Hay algo que puede atenuar el cuadro de situación: el mercado ofreció muy pocas posibilidades a los que pretendían reforzarse. La mayoría de los planteles tenían contratos vigentes con casi todos sus jugadores (basta con repasar el caso de Unión, donde sólamente vencían los vínculos de Luna Diale, Cañete y Acevedo). Apenas Defensa y Justicia -Bragarnik mediante- movió bastante su plantel: se fueron muchos y llegaron muchos también. Algunos representantes lo calificaron de "patético", al mercado, influenciado por la escasa disponibilidad y el poco dinero que manejan las instituciones.
Ya se ha repetido en muchas oportunidades: Unión necesitaba -en realidad, necesita- reforzar el ataque y se pensó en jugadores que acorten el camino brindando soluciones inmediatas. Pero todos dijeron que no y en el "mientras tanto" se lo trajo a Cordero. Es decir, no queda la sensación de que se haya "reforzado" ese sector de la cancha, como tampoco el mediocampo, que ya había tenido una mejoría cuando llegó Acevedo. Es decir, la vuelta de Acevedo a principios de este año, fue un "refuerzo" para Unión. Pero Acevedo ya no está.
Unión ha sumado una "apuesta" con Cordero y un jugador con gran sentido de pertenencia con Emanuel Brítez. Perdió el "motorcito" del medio (Acevedo) y necesita cambiar arriba, donde la faz ofensiva se ha convertido en un déficit por la falta de gol que adoleció en la última Copa. La búsqueda ha sido incesante, aunque infructuosa. A priori, al menos en nombres no se ha dado el buscado salto de calidad. Algo más se va a sumar, aún dentro de las limitaciones. Las propias y las del mercado. Un volante con juego y experiencia sería necesario. Alguien que juegue y haga jugar. Y algo más arriba, a la espera también de que Fernando Márquez se pueda reencontrar con un nivel que no ha podido demostrar en este retorno a Unión.
Hay jugadores que debieron aportar experiencia y solidez pero no lo hicieron. Los casos de Galván y Leyes, por ejemplo, que fueron pedidos expresos del entrenador y no respondieron en la medida adecuada, sobre todo el volante central. Salvo que aparezca algo que hoy permanece oculto, no parece que la dirigencia tenga alternativas de nombres que hagan ruido. Pero al margen de eso, las necesidades están. Y para saciarlas, quizás no sea suficiente con los nombres que puedan llegar (insisto en que es poco lo que ofrece el mercado), sino también con la mano que el técnico aporte para que su equipo crezca y no caiga otra vez en la medianía.