"Hola, soy Luis, el cuis. Me conociste cuando visitaste la Reserva. Las autoridades de la UNL nos han desalojado. Ayudanos a recuperar nuestro hogar. Vení a acompañarnos este sábado 3 de julio a las 15 al abrazo a nuestra reserva". El mensaje escrito en un cartel es sostenido por "Luis, el cuis" (que es un personaje antropomorfo caricaturesco de ilustración) y circuló toda la semana a través de las redes sociales y por whatsapp. Se trata de una convocatoria de ambientalistas que recientemente conformaron el grupo Comunidad por la Naturaleza y se oponen a la construcción del nuevo aulario de la Universidad Nacional del Litoral. Mientras tanto el predio ya fue desmontado, la obra avanza, y desde la universidad explican que se lleva adelante "respetando las condiciones naturales del entorno".
El Aulario Común Costanera Este formará parte de la Ciudad Universitaria y alojará a las escuelas de la UNL, además de otras actividades académicas, culturales y científicas. Se ubica en el sector norte del predio de 3,5 hectáreas y tendrá 4.860 metros cuadrados cubiertos y semicubiertos. La obra comenzó hace un mes atrás con el desmonte del predio y la colocación del obrador, cerco y cartelería de la empresa Coemyc, y tiene un plazo de 12 meses, con un presupuesto de $ 239.778.129, en su primera etapa.
¿Cuáles son los reparos que plantean los ambientalistas de Comunidad por la Naturaleza? Dicen que "no es el lugar adecuado", ya que se trata de un "reservorio cultural, educativo y ambiental". También dicen que "no es el único lugar posible para construir una escuela" por lo que deberían "evaluarse otras alternativas", e identifican al lugar como "un monte que aloja una gran diversidad de especies animales y vegetales". Al mismo tiempo advierten que "el desmonte tendrá un gran impacto ambiental" en la Reserva Ecológica (contigua), con "aumento de residuos" y "efluentes", y "contaminación sonora y lumínica". Por último, los ambientalistas aseguran que el proyecto "no cuenta con un estudio de impacto ambiental" y "es violatorio de las leyes vigentes".
Desde la UNL, en cambio, aseguran que "se realizaron los estudios de impacto ambiental", dijo Marcelo Saba, director de Obras y Servicios Centralizados. Y ofreció todos los documentos "que están a disposición pública en el sitio web de la universidad", ya que "fue una licitación pública internacional" y "los pliegos contemplan especificaciones técnicas ambientales, es la primera vez que se incorporan". Por último agregó: "No negamos que la obra tenga impacto, toda acción del hombre la tiene. Lo que decimos es que la obra tiene un plan de mitigación y corrección durante su ejecución".
De acuerdo a la Ley de Medio Ambiente provincial, la obra tiene "nulo o bajo impacto ambiental", declarado por el Ministerio de Medioambiente, y cuenta con la aprobación de Edificaciones Privadas municipal.
-¿Qué responden al argumento de que hubo que desmontar la zona para para ejecutar la obra?
-Desde la limpieza del terreno, se clasificaron 15 especies que se consideran exóticas y se trasplantaron, bajo la supervisión de guardafaunas de la Fundación Hábitat.
-¿Se avanzó sobre una prolongación del denominado "Camino de los Cuises", por fuera del sector de la Reserva?
-No. Es un camino de servicio que se construyó con aporte de tierra para el ingreso al Parque Tecnológico y luego se utilizó para la Reserva. Hay que señalar que no es un terreno natural de isla sino refulado con arena de río limpia. Por ello se ven arbustivas bajas. La consolidación de todo el terreno se hizo con albardones de tierra donde se replantaron especies -la mayoría eran moras-, es decir que no son naturales. Pero también hay que decir que con el tiempo el suelo tendrá una fisonomía igual porque no se cubrió con hormigón sino que los pilotes alejan al edificio a tres metros de altura y permitirá que la vegetación vuelva a crecer.
-¿En el monte que crece al norte del Aulario que se está construyendo, hacia la Costanera Kirchner, también se piensa edificar?
-Es un área de crecimiento para la Ciudad Universitaria. Desde el Camino de los Cuises hacia la Costanera Kirchner la Universidad piensa ir consolidando el sector. Hay obras en estudio permanente.
-¿El hecho de que la sociedad haya creído que ese sector era parte de la Reserva Ecológica desató el rechazo de los ambientalistas?
-Es posible que ello haya ocurrido. En el ideario de la gente estaba que El Camino de los Cuises era el centro de la Reserva, cuando en verdad era el límite norte. Era equivocado pero, de igual forma, creemos en la buena fe de la gente.
-¿Dónde van a estacionar los vehículos la gente que concurra al Aulario?
-Tiene una "plaza seca" para que estacione el transporte público. Entendemos que el Municipio modificará el recorrido del mismo para que llegue, como lo hizo antes con la Ciudad Universitaria, donde paran cinco líneas urbanas e interurbanas.
El conflicto de intereses desatado por la construcción del Aulario de la UNL amenaza con politizarse en el actual contexto electoral. El tema desembarcó recientemente en la Legislatura provincial, donde sectores de la oposición quieren requerir información sobre las habilitaciones de obra y los informes de impacto ambiental.