuario gauchesco extraído de una estatuilla, que Alejandro Ros llevó a la tapa del disco y al video de Por amar al amor .
A un mes de estrenar su última canción y video videoclip, “Por amar al amor”, el dúo integrado por Ale Sergi y Juliana Gattas presentó su octavo álbum de estudio, titulado “Souvenir”. Este nuevo material sintetiza todo el camino recorrido en estos 20 años de carrera y los define de modo completo y absoluto. Para su lanzamiento, Miranda! sorprendió a todos el seis de mayo con un showcase audiovisual impactante, donde presentaron cuatro canciones en un formato único: “Por amar al amor”, “Caía la noche”, “Que no pare” y “Me gustas tanto”.
También se hicieron un tiempo días atrás para atender a la prensa de la Argentina, Chile y México, y El Litoral fue parte de la convocatoria internacional, para así recorrer el camino que desembocó en este nuevo material al que consideran “su mejor álbum”.
Reconectar
-En este disco hay algo como el Miranda! del principio, pero renovado.
Ale: -Es un upgrade.
Juliana: -Es como una lista de covers de los Miranda! de hoy a los Miranda! de los 2000.
-¿Cuándo estuvo terminado el disco?
Ale: -Hace un año estaba casi listo, porque la idea era sacarlo el año pasado. Cuando sucedió lo que sucedió, nos relajamos y seguimos trabajándolo un poquito más. Le cambiamos un par de canciones, terminamos alguna más, y ahora lo dimos a conocer. Pero en verdad nos llevó desde que terminamos “Fuerte”: estuvimos trabajando cuatro años. Porque es constante.
Juliana: -Fuimos presentando singles y videoclips, y ahora presentamos el disco en su totalidad, con el concepto, el arte de tapa, y esta cosa romántica de escuchar un disco completo.
Tuvimos la suerte de tenerlo “precocido”: lo teníamos grabado, ideas de arte, el título. Cuando tuvimos que aislarnos en lo primero que pensamos fue cómo acercar de un poquito las canciones, o cómo conectarnos de alguna manera con la gente.
El primer single que salió fue “Casi feliz”, que era parte de la serie: todo eso ayudó, lo hicimos cada uno desde su casa. Después nos juntamos con protocolo a hacer otro videoclip, y de a poquito en pandemia lanzamos canciones que ya estaban grabadas, y eso nos vino un poco bien.
Después empezamos a pensar cuándo salía el disco: lo pospusimos, pensamos que se abría; como todos, con incertidumbres pero con muchas ganas. Ganas de tocar: todavía tenemos ganas de tocarlo en vivo.
Ale: -Hicimos el lanzamiento (el 6 de mayo), que lo que tuvo diferente es que no lo pudimos hacer presencialmente en un lugar; pero pudimos hacer un showcase de cuatro canciones y lo pudo ver todo el mundo.
Juliana: -Quedamos re manija, con ganas de más. Cantamos las cuatro canciones, todo tan profesional y tan bien hecho, que me quedé con ganas de hacer 15 más.
Ale: -Lo planteamos más como un videoclip largo de cuatro canciones, cantando arriba de una pista, como un streaming hi-fi.
Digitales
-¿Cómo fue estrenar un disco en línea?
Juliana: -Ya todos sabemos que todos extrañamos las cosas que nos apasionaban hacer, y de la manera que nos apasionaba hacerlo. Dentro de lo que nos toca vivir estamos agradecidos de haber podido sacar un disco; de haber podido haber estar conectados con la gente a través de videoclips; de haber podido trabajar con nuestros amigos como Ale Ros, que fue muy divertido. Cada evento en este contexto es muy intenso: todos tenemos muchas ganas de hacer lo que tenemos que hacer.
Un poco hay que aprender a manejar esa intensidad y disfrutar las cositas que nos tocan. Es la primera vez que sacamos un disco sin salir a tocarlo, pero por ahora estamos disfrutando de la facilidad que nos da estar en vivo para tanta gente a la vez.
Ale: -Hablamos con muchos colegas, y la verdad es que acá en la Argentina dentro de todo hemos podido tocar; hay otros países donde no se pudo hacer nada, literal. Acá mal que mal algún protocolo se hizo; obvio, no es lo mismo de siempre, pero preferimos concentrarnos en eso y hacer esos shows bien, y en cada espacio que tenemos mostrar lo nuestro de la mejor manera.
Hicimos shows por streaming, como el del Movistar Arena; hasta una telenovela por streaming, y autoconciertos: hicimos unos cuantos shows dentro de lo que se pudo en la Argentina.
