Pedido solidario
Pedido solidario
PASTOR CARLOS MONZÓN
"En estos días, las necesidades se han multiplicado. A todo aquel que quiera colaborar y pueda hacerlo: estamos solicitando frazadas, ropa de invierno, para chicos, adolescentes, alimentos. Dejo mi teléfono: 3424 78-5562. De la iglesia Pacto de Restauración, en República de Siria 8156, Guadalupe Oeste".
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No pueden dejar de vacunar
UNA LECTORA
"Si están llegando las vacunas ¿se puede saber por qué no se aplican el fin de semana, ante tanta gravedad de la situación?, pregunto y nadie da respuesta. Además, quiero decir que por todos los medios están diciendo que llegaron las vacunas a Santa Fe, que están inoculando a los de 60 y que termina la vacunación para ellos y no es así. Las vacunas fueron enviadas al interior, para ser más equitativos, y aquí, en Santa Fe no están vacunando. La gente está preguntando y esperando ansiosamente".
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Incoherencias
UNA LECTORA
"Quería comentar algo que escuché: ¿estamos todos locos? ¡Se está muriendo tanta gente en Santa Fe y en todo el país!, y escuché que se iban a hacer 8 partidos en nuestro país, porque Colombia no quiere hacerlos por todos los líos que están viviendo. El mismo presidente Fernández que habló al país, cerrando todo, pidiendo que la gente no transite, que vayan a trabajar solo los esenciales, ofreció para que esos partidos se hicieran en Argentina. ¡Por Dios! 22 corriendo detrás de una pelota y la gente se está muriendo como moscas, más en nuestro país. Pido que publiquen este mensaje, porque no le veo razón de hacer partidos, cuando hay gente muriendo, hasta criaturas. Gracias por el espacio".
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Llegan cartas
Una cadena simbólica
MIGUEL ÁNGEL REGUERA
Son las 9 de la noche del 25 de mayo de 1810 y a la luz de la vela, el Doctor Cosme Argerich (partícipe del Cabildo Abierto del 22 y testigo de la gesta patriótica) redacta una carta a su amigo Juan Ramón Rojas. Con precisión de pintor renacentista describe una escena diciendo:
"A una señal que les hizo el Alcalde Mayor, los miembros de la Junta se postraron de rodillas por delante de la mesa municipal: el Síndico le alcanzó los evangelios al presidente Saavedra, y le hizo poner sobre ellos la palma de la mano; Castelli puso la suya sobre uno de los hombros de Saavedra, Belgrano la puso sobre el otro, y sucesivamente los demás los unos sobre los hombros de los otros según la posición que ocupaban."
Los patriotas de entonces eran conscientes de que estaban escribiendo una de las páginas más gloriosas de la historia argentina y que su imagen simbólica trascendería en la historia. El Presidente de la Junta nacido en el Alto Perú, Belgrano en Buenos Aires. Alguno comerciante, otro sacerdote. Universitarios doctorados en América y otros españoles afincados en la gran urbe porteña. Todos eslabones de una sólida cadena de responsabilidad, unidos por brazos y hombros, por el coraje, por las ideas de la ilustración y por el fuego de la soberanía popular. Disimulando "grietas", que seguro las había, como el tiempo demostraría después y subordinando el interés particular al general. ¡Que emoción, en una época de distanciamiento social, imaginar esos brazos y hombros encadenados a la gloria y a la historia!
¿Cuál será la imagen que nuestros dirigentes están hoy pintando para la historia? ¿Será posible reconocernos como comunidad a pesar de las diferencias y que al igual que en aquella gesta patriótica, haya actos de renunciamiento, de solidaridad, de coraje cívico, de asumirse cada uno como representantes de diferentes minorías que aspiran a vivir en la unión nacional?
La hoja está en blanco, la tinta espera impaciente que la pluma del escriba empiece a pintar escenas de unión tan patrióticas como las de 1810. La pandemia, pero también el hambre, la inseguridad, la inflación, la anomia social, la desigualdad de oportunidades, la exclusión y la marginalidad, la desprotección de niños y ancianos, la falta de viviendas y trabajos dignos, etc., exigen que la dirigencia toda se una en consensos básicos y dejen a las futuras generaciones un legado de esperanza. Será la única forma honesta y sincera de homenajear a aquellos patriotas para que su sacrificio no haya sido en vano, todos los otros actos y discursos serán, como muchas veces, solo luz de gas.