Claro Próspero Perezlindo tenía 69 años y vivía en el barrio Altos del Valle de la capital provincial. El 1° de marzo, por la mañana, salió de su casa ir a visitar a familiares en la zona noroeste de la ciudad, pero por algún motivo se desvió y terminó en la otra punta, en le distrito de La Guardia, donde también tenía conocidos. Allí, una cámara privada de vigilancia de un negocio tomó su imagen, antes del mediodía. Luego, "se lo tragó la tierra". Su familia y la policía lo buscaron intensamente por días hasta que finalmente un grupo de cazadores encontró sus restos a fines de mayo, en zona de bañados. El caso está en manos del fiscal Andrés Marchi, quien investiga en absoluto hermetismo distintas hipótesis. Este sábado, el funcionario del Ministerio Público de la Acusación ordenó una medida en la zona del hallazgo.