Juliana: -Ahora tenemos un show en Tucumán: en los lugares que están más abiertos vamos y tocamos. Hicimos gira por Córdoba, estuvimos en Santa Fe, Rosario...
Ale: -Estamos esperando que se abra para poder ir a tocar a Bolivia, Chile, España, los lugares donde siempre íbamos. Estamos agazapados, en guardia, tenemos todo programadito. Y también estuvimos grabando más música. Tenemos material preparado, porque pasó bastante tiempo.
-El disco está hecho con computadoras, sinteizadores, pero en vivo tienen formato de banda. ¿Cuál es la idea para tocarlo en vivo?
-Estos temas tienen una sonoridad más electrónica, y no fueron grabados con el trío. A veces para que suenen lo más fieles al disco estamos haciendo un shows donde vamos con las máquinas, ahí Juli toca algo también. La idea es, cuando tengamos todo el repertorio armado, hacer una parte electrónica y una parte de banda en los shows.
Imaginería
-¿De dónde salió la estética gauchesca?
Juliana: -Surge del título del disco, de explorar un poco los símbolos de souvenirs; Alejandro Ros, que es quien hizo el arte de tapa y dirigió el video de “Por amar al amor”, me había pedido que en las giras le mande fotos o le compre souvenirs más bizarros. Tantos no encontramos, entonces nos pusimos a buscar por Mercado Libre y encontramos unas estatuillas de gauchos. ¿Viste cuando tienen la mirada mal estampada? Muy freaky. ¿Y si los interpretamos nosotros y salimos en la tapa. Así nacieron la china y el gaucho.
-¿Y los colores?
Juliana: -El color tiene que ver con esta estatuilla, que eran un souvenir de porcelana de los gauchitos. Dijimos: “Emulemos esto”; buscamos un maquillador que le dé a la piel el tono de la porcelana, el vestuario es de un látex opaco. Buscamos parecer muñequitos. Ya mucho de cara no nos falta (risas).
-Los símbolos del campo están sexualizados: las boleadoras, los huevos...
Ale: -Es parte de la tradición argentina el sexo también.
Juliana: -Aparte la leche, ¿vas a tenerla lejos? Rebenques, morcilla, leche...
Ale: -“Cómo se les ocurrió” (risas).
-¿Y los lobos marinos?
Juliana: -Fueron de los objetos que le traje a Alejandro. Hicimos primero la tapa, y este año una de las primeras cosas que hicimos fue ir a un estudio a grabar el video de “Por amar al amor”. Ale dijo: “Que cobren vida los gauchos” y jugamos con todo ese universo de campo, fusta, huevo. Es una reivindicación y una muestra al mundo de las tradiciones argentinas, y en un contexto en el que te desorienta un poco: porque escuchar una canción house y ver a un gaucho y una china bailar te hace ruidito. Y a nosotros ese ruidito nos sirve y nos alimenta.
Unir ideas
-¿Cómo es el trabajo de la composición?
Ale: -Es permanente: todo el tiempo estás componiendo, se te vienen ideas. No es nada más cuando estás con la guitarra y en el estudio, sino que en cualquier momento se te puede ocurrir alguna idea. Por eso siempre hay que tener a mano el teléfono para grabarla o para anotar. También hay un método que está bueno, que es todo lo contrario: no anotar nada, y si llegás al estudio y te lo acordás es porque valía la pena. Tampoco hay que pensar que cada cosa que te venga a la cabeza va a ser la gran genialidad.
Juliana: -Las ideas te tienen que encontrar trabajando.
Ale: -Claro, es constante, no hay una iluminación divina, un día que podés llegar a perder. Si te toca, te toca.
-¿Y si era buena y te la olvidás qué hacés?
Ale: -Escribís otra diferente (risas).
-¿Cómo surgen la melodía y la letra?
Ale: -Usualmente primero la música y después la letra. En el caso de este disco en particular, hubo algunas músicas como la de “Que no pare”, que surgió junto con Gabriel Lucena, que es nuestro bajista y tecladista; parte de nuestra banda estable. Él nos mandó esa pista, arriba de eso nos pusimos a cantar algo con Juliana; creo que hicimos letra y melodía a la vez.
Juliana: -Había un balbuceo grabado.
Ale: -Nos gusta cuando vamos montando la melodía que diga algo en español, para que sepamos que la sonoridad va a funcionar con una letra en castellano. Después hay otras con bases nos ponemos a cantar, otras con guitarra, como “Casi feliz”. Esa nació con la guitarra, se hizo para una serie de Netflix que le fue súper bien. En esa canción puntualmente la letra canta como que es el protagonista de la serie. Después en las otras los protagonistas seguimos siendo nosotros, pero encarnando... ni siquiera diferentes personajes: casi que es siempre el mismo personaje que está todo el tiempo reflexionando acerca de lo que las relaciones humanas le provocan en su interior.
Armar equipo
-¿Cómo fue la experiencia de colaborar con Javiera Mena?
Ale: -Con Javiera compusimos la canción en nuestro estudio, sin idea de para quién la íbamos hacer; simplemente hicimos un demo. Ella lo tuvo un tiempito pero no lo grababa y nosotros tampoco. Cuando llegó el momento de hacer el disco no la había grabado ni ella ni nosotros. Le escribí: “Si te parece la grabamos como Miranda! pero cantan Juliana y vos”. “Sí, obvio”, le gustó. Ahí se sumó Juli e hicimos el pedacito de letra que canta ella.
Después lo grabamos e hicimos el video, también a la distancia; lo único que se hizo presencial fue la composición, después no nos pudimos ver más.
Está buenísimo tener un artista invitado que además de cantar venga y componga: me parece que eso le dio a la canción un toque bien diferente. Y si bien está en un disco de Miranda! también podría estar en un disco de Javiera: conjuga los dos universos que, si bien son bastante afines, tienen sus puntos de diferencia.
-¿Les gustaría hacer alguna colaboración con alguna artista mexicano? ¿Quién sería?
-En este disco no tenemos mexicanos: tenemos a Sidonie de España y a Javiera de Chile. En el anterior habíamos cantado con Jesús Navarro de Reik, y la verdad es que siempre tuvimos una amistad muy grande con los Moderato. Hemos hecho cosas juntos, pero quién te dice que se venga algo. Me parece que respondí de más (risas).
Etapas
-Están por cumplir 20 años.
Juliana: -Del primer show. Cuándo nos juntamos no sabemos.
Ale: -El día anterior al primer show (risas). Ya teníamos dos o tres meses antes: al toque salimos a tocar, y nuestro primer show fueron cuatro canciones. Salíamos a tocar con lo que teníamos.
-¿Van a festejar?
Ale: -Hacemos un Zoom.
Juliana: - Vamos a esperar, que los números no sean tan importantes.
Ale: -Estamos preparando el festejo de los 22.
Juliana: -¿El de los 21 no?
Ale: -No, para mí el año que viene va a ser igual. Por las dudas nos cubrimos.
-Cuanto más tiempo juntos, ¿hay más libertad creativa o más exigencia?
Juliana: -Yo siento más libertad. Creo que nunca sentí exigencia, nunca me sentí presionada por los sellos, pero ahora siento más libertad ahora. Tiene que ver con la autoexigencia: por ahí antes nos exigíamos a nosotros mismos un poco más; cuando cumplimos diez o 15 años de carrera me relajé y dije: “Vamos a fracasar o lo que sea, pero sigamos divirtiéndonos”.
-¿Cómo definen la evolución del grupo en estos 20 años?
Ale: -La evolución es constante, siempre evolucionamos desde el principio: nunca hemos sentimos que hayamos dado un giro muy brusco en nuestro estilo, pero sí que lo hemos ido trabajando y puliendo desde el primer álbum hasta este.
-¿Se profundizó el vínculo entre ustedes?
Juliana: -Tampoco es que somos un convoy, somos muy diferentes y ya nos respetamos muchísimo las diferencias. Estamos muy cómodos: de otro modo no nos hubiésemos quedado 20 años.
Ale: -Lo que si sentimos como una entidad, una unidad, es Miranda!: hasta nosotros mismos lo podemos ver desde afuera por momentos.
-Dijeron que este disco marca el comienzo de una tercera vida de Miranda!. ¿Qué significa?
Ale: -Cuando cumplimos diez años fue como la primera vez que tomamos consciencia que hacíamos un tiempo largo que estábamos haciendo esto. Después los otros diez que cumplimos ahora se pasaron rapidísimo también. De alguna manera sentíamos que el grupo sigue avanzando y tiene vida para rato; también sentíamos que sin quererlo mágicamente nos reseteábamos cada diez años. Las fechas te sirven para ser conscientes del camino recorrido. Si hicimos diez y diez más, ahora podemos pensar en los próximos diez: esa sería nuestra tercera vida.