A los 75 años, falleció este lunes Antonio Zilonka, a quien sin lugar a dudas de lo puede catalogar como referente inequívoco de Cha Roga Club y del rugby santafesino todo. Hace unos meses, había sido sometido a una intervención quirúrgica cardíaca, de la que se estaba reponiendo satisfactoriamente; hasta que la irrupción del Covid-19 complicó severamente su condición de salud.
Amén de lo dolorosa que toda crónica de un deceso resulta, vale detenerse en ensalzar los valores que la persona en cuestión enarboló en su vida, lo que en cierto modo mitiga la pena que infinitamente embarga a sus seres queridos, acompañados por quienes disfrutaron de su amistad o, simplemente, tuvieron la satisfacción de ser sus compañeros o rivales de juego.
Tenés que leerProfundo pesar por la muerte de Raúl RíosAntonio Zilonka comenzó muy joven a vestir la camiseta de rayas horizontales azules y rojas, con el cangrejo sobre el corazón: a los 14 años, cuando como alumno del Colegio Nacional Simón de Iriondo, recibió la invitación para probar con un deporte casi desconocido por entonces, a través del profesor Luis Aurelio de la Cruz Tévez.
Debutó a los 18 años en la primera división de Cha Roga Club, transformándose rápidamente en un indiscutido del equipo. Fue partícipe importante de los títulos de 1966 y 1972 en el Torneo Oficial de la Unión Santafesina de Rugby y jugó en el equipo superior hasta los 43 años. Como no podía ser de otra manera, después continuó jugando en los equipos de Veteranos de la entidad santotomesina.
Sus dotes de jugador estuvieron muy por encima de su talla diminuta. Dotado de una gran fortaleza física y una picardía propia de los elegidos, no solo fue un destacado medio scrum conduciendo a tantos equipos de la señera institución; sino que se transformó habitualmente en una verdadera "pesadilla" para sus adversarios.
Porque era insoportablemente molesto en defensa, sobre todo para las terceras líneas y los medios rivales. En épocas donde el juego era muy diferente al actual, fue un elegido en esos aspectos. Por ende, fue habitué de los Seleccionados de la Unión Santafesina y recibió el permanente reconocimiento de compañeros y adversarios.
Amén del "Zilonka jugador", hubo también un valioso hombre de rugby, que con la humildad que lo distinguió desde la cuna, supo colaborar desde el lugar donde se lo necesitara: en las buenas y en las malas. Más allá que su indiscutible tarea de tantos años en su querido club podría ser descripta desde diferentes ámbitos, creo que resulta más que oportuno detenerse en la que lo distinguió en las últimas décadas.
Su notable trabajo en el Rugby Infantil de Cha Roga Club. A pura convicción, fue un incansable maestro, coordinador, referee, etc, etc..., sosteniendo a un área tan imprescindible en este deporte, hasta transformarla en orgullo de la historia reciente de la entidad. Fue un guía formidable para tantos niños que encontraron en el Rugby Infantil a una fiel manera de disfrutar del juego y de los valores que en el mismo subyacen.
Formó una hermosa familia: con seis hijos y varios nietos. Justamente, con uno de sus descendientes, Marcelo, se dio el gusto de jugar en la Primera división: "por primera vez fue el 9 de Abril de 1988, ante el CEC", siempre recordaba con sentida precisión. Alexis, otro de sus hijos, es uno de los actuales integrantes del plantel superior de la entidad.
En diálogo con El Litoral, Ricardo Elizalde, ex presidente y actual dirigente de Cha Roga Club, quien compartió gran parte de la trayectoria de Antonio, dentro y fuera de los campos de juego, reflexionó sobre el fallecimiento de su querido amigo.
*"Antonio fue, es y será un símbolo del club. Por sus logros dentro y fuera de la cancha; como jugador, entrenador, referee, dirigente; pero sobre todo, como una persona de esas que abría puertas en todos los ámbitos. Por su valía humana, se relacionó con pares de todo el país: desde los clubes más poderosos, a los más humildes".
* "El construyó un legado que jamás deberíamos dejar de lado. Su entrega para con el club fue total; por lo que no debe extrañar que haya sumado a toda su familia para colaborar en todo lo que se podía. Sin dudas, Antonio debe ser considerado como uno de los responsables de que Cha Roga Club posea el presente que hoy lo distingue", concluyó el hijo de uno de los fundadores de la institución.