Un excelente pelotazo/pase/asistencia a Di María a los 21 minutos de juego que terminó en una exquisita definición con el pie zurdo de "Fideo" para dejarlo sin chances al arquero Ederson.
De Paul no solo fue quien asistió magistralmente a Di María en el gol de la victoria, sino que además se "comió la cancha", dejando el alma en cada pelota y en cada sector del campo de juego.
Un excelente pelotazo/pase/asistencia a Di María a los 21 minutos de juego que terminó en una exquisita definición con el pie zurdo de "Fideo" para dejarlo sin chances al arquero Ederson.
Otro pase/asistencia entre líneas a Messi cuando faltaba un puñado de minutos para la culminación del partido, que no terminó en gol (hubiera sido un broche de oro totalmente merecido para "Lío") por razones todavía inexplicables.
Pero no solo eso. El césped del Maracaná, en cualquier sector, aún debe estar húmedo por su sudor. Fue un pulpo en el mediocampo. Se jugó la vida en cada pelota, no tuvo ningún reparo en arriesgar su físico en pos del objetivo.
A todo lo expuesto hay que agregarle la inteligencia y el talento para poder estar en el lugar correcto y cuando el equipo lo necesitó, porque de otra manera es imposible que el físico pueda aguantar tanto despliegue.
Cuatro párrafos "gastados" en la figura de la final y todavía no lo nombré. De todas maneras, es muy fácil deducir de quién estoy hablando. Rodrigo De Paul fue el jugador destacado del choque decisivo entre Argentina y Brasil.
Y honestamente, en la previa, ¿cuántos jugadores pisaron el campo de juego del Maracaná en esta final con muchísimos más "pergaminos" que Rodrigo De Paul?
Sin embargo, parafraseando al arquero argentino "Dibu" Martínez, el futbolista del Udinese de Italia se "los comió a todos y cada uno de los brasileños que tuvieron la intención de disputar la pelota con el nacido en Sarandí hace 27 años.
Ahora cuento seis párrafos y aún no le puse puntaje, pero creo que un 8 le cae bien, y si la pelota que le dio a Messi hubiese terminado en gol, quizás habría llegado al 9.
Un escalón más abajo que De Paul, a los que califico con 7 puntos estuvieron Paredes (importante rueda de auxilio de la figura y buen iniciador de jugadas); y Di María (por el gol, indudablemente, y por lo hecho en el segundo tiempo, cuando a su capacidad le agregó sacrificio y compromiso).
Ahora vienen los que jugaron para 6 puntos, que son varios. "Dibu" Martínez, que sin tener mucho trabajo, tuvo un par de intervenciones con las que logró mantener la ventaja; Romero y Otamendi, Montiel y Acuña, quienes se las arreglaron para contener a la cantidad de delanteros que Tite colocó en los últimos 20 minutos para llegar a la igualdad.
Aunque parezca mentira, recién ahora aparece Lionel Messi, que con 6 puntos no llegó a las expectativas creadas por el mejor del mundo, sobre todo por lo que venía dando en esta Copa América, pero de todos modos fue importante por lo que transmite y por lo que lógicamente preocupa, aun sin tener mucho contacto con la pelota.
Giovani Lo Celso y Lautaro Martínez (5) no tuvieron una gran noche. El mediocampista santafesino no pudo conectarse con Messi como lo había hecho en los partidos anteriores; y el delantero no tuvo óptimas chances como para marcar, aun así haya que resaltar el sacrificio que hizo para convertirse en el primer defensor.
Lionel Scaloni, a quien no lo califico pero estuvo muy bien con las variantes, puso a Tagliafico por Lo Celso cuando se dio cuenta de que Brasil complicaba por el sector izquierdo de la defensa argentina.
Más tarde colocó a Pezzela, González y Palacios por Romero, Lautaro Martínez y Di María. Todos cambios necesarios a esa altura del partido por el entendible cansancio físico experimentado por los reemplazados